EL CANDIL
Nº 56 ANNO III
PRIMERA CLARIDAD
Reconozco que tengo algunas malas costumbres. Una de ellas es hacer y hacerme preguntas como... por qué existen jueces conservadores y jueces progresistas. Otra es qué conservan los jueces conservadores. He supuesto que se trata de ciertas tradiciones que sus señorías consideran fundamentales para el buen funcionamiento de la nación: un tipo de familia, una religión concreta, una organización político-social jerarquizada, unos símbolos nacionales sacrosantos e indiscutibles... También me he preguntado si, de ser ciertas mis suposiciones, estarán incluidas en el ordenamiento jurídico vigente. En caso de respuesta afirmativa, solo puedo añadir que me resultan extrañas. En caso de respuesta negativa, me pregunto si sus señorías juzgan y sentencian según dichas tradiciones antes que según las leyes vigentes, es decir, si sus creencias o ideología condicionan sus decisiones; pues, en este caso, estarían incumpliendo su principal obligación: la imparcialidad, y cometiendo un delito: prevaricación.
Por supuesto también me he preguntado si las leyes, en su concepto o redacción, son complejas o farragosas; si bien es cierto que son fruto de cada época. Sus señorías pueden alegar que se atienen al espíritu de la ley en sus juicios y sentencias, concepto tan personal y etéreo que impide cualquier opinión sólida sobre el mismo, y que resulta, por tanto, tan amplio como se quiera; por lo que cada magistrado tiene el suyo, lo que se concreta en la práctica en que cada uno interpreta la ley a su manera y entendimiento, según sus capacidades, creencias e ideología; algo que no resulta muy tranquilizador. Pero menos consolador sería constatar que las leyes están redactadas y concebidas con claridad y que, aún así, sus señorías siguen aplicando el espíritu de la ley, o... su conveniencia según el caso o el enjuiciado. En esas circunstancias puede sospecharse algún interés extrajudicial basado en la ideología o las creencias del magistrado de turno que desvirtúe la acción de la justicia, y por tanto inhabilite, o debería inhabilitar, al juez del caso concreto. Los magistrados deben juzgar en base a pruebas sólidas, en teoría, y no, a meros indicios o informaciones periodísticas, sin dejarse influir por sujetos externos a la judicatura de relevancia social, política o económica. Por esta razón no comprendo la existencia de jueces conservadores y progresistas, cuando todos deben ser solo jueces que aplican la legislación vigente lo más imparcialmente posible.
Declararse conservador o progresista, ¿no supone, acaso, un prejuicio en sí mismo? ¿no implica reconocer que sus decisiones judiciales están, o pueden estar, viciadas desde el principio?
SEGUNDA CLARIDAD
- El Tribunal Supremo usamericano, cuya mayoría de miembros fue nombrada por Trump en su anterior mandato, avala el desmantelamiento del Departamento de Educación y el despido de 1400 funcionarios de los 4100 que tiene. (Independencia judicial que diría Feijóo).
- Durante una redada en 2020 un agente de policía usamericano mató a una mujer - 26 años, sanitaria, negra- de un disparo certero. Tres años después. un jurado federal le declaró culpable "por violar los derechos civiles de la víctima". La Administración Trump pide para él una condena de un día.
- Los responsables de El Puerto de Valencia avalaron la oferta de la empresa Nautalia en un contrato de agencia de viajes valorado en 225.000 euros antes de expulsarla del concurso para terminar adjudicándoselo a la empresa en la que trabaja una amiga de la presidenta del organismo valenciano.
- Podemos regala un capirote del Ku Klux Klan al presidente de Vox en Murcia, señor Antelo, por apoyar "la cacería de inmigrantes".
- Detectan restos de cocaína y otras drogas en camarones de ríos ingleses.
- Un taxista y un albañil condenados en Cádiz por ejercer la odontología sin titulación.
- Excluyen de una oposición a una profesora por usar una letra más grande que la recogida en las bases.
- El presidente Maduro califica como "histórica" la victoria chavista en las elecciones municipales celebradas en el país en las que no ha participado la oposición.
- Dinamarca quita las pensiones vitalicias a sus políticos. Cobrarán su jubilación correspondiente por sus años cotizados como los demás ciudadanos del país.
