jueves, 11 de diciembre de 2025

candil 66

 



EL CANDIL
NÚMERO 66  ANNO III


PRIMERA CLARIDAD

Una de las grandes cualidades de nuestro idioma es la polisemia, o sease, la variedad de significados de una palabra. Por otro lado, dicha riqueza puede representar un problema para lectores poco duchos en la materia, pues solo el contexto de la frase indicará cuál es la más adecuada para la mejor comprensión de la misma.

Por ejemplo, todos sabemos que el vocablo “pino” nombra un tipo de árbol muy común en nuestros parques y bosques; pero, a la vez, es un adjetivo que califica un terreno en cuesta o em-pi-na-do. Otras presