miércoles, 9 de enero de 2019

CHAFARDERO 67


<<EL CHAFARDERO INDOMABLE
  NÚMERO 67      ANNO IV>>





PRIMERA PLANA

En su conocido libro “Los viajes de Gulliver”, Jonathan Swift (1667-1745) nos presenta a los houyhnhnms, y a sus siervos, los yahoos.
Los primeros “están naturalmente dotados para la virtud y desconocen el concepto del mal, que no consideran posible, al regirse por  la razón… La amistad y la benevolencia son sus dos principales virtudes… Profesan el decoro y la cortesía, pero ignoran la ceremonia… Aman por igual a todas las especies, aunque tratan con mayor respeto a las más virtuosas… Desconocen el cortejo, las uniones interesadas y los matrimonios concertados, aunque también el amor… La templanza, la diligencia, el ejercicio y la limpieza son lecciones que transmiten a sus descendientes de ambos sexos sin distinción. Juzgan monstruoso que  las hembras reciban una educación distinta a ls de los varones, salvo en lo referente a las tareas domésticas”.
Por el contrario, los yahoos son “más ineptos que los demás animales para recibir instrucción o enseñanza, no sirviendo más que para arrastrar grandes pesos, excavar y sacar raíces de la tierra o trabajar en los campos. Son astutos, maliciosos, traidores, perversos y vengativos. Aunque fuertes, su ánimo es cobarde, y, por tanto, insolente, abyecto y cruel”.
Resulta curioso  que el reverendo Swift nos presente a los houyhnhnms con el aspecto de caballos y a los yahoos con apariencia humana.




¿QUÉ SUCEDIÓ EN ESTOS DÍAS?

- Condenan a tres años de cárcel a una  mujer por masturbar a un mono.
- El PP y Ciudadanos pactan en Andalucía defender los derechos de las personas transgénicas (modificadas genéticamente), pero no  a las “transgénero” (colectivo LGTB).
- El 30 de diciembre pasado el presidente de Canarias solicita en Madrid una reunión con el presidente del gobierno, que estaba en Lanzarote.
- El Pp reparte miles de banderas españolas en recuerdo del Día de la Toma de Granada.
- La FNAC utiliza voluntarios de una ONG para envolver las compras de sus clientes durante la campaña de Navidad a cambio de un donativo.
- “¿Por qué los gais celebran san Valentín, si lo suyo no es amor, sino vicio?”, se pregunta el responsable de Comunicación de Vox.





LITERALIA I

LA PATRIA
La infancia como patria resulta atractiva para muchos adultos -por edad- que, tal vez, no se encuentran cómodos o satisfechos con su realidad diaria, o creen que sus sueños, volátiles en esencia,  juveniles no se han cumplido; aunque algunos decidan o prefieran disfrutar su presente en vez de permitir que la nostalgia condicione su vida, conscientes de que los escenarios y protagonistas de nuestra infancia ya no existen.  Como es lógico, el tiempo los ha trocado por otros (sueños). Tal vez mantener -o pretenderlo- una época de nuestra vida en cierta atemporalidad sea una especie de refugio, de válvula de escape, al que trasladarnos, cuando nos rodean el miedo, la frustración o la derrota; tal vez, necesitemos engañarnos de vez en cuando para seguir adelante.
Mis colegas del barrio- todos tenemos uno- ya no existen, como no existo yo. Alguno ha fallecido; otros viven sumidos en el dolor por la esposa muerta; otros residen en otras ciudades; otros se casaron jóvenes, y abandonaron el barrio para siempre; algunos siguen viviendo en él con sus parejas, sus novios, o su soledad. Quizá ninguno extrañe los tiempos que compartieron con sus colegas. Nuestra ingenuidad esencial -quizá también algún tipo de necesidad vital- nos hace desear objetos y personas, imaginar nuestra vida futura de tal o cual manera; ignorantes de todas las exigencias de la vida adulta y los condicionantes del tiempo;  aunque viajemos en él.  Imaginamos el futuro desde un presente siempre  precario; anhelamos protagonizar escenas ideales (según nuestros parámetros),  conocer  lugares remotos y exóticos, amar a mujeres hermosas y exclusivas, carentes de una base real  que facilite la consecución de nuestros deseos. Soñar es vano sin las herramientas necesarias  para cristalizar lo soñado, y, cuando soñamos, ignoramos este hecho. No obstante, anhelar es el motor de nuestra existencia. Sin él, nos mantendríamos en una apatía perpetua.
El gran mérito de conservar un recuerdo como momento ideal, aunque no lo fuese en realidad, nos permite sentir la felicidad de haber conocido un instante pleno en el que todo funcionaba con armonía; aunque fuésemos protagonistas inconscientes del mismo. Es decir, cuando nuestra realidad naufraga, cuando nos rechaza o abandona la mujer amada, cuando perdemos el empleo o recibimos una mala noticia sobre nuestra salud o de un familiar o conocido, tendemos a refugiarnos en ese momento perfecto que nunca nos defrauda; pues responde a nuestro ideal.
Mi tocayo “El Espinacas”, llamado así por su extremada delgadez, -apelativo que, tal vez, hoy sería considerado ofensivo  y entonces sólo remarcaba un rasgo distintivo-, sigue regateando a nuestros rivales en el campo de arena, inclinado y sin vegetación, donde jugábamos al fútbol, y que, ahora, es un pinar. Mi cabeza, que era un pinar,  recuerda ahora al campo de fútbol.  Uno de los Juanjos continúa vacilando de sus habilidades mecánicas, aunque sólo sea un aprendiz que barre el taller donde trabaja . El otro Juanjo y yo compartimos vacaciones en Alicante con nuestros respectivos padres. Paquito despacha leche y yogur en tarros de  cristal tras el elevado mostrador del negocio familiar. Pablete, mi vecino, busca chapas de Martini por los bares para las etapas contrarreloj de la Vuelta Chapista que organizamos todos los veranos, siguiendo el recorrido de la Vuelta Ciclista a España. Carlos, Carlangas por sus largas piernas, trabaja de botones en una empresa americana en la Plaza de España. Luis, el panadero, alardea de su flamante uniforme de mecánico del Ejército del Aire. Isidrin busca balas y metralla en la Casa de Campo. El Ita nos enseña a hacer aros de humo con nuestros cigarrillos. Julianin nos muestra las revistas donde aparecen las fotos que hace su padre. Viana nos invita a merendar en su gran cuarto de juegos, lleno de juguetes increíbles para los demás que su padre  puede comprarle, Miguel Ángel hace trampas para no pagar en los futbolines ante la pícara mirada del encargado, su abuelo Juan.. Yo invento historias que protagonizan mis coches y camiones en miniatura sobre la cama de mi abuelo en la pequeña habitación que compartíamos.
Como ya dije, algunos adultos -por edad- añoran un pasado idealizado sin tribulaciones, dudas, fracasos, prisas o hastíos; un tiempo de aprendizajes, de mitos ahora infumables, de mosqueos y fanfarronadas, peleas y caricias, necesarias para crecer, para ampliar nuestras vidas y las de nuestros compañeros y compañeras; pues también había chicas en la infancia, aunque nos resultasen seres bastante incomprensibles. Chicas que hoy son mujeres y madres, que también han descubierto rotos sus sueños, pues sus novios y maridos no son el príncipe azul que creyeron, cuando el amor y el deseo les nublaban las vista. El presente, la realidad diaria, pueden ser injustos y dolorosas por razones que no controlamos, como no controlábamos los sueños infantiles. El convencimiento de que nunca regresaremos a nuestra patria infantil, de que no somos Peter Pan,  nos parece una traición injustificable; pues no hemos hecho nada para merecerlo, ingenuos incorregibles, por más que  la terca realidad nos recuerde siempre su existencia, tal y como  me dijo  Miguel Ángel el último día que le vi: “El barrio está muerto, Migue”. Ahora él también.




MYXTIFICACIONES

PASIFAE: Esposa del rey cretense Minos, mandó construir a Dédalo una escultura hueca en forma de vaca; en la que se introdujo para atraer a un toro blanco.  Meses después, nació el Minotauro.
BIBLIS: Hija de Mileto, enamorada de su hermano Cauno, le persiguió por varias comarcas hasta que, rendida de fatiga, se transformó en fuente.
CALISTO: Ninfa de Arcadia, compañera de Artemisa. Convertida en osa, la diosa la mató durante una cacería. Zeus la transformó en la constelación de la Osa Mayor.
ECO:  Ninfa que, habiendo disgustado a Hera, fue condenada a repetir las últimas palabras de los que le interrogaban. Rechazada por Narciso, se consumió de dolor hasta que no quedó de ella más que la voz.




LITERALIA II

En este número,  iniciamos la publicación de la apasionante biografía de Fermín Estrellado, el hombre múltiple.