TERCERA CLARIDAD
DESPERTARES
Gregorio Samsa despertó convertido en escarabajo como es sabido. O, al menos, eso creyó él. Como también es sabido, logró incorporarse del lecho tras arduos esfuerzos dada su fisonomía redondeada. Sus problemas continuaron, cuando intentó caminar hasta el lavabo para asearse, pues sus endebles patas inferiores no lograban mantenerle en pie. Lo consiguió, agarrándose a una silla con sus dos patas superiores y empujándola como si fuese una suculenta bola de estiércol. Con las patas intermedias, abrió la puerta del aseo, pero su volumen le impidió entrar. Lo mismo le sucedió cuando intentó salir de su dormitorio, por lo que no pudo alcanzar ninguna otra habitación. Perplejo, atrapado, sujeto a la silla, movió las antenas de su cabeza en busca de una respuesta lógica o... tranquilizadora. La primera idea que ocupó su primitivo cerebro fue la creencia de que seguía durmiendo y que todo era una terrible pesadilla, pero debió descartarla, cuando sus seis patas palparon su cuerpo y lo descubrieron sólido y palpitante, es decir, demasiado real y tangible como para ser una simple ensoñación. La segunda consistió en plantearse haber sufrido un cólico, consecuencia del kilo de habas que había cenado, que tenía el curioso efecto secundario de distorsionar la realidad. Pero seguía sintiendo un cuerpo sólido y palpitante. La tercera le trasladó al mundo del encantamiento y las maldiciones. Intentó convencerse de que algún enemigo indeterminado -quizá Hermann, el dueño del bar donde paraba siempre y al que debía un par de jarras de grog; o Albert, su vecino de arriba, al que había amonestado por tener la música demasiado alta a las ocho de la tarde; o su casero, herr Müller, al que había recriminado por el mal estado general del inmueble; o...-; algún familiar envidioso de su bienestar -aunque no mantenía relaciones con su tía Herta y su prima Milena, las únicas que permanecían vivas-; quizá alguna mujer despechada por su indiferencia o desinterés ante sus encantos y predisposición a... entablar una relación seria como su compañera Helke, secretaria de herr Fischer, su jefe más inmediato, una morena de perfil sinuoso y mirada lánguida que siempre le derrotaba; o Erika, la recepcionista, rubia y neumática, hermosa y saludable, a la que había abandonado en una cafetería tras escuchar por la radio que se avecinaba una gran tormenta y recordar que había olvidado el paraguas en su domicilio. Cuando regresó con él, ella había dejado el local, y, por más que intentó explicarle el malentendido, rechazó sus aclaraciones, tildándole de grosero y desconsiderado; o la chica del ascensor, Ruth, con la que subía y bajaba doce pisos dos veces cinco días a la semana desde el vestíbulo hasta su mesa en el Departamento de Subsidios, Becas y Prestaciones Sociales del Ministerio de Trabajo y Desempleo y que observaba en silencio sus zapatos con mirada fija como si fuese una fetichista de los pies; o Helga, la panadera, una mujerona corpulenta, sonrosada, cálida y espontánea, quien, tras entregarle su barra diaria, le abrazaba y estrechaba contra... sus enormes panes; o... Pero seguía sintiendo un cuerpo sólido y palpitante. La cuarta idea le convenció de que se había producido una explosión nuclear, accidental o voluntaria, que había convertido en repugnantes coleópteros a toda la población del país. Entonces quiso saber a qué género pertenecía. Por ese motivo decidió consultar la enciclopedia de entomología que tenía en la habitación. Caminó penosamente hasta la estantería correspondiente, apoyado en la silla, e intentó alcanzar el volumen; pero descubrió que sus apéndices no estaban adaptados para esa tarea. Entonces, intentó recordar los tipos de escarabajo que conocía y poseían un cuerpo sólido y palpitante. Desechó al pelotero, al goliath, al elefante y al titán por ser demasiados corpulentos para su exigüa anatomía. Gregorio Samsa coligió que debía haberse transformado en un insecto de dimensiones proporcionales a las suyas como humano. También descartó al escarabajo jirafa por carecer él de un cuello tan largo; al mayate y al glorioso por ser voladores -aunque los anteriores también lo eran- y residentes en México, dos condiciones que Gregorio Samsa incumplía; también excluyó a las luciérnagas, pues necesitaba encender una bombilla para iluminar la oscuridad, y a todos los tipos de gorgojos, pues despreciaba a todos los parásitos, y a los venenosos como la cantárida -pues se consideraba un hombre inofensivo-, por más que produjesen la cantaridina, sustancia tóxica en grandes cantidades que se empleó como afrodisíaco en tiempos anteriores (sobre todo entre hombres provectos). Finalmente, desestimó a los cornudos como el Hércules, el ciervo, el rinoceronte y el torito, pues, tras palparse la cabeza con las patas superiores, no descubrió ninguna protuberancia en ella. Entonces, comenzó a angustiarse. Había repasado todos los tipos de escarabajos que recordaba sin encontrar ninguno que concordase con su aspecto actual. Si no era un escarabajo, ¿qué clase de repulsivo insecto era? ¿Una vulgar garrapata tal vez? Volvió a tumbarse en la cama, sudoroso y preocupado. ¿Cómo justificaría su ausencia en el trabajo? ¿Cómo explicaría su metamorfosis? Sin duda, le encerrarían en un manicomio.
Poco a poco se quedó dormido. Cuando despertó, pudo incorporarse sin problemas. Se reconoció humano frente al espejo de pie que había en su habitación. Era media mañana. Se aseó, afeitó, vistió y desayunó. Después, salió a la calle, donde se cruzó con su vecino Albert y el casero herr Müller, a los que saludó amistosamente. Descubrió que tenían antenas en la cabeza. Entró al bar de Hermann para saldar su deuda. Se sorprendió al ver un grifo de cerveza con la cara del camarero. Cuando subió al autobús, le extrañó no ver ningún conductor y comprobar que los demás viajeros también tenían antenas. Gregorio Samsa se palpó la cabeza, pero no tocó ninguna protuberancia. En el ministerio, Erika, Ruth, Helke y sus demás compañeros también poseían antenas. Miraban fijamente enormes pantallas de cristal líquido, mientras pulsaban a gran velocidad un teclado extendido frente a ellas. Vislumbró a herr Fischer por el cristal de su despacho. Lucía unas antenas más grandes que los otros. Entonces, sintió un relámpago inspirador en su cerebro. No eran escarabajos u otro tipo de insectos a pesar de las antenas, sino... ¡robots con apariencia humana!... ¡Todos eran robots! Comenzó a sudar, mientras se acomodaba en su puesto de trabajo. Sorprendido por la naturalidad de su gesto, encendió el ordenador, y, cuando( la máquina le pidió una contraseña de entrada para continuar cargando su sistema operativo, descubrió que la desconocía, pues él siempre había utilizado lapiceros, plumas, tinteros y máquinas de escribir, y que unas pequeñas antenas comenzaban a asomar en su cabeza. Gritó, saltó, se tiró de los pelos. Ninguno de sus compañeros modificó su postura o actividad. Le dominó el pánico. Salió corriendo hacia el ascensor. Descendió hasta el vestíbulo sin despedirse de Ruth, Erika. Helke o... sus sucedáneos mecánicos. Cogió otro autobús hasta su domicilio, donde se desnudó y acostó de nuevo. Poco a poco se durmió con las manos sobre su cuerpo sólido y palpitante. Gregorio Samsa esperaba despertar en otro mundo más comprensible para él.
(Michael K)
CUARTA CLARIDAD
- Cuando un emperador chino quería eliminar a alguien, le enviaba una bufanda de seda para que se ahorcase con ella. Lo llamaban “la seda otorgada”.
- Mientras Miguel Ángel pintaba la Capilla Sixtina, recibió varias visitas del Papa Paulo III; acompañado algunas veces por el maestro de ceremonias, Biagio de Cesena, quien, siendo muy escrupuloso, criticaba abiertamente los desnudos que realizaba el pintor. Enterado el artista, lo retrató como Minos, uno de los reyes del Infierno, con una serpiente enrollada en las piernas y rodeado de diablos. Ofendido, pidió al Papa que prohibiese a Miguel Ángel pintarle de esa manera, a lo que el pontífice alegó que “en el Infierno no tenía poder alguno”.
- Conocida como “La Mulata de Córdoba” resultó acusada de hechicera, porque curaba con sus manos. Corría el año 1600. La Inquisición la condenó a encierro. En la pared de su celda, dibujó un barco con un carboncillo que halló en el suelo. Terminado el navío, se desprendió del muro y salió a mar abierto con su tripulante exprisionera.
- El emperador chino Kuanzong envió al pintor Li Xixun al valle del río JiaXing con el deseo de que reprodujera la belleza de aquel paisaje entre las paredes de su palacio de Datong. El realismo de su obra causó la admiración de todos. Sin embargo, el emperador se quejó un día ante el artista: las cascadas que había pintado producían un ruido ensordecedor y no le dejaban dormir.
- La batalla se desarrolló en la localidad italiana de Solferino en 1854 entre las tropas austriacas, dominadoras del territorio que se llamaría Italia tras la unificación de Garibaldi, y los ejércitos de Napoleón III y del Reino de Cerdeña al mando de Victor Manuel II. Las bajas fueron cuantiosas: más de cinco mil muertos, veintitrés mil heridos, cerca de doce mil prisioneros o desaparecidos entre ambos bandos. Esta batalla ha pasado a la historia, aparte de por la mortandad y derramamiento de sangre, porque originó la creación de la Cruz Roja para paliar el sufrimiento de los heridos. También es conocida, porque Solferino también es el nombre de un color entre el púrpura y el magenta, "y vibrante y enérgico" según los entendidos.
- Se mantuvieron activas entre 1966 y 1970 bajo el nombre de The Ladybirds. Practicaban un rock rudimentario, pero el gran atractivo de sus actuaciones eran ellas mismas. Antes fueron camareras en topless. Después, añadieron instrumentos a su escasa indumentaria.
QUINTA CLARIDAD
<<¡Oh, envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes>>.- (Don Quijote).