viernes, 30 de septiembre de 2022

chafardero 174

 <<El Nuevo Chafardero Indomable

Número 174  Anno VIII




PRIMERA PLANA

En 1950, la filósofa usamericana de origen ruso Ayn Rand, nacida Alissa Zinovievna Rosenbaum (apellido que delata su origen judío), escribió el siguiente texto: "Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo y que las leyes  no te protegen contra ellos, sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrás afirmar sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada".

Estamos en 2022 y muchas de las afirmaciones incluidas en el párrafo anterior podrían aplicarse a la actualidad, ya que todos los países siguen regidos por gobiernos más o menos autoritarios que se sustentan en un aparato en el que prima el amiguismo, la endogamia (ergo el favoritismo) y la corrupción (quizá inherente a la especie); sobre todo, cuanto más conservador, o centro derecha o derecha civilizada como prefieren llamarla algunos plumíferos y voceros a sueldo, sea el citado gobierno. 

Todos los países se sustentan en el trabajo y los impuestos de una amplia mayoría que padece las leyes y abusos de sus gobernantes, mientras estos suelen favorecer a una minoría normalmente adinerada -empresarios, banca, etc-, que ha podido financiar su campaña electoral,  o influyente -iglesia, judicatura, policía, ejército, etc- para mantenerse en el poder y disfrutar sus privilegios; lo que implica aprobar medidas -leyes, decretos, bandos, etc- que pueden perjudicar a la mayoría de ciudadanos al restringir sus derechos o lesionarlos directamente. Es cierto que hay diferentes tipos de gobierno que oscilan desde los más reaccionarios a los más liberales o democráticos, pero todos cumplen una misma condición: imponer su ideología al resto, un tipo de organización social acorde responda o no a los intereses y necesidades ciudadanas. Es cierto que una democracia, o lo que llamamos así, es preferible a una dictadura; pero un sistema democrático en que los dirigentes elegidos en las urnas desoyen o ignoran a sus electores parece más cercano a un régimen autoritario que a otro tipo. Es decir, cuando un gobernante quita impuestos a una minoría que provocará una disminución de ingresos y puede afectar al funcionamiento normal de los servicios públicos, y por tanto a la mayoría, está actuando más como un dictador que como un demócrata. Cuando un gobernante niega comisiones de investigación sobre las consecuencias y causas de alguna de sus decisiones por miedo a que concluyan demostrando su responsabilidad o inacción, actúa como un cobarde y un soberbio que impide el control popular ciudadano mediante sus representantes más que como un demócrata. Cuando un gobernante privatiza un servicio público para beneficiar a un grupo empresarial concreto por interés personal o por prevaricación, se comporta como un delincuente más que como un elemento cuya función principal es mejorar la vida de sus conciudadanos.

Es decir, si una vez elegidos, los gobernantes adoptan determinadas medidas caprichosa o interesadamente, sabiendo que mejoran a unos pocos en detrimento del resto, o incumplen las leyes vigentes o su programa electoral, lo que implica un fraude a sus compatriotas y los ciudadanos, el pueblo, carecen de medios efectivos para apartarles de sus puestos de gobierno, ¿por qué llamamos democráticas -siendo la democracia el sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes según define la RAE- a unas prácticas que no respetan dicha soberanía  ni permiten el control popular de los gobernantes, ya que la justicia está controlada por los partidos políticos y las mayorías parlamentarias condicionan la actividad de la oposición?

La llamada democracia es un sistema político que otorga pequeñas libertades a una gran mayoría y grandes libertades a una élite económica, militar y eclesiástica que controla todos los resortes de cada país, coloca en los gobiernos a las personas adecuadas para sus intereses, y realiza sus actividades por encima de cualquier ley existente con el  único objetivo de aumentar sus beneficios. En caso de que la citada mayoría proteste por sus condiciones de vida, el gobierno de turno  declarará terroristas o radicales  a sus integrantes y enviará a sus fuerzas de represión para que vuelvan a ocupar el papel que tienen asignado bajo amenaza de cárcel o ejecución. 

Aunque, como dijo sir Winston Churchill: "La democracia es el menos malo de los sistemas políticos".

¡Menos mal!


¿QUÉ SUCEDIÓ EN ESTOS DÍAS?

- Un "tiktoker" (sea lo que sea) se gasta 900 € en un bolso de la marca Louis Vuitton para recoger los excrementos de su perro.

- La portavoz popular en el Congreso, señorita Gamarra, abandona una sesión parlamentaria para ofrecer mosto a la virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.

- La ministra suiza de Medio Ambiente propone ducharse en pareja para ahorrar energía este invierno.



- El actual presidente popular, señor Feijóo, emplea tres millones de euros de los presupuestos gallegos para fomentar el gallego en periódicos que no utilizan dicha lengua.

- El gobierno de coalición PP/Vox en Castilla y León desmantela el operativo de prevención de incendios tras el verano con más hectáreas calcinadas en esa Comunidad.

- Arizona recupera una ley del siglo XIX para prohibir el aborto, salvo cuando corra peligro la vida de la madre.

- Un acusado por exhibicionismo pretende entrar desnudo a su juicio.


OLDIES

Bonnie Raitt, un clásico del rock y el blues usamericano. En esta ocasión, "Tangled and Dark" de su disco "Look of the draw".

https://www.youtube.com/watch?v=GAnT181JAcY


LITERALIA




ALGUNOS FANTASMAS II



Tras salir del metro me dirigí hacia el lago por el que navegaban algunas barcas de remos, manejadas por parejas de enamorados y grupos de chicos y chicas que, terminada la hora de alquiler, las abandonarán en alguna orilla para ahorrarse el esfuerzo de devolverla al atraque donde compraron la entrada, y varios esforzados piragüistas que entrenaban para futuras competiciones. Separados varios metros algunos jubilados intentaban pescar las enormes carpas que habitaban el estanque, aunque supieran que, de atraparlas, debían devolverlas vivas al agua por orden municipal. También podían verse familias de patos y algunos cormoranes y gaviotas despistadas. Los más comodones disfrutaban el discurrir de la existencia sentados en las terrazas de los merenderos instalados frente al lago, con una caña de cerveza en una mano y un pincho de tortilla en la otra. Crucé la carretera esquivando ciclistas, y ascendí hasta las pistas de tenis que vi construir siendo adolescente y en las que jugué algún partido esporádico sin mucho interés ni capacidad. Proseguí la ruta entre grandes pinos piñoneros hasta llegar a la Fuente del Pajarito. A su espalda, sobre la falda del cerro, se levantaba una de las columnas que soportan el cableado del teleférico. Cuando sólo estaba instalada la base hueca, mis colegas del barrio y yo imaginábamos que era un fuerte asediado por una tribu de belicosos indios arrancacabelleras. Para evitar mosqueos cada vez que jugábamos a los indios, cambiábamos de papel, es decir, unos hacíamos de soldados y otros de indios y viceversa. Lucíamos orgullosos los galones de cuero rojo que confeccionaron nuestras madres, antiguas modistillas. Las flechas y arcos las hacíamos con las ramas de una planta que llamábamos rata y que, años después, relacioné con algún tipo de helecho. Carlos por ser el más alto, Luisma por ser el más fuerte y Miguel Ángel por ser el más broncas querían ser siempre el comandante del fuerte. A los demás -Pablete, Julianín, Migue, Toñejo, Juanjo, Isidrín, Jose, el Espinacas- nos daba igual, nos conformábamos con jugar, mientras emitíamos onomatopeyas como: “¡Bang, Bang!” y “¡Siu, Siu!” para anunciar nuestros disparos ficticios y el vuelo de nuestras flechas mortales; con fantasear que montábamos briosos mustangs y appaloosas ligeros como el viento, o vacilábamos con las chicas del Saloon. A la hora de la merienda, nos refrescábamos en la fuente, cruzábamos la autopista por el puente y regresábamos al barrio, al muro del mercado; donde seguíamos jugando al fútbol, al escondite, al balón-prisionero, al pañuelo, a las canicas, a las chapas o a la peonza y pocos años después fumamos nuestros primeros pitillos sin filtro y hablamos de mujeres como si fuéramos grandes entendidos en la materia.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y, como cabe esperar, cada cual ha seguido su camino. Sigo repitiendo el trayecto descrito dos o tres veces al año por nostalgia -tuve una infancia feliz y buenos colegas con los que descubrí algún secreto de la vida-, o por una necesidad, tal vez cursi, de pertenencia. Otros podrán decir que vuelvo al pasado por considerarlo un tiempo ideal, idealizado más bien, mejor que el presente. Puede que no les falte razón, pero todo aquello desapareció. El barrio, sus calles, el muro del mercado, están vacíos y callados. Nosotros nos hicimos hombres o lo que pudimos (aunque todos hicimos la mili), nos casamos, nos separamos, nos emparejamos, fuimos padres, trabajamos, aprendimos algo más sobre las mujeres y... los hombres. Apuramos las etapas estipuladas de la vida según nuestra capacidad y entendimiento.