EL ARTE PATRIO


Yo nací, hace muchos años, en un pueblecito manchego, aceitoso, casi olvidado desde que decidieron construir el pantano que lo anegó hace ya un lustro.
Desde muy pequeño viví rodeado de las múltiples facetas de arte. Mi madre, Dios la tenga en su gloria, hacia unas tortas de maíz para chuparse los dedos. Mi padre, rudo y tosco labriego por correspondencia, había transformado su trigal más productivo en una réplica exacta del barcelonés Parque Güell. Mi hermano mayor, Anastasio, eremita en una cueva cercana, había decorado sus paredes con los desnudos femeninos más realistas que jamás se han visto. Un mal día, las malas lenguas comenzaron a murmurar y recayeron sobre él las sospechas de las continuas desapariciones de jóvenes casaderas de la zona, debiendo abandonar sigilosamente su refugio en plena noche. Mi segundo hermano, Tobías, ya comenzó a despuntar en la escuela. A los cuatro años, era perfectamente capaz de hablar el sefardí; a los dieciséis, se convirtió al judaísmo, y, a los veintidós, doctor de la Torá, edificó su propia sinagoga. Después, abrió un pequeño negocio de préstamos a bajo interés que terminó convirtiéndose en el primer banco del país. Mi padre siempre sospechó -y así lo aseguraba entre chanzas y chirigotas en la tasca del Elías- que, en realidad, era el fruto de un desliz de mi santa madre. Mi única hermana, robusta y tenaz, organizó la primera cadena de burdeles para mujeres en la provincia. En otras provincias, supongo que existirán establecimientos similares. Fue tal su éxito que inauguró varias sucursales en otras ciudades. Rica y soltera, traspasó el negocio, y compró un hotelito en el campo; donde vive retirada junto a varias amigas que compartían con ella una profunda aversión a los hombres y una rendida admiración a la poesía de Safo.
Con estos antecedentes, resulta lógica mi afición artística. Creciendo en compañía de creadores tan originales, debía encaminar mis días y mis noches hacia tan noble actividad. Por eso elegí “el cante jondo”.
A los quince años, metro treinta, mofletes colorados, botas demasiado grandes y dos huevos duros en el hato, abandoné el hogar entre los aplausos de mi familia. ¡Fue mi primera ovación!
Debuté en “EL PATIO DE JUANILLO”, un local lleno de sabor -a pescaditos fritos- y un auditorio entendido -turistas en su mayoría-. Interpreté dos temas: “¿Qué pasa con mi jaca torda?” y “Recolectando remolacha reineta”, acompañado a la guitarra por el “Niño de su padre”. Mi éxito puede calificarse como “apoteósico”; aunque, al día siguiente, los periodistas locales me incluyeron en el apartado: “Bodrios intolerables”. T ras varios años de triunfo escandaloso en el citado local -del que llegué a ser primera, y única, figura-, la pureza de mi voz y mi encanto natural interesaron al hombre más rico de la ciudad, don Samuel Irigoyen Iriguíbel. Tras breve y fecunda conversación, firmamos un contrato por el que me comprometía a prestarle mis servicios exclusivos durante cuatro años a cambio de una suculenta cantidad en metálico. Durante ese tiempo,, los inmensos rebaños de don Samuel pudieron deleitarse con mis fandangos y seguidillas, soleares y alegrías a tres euros la hora. Mis numerosos admiradores pueden conseguir estas interpretaciones en el cedé titulado: “Trinos y Mugidos”, editado por la compañía “La vaca que pasta”. Según me explicaron, mi voz cristalina y envolvente producía tal efecto en el ganado que duplicaban su producción láctea. Finalizado el acuerdo, dueño de una pequeña fortuna, construí una pequeña barraca que bauticé con el nombre de “LA CASETA DEL CARDO”, recogí a “EL NIÑO DE SU PADRE” en un lóbrego lupanar donde entretenía a los clientes que esperaban satisfacer sus cuitas, contraté a una familia de auténticos gitanos, y anuncié a bombo y platillo mi primer gran espectáculo: “LA NOCHE DEL SENTIMIENTO”.
El día del estreno congregó a dos embriagados espectadores que no pudieron escaparse a tiempo y que agradecieron nuestros esfuerzos con sendos y sonoros regüeldos. Mas, quien piense que semejante desinterés podía desalentarme me equivoca de plano. Cambié a la familia gitana por un grupo de cíngaros bohemios y un oso matemático -necesitaba alguien que me llevase las cuentas-. Adornamos el local con farolillos y guirnaldas multicolores, y repartimos octavillas por toda la ciudad en las que se anunciaba con grandes letras: “ESTA NOCHE,  A LAS DIEZ EN PUNTO, EN <<LA CASETA DEL CARDO>>, COLOSAL ESPECTÁCULO <<ANTOLOGÍA DEL SENTÍO>>. SI QUIERE DISFRUTAR UNA VELADA INOLVIDABLE, ¡NO DEJEN DE VISITARNOS”.  Nuestro publicista estaba entusiasmado con su propaganda. Sin embargo, sus fundadas esperanzas se vieron truncadas de raíz; pues no había contado con que, a esa misma hora, televisaban la final de la Copa. Despedí a los cíngaros, el oso se escapó con una licenciada en Ciencias Exactas, y contraté sucesivamente a: un grupo folclórico de los Balcanes,  a la Orquesta Nacional de las Bikini, a una troupe de elefantes funambulitas, al Coro Bizantino de san Pedro Claret, al combo sandunguero de Quique Merchán, al gran domador de loros equinocciales Augusto Buengusto, al conjunto músico-vocal “Los profetas de Halicarnaso”, y, finalmente, a mi gran descubrimiento, al artista que ha sido capaz de mantenerse en primera línea durante veinticinco años seguidos: “PEPILLO,, EL DE LAS CAMPANILLAS”; aunque, ante mi total extrañeza, nunca ha conseguido un solo espectador.
Pero, si alguien pensaba que yo, Fermín Estrellado,  “EL NIÑO DEL NARDO”, cantaor internacional, daba por concluidos mis fabulosos montajes, no conoce el interesante viaje que realicé a los maravillosos Estados Unidos, donde conocí a mi representante artístico, un emigrante gallego llamado Félix Soteiro, quien me aconsejó preparar y el equipaje y esbozar…





CRÓNICA DE SOCIEDAD (URBI ET ORBI)

- En 1191, unos monjes encontraron cerca de la iglesia de Glastonbury, Somerset, una piedra con la siguiente inscripción (en latín):  “Aquí yace el Rey Arturo con su segunda esposa Ginebra en la isla de Avalon”. Trasladados los restos de ambos a la abadía de Glastonbury, desaparecieron tras la destrucción del templo en 1539.
- Se considera que el Arturo histórico era un caudillo celta de Logres, que proviene de Lloggr, denominación genérica de Inglaterra.
- Según el autor Helinando de Froidmont (siglo XIII), el Grial era la escudilla o plato que utilizó Jesús en la Última Cena. El autor hace derivar el término “grial” del francés Gradas o Gradale, una escudilla ancha y honda en la que se servían  viandas en salsa. En francés común, la escudilla se denomina Graalz, de donde resulta fácil obtener “grial”.
- El autor francés Robert de Boron (s. XII-XIII), en su obra “El Mago Merlin”, cuenta que la primera Tabla Redonda la construyó Jesús para la Última Cena; la segunda, José de Arimatea, siguiendo las instrucciones de Jesús, cuando estaba en el desierto (aunque no explica de dónde sacó la madera). La tercera, el propio Merlín en tiempos de Uther Pendragon, padre de Arturo.
- En su “Ensayo histórico y crítico sobre la Atlántida de los antiguos”, Baer (1762) sostiene que “el océano Atlántico es el mar Rojo y que la destrucción de la civilización atlántica se refiere al fin de Sodoma y Gomorra”.
- Al inicio de la Iª Guerra Mundial, los soldados franceses llevaban los coloridos uniformes del ejercicio colonial del siglo XIX. Los cuirasiers -coraceros- llevaban coraza y cascos con plumas.
- Carlos II de Inglaterra, Escocia e Irlanda (1630-1685)  casó con Catalina de Braganza, con la que no tuvo descendencia. En cambio, reconoció como bastardos a dieciséis hijos de siete mujeres distintas. Ha pasado a la historia con el apodo de “El Insaciable”. Muchos de sus vástagos adoptaron el apellido Fitzcharles o “Hijo de Charles” o Fitzroy, “Hijo del rey“..
- Durante los siglos XVI  a XIX, los españoles debían importar los preservativos de Inglaterra o Francia, pues aquí estaban prohibidos por la muy Santa y Honesta Inquisición, que los calificaba como “escándalo de la naturaleza”.
- En 1972, la casa Christie’s subastó un preservativo de origen francés decorado con una monja semidesnuda que elegía a su amante entre tres obispos empalmados.
- El general Queipo de Llano animaba a atacar a comunistas y anarquistas, porque practicaban el amor libre. Muchos le hicieron caso.
- En Francia, nadie pita al rey desde 1793.



FRASEOLOGÍA

- El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.- (Albert Camus).
- La necesidad de ser correcto es signo de una mentalidad vulgar.- (“ “ “).
- La nueva aristocracia estaba formada, en su mayoría, por burócratas, hombres de ciencia, técnicos, organizadores sindicales, especialistas en propaganda, sociólogos, educadores, periodistas y políticos profesionales.- (George Orwell).
- Al pie del faro, siempre reina la oscuridad.- (Anónimo).
- Jamás la falta de fe o el descreimiento han dicho una mentira o apretado el gatillo de un arma.- (Agustín García Calvo, filósofo zamorano).
- La paz es sólo la guerra sin declarar.- (“ “ “).




CONTRAPORTADA




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