Luego llegará el tiempo en que mi fantasma y el de mis colegas -como Juanjo, fallecido de Covid, y Miguel Ángel, de un cáncer de hígado tras años de desaforada ingesta; pues todo lo hacía a lo grande- volvamos a jugar a los indios en aquel paraje y a vacilar con las chicas del Saloon.



CRÓNICA DE SOCIEDAD (urbi et orbi)

- Una vieja leyenda afirma que los ángeles trajeron parte del Templo de Salomón para construir la sinagoga Vieja Nueva (por haberla reconstruido varias veces tras sendos incendios) de Praga. En su desván queda parte de la arcilla que empleó el rabino Loew en el siglo XV para fabricar el Golem; mientras recitaba unas recetas mágicas llamadas zifurim. Después, pronunció la siguiente fórmula: “ATA BREA GREM DEWUK HACHOMER NITIGZAR ZEDIM CHELUEL TORPE JISRAEL” que había bajado de los cielos. A continuación, introdujo el Esquema, un pedazo de pergamino con el nombre impronunciable de Dios, en la boca de la criatura para que cobrase vida. Había nacido el Golem.

- El juez Joaquín María Polonio llegó a Melilla en 1936. Desde el principio tuvo que enfrentarse con los militares que pretendían doblegar su independencia judicial. El Frente Popular había ganado en la ciudad por amplia mayoría las elecciones de ese mismo año. Los militares africanistas reaccionaron mal ante estos resultados, pues se sentían abandonados por el gobierno republicano. Los oficiales se reunían en el Casino de la Plaza de España melillense para conspirar. El juez Polonio descubrió sus maniobras y les conminó a respetar la ley vigente. Respaldados por el General Mola, los militares repartieron armas a los falangistas de la localidad. El 23 de julio eliminaron al juez Polonio por “enemigo de la patria”.

- El Schienenzeppelin fue un vagón con apariencia de zeppelin fabricado en 1929 por el ingeniero aeronáutico alemán Franz Kruckenberg que se propulsaba mediante una hélice colocada en la parte trasera del vehículo. El prototipo alcanzó los 232 km/h, pero motivos de seguridad obligaron a la cancelación del proyecto


El 24-12-1961, Franco F. sufrió una lesión en su mano izquierda al estallarle una escopeta de caza marca Purdey, mientras tiroteaba palomas en las colinas de El Pardo. El radiólogo encargado de atenderle, que desconocía la identidad del enfermo , le comentó que se parecía mucho a Franco. “Sí”, contestó el herido, “eso dicen algunos”. En el parte médico, se consignó que “al cazador se le había partido la falange”. Pero el ministro del Interior, el almirante Camilo Alonso Vega, dijo que eso era imposible: “El Generalísimo se ha roto un dedo”. – (Manu Leguineche). 

El padre de la escritora francesa Colette fue un militar llamado Joseph Colette, como cabía esperar, que, al morir, dejó a su familia una obra de doce volúmenes de doscientas páginas cada una. Estaban todas en blanco, salvo la dedicatoria inicial: “Para mi alma querida, su amante esposo”.

En el siglo XIX, se produjo un caso curioso en Madrid. Un perro paseaba por la calle con el siguiente cartel colgado al cuello: “Soy de Godoy. ¡No temo nada!”. El animal fue encerrado en prisiones militares por orden directa del aludido.- (“Historia de la estupidez humana”, Pedro Voltes).

La glorificación de la Eucaristía” es un cuadro que el pintor Ventura Salimbeni realizó entre 1598 y 1614. Puede admirarse en la iglesia de san Pedro de Montalcino, localidad cercana a Siena. En el lienzo aparecen Dios padre y Dios hijo y, entre ambos, una esfera metálica con antenas sobre la que vuela el Espíritu Santo. La pintura se ha hecho famosa por el parecido entre la citada esfera y algunos satélites artificiales como el Sputnik y el Vanguard 2.


- La iglesia abacial de la santa Fe (o Saint-Foy), ubicada en Conques, Francia,  fue fundada por el eremita Dado el año 819.  Es un espléndido ejemplo del arte románico. La virgen de la Santa Fe que nombra el templo es  negra como la de Monserrat entre otras. A continuación, un curioso detalle de unas arquivoltas del templo.




FRASE DEL DÍA (sea el que sea)

¿Servicio de habitaciones?.... Mándenme una habitación más grande.- (Groucho Marx).


CONTRAPORTADA



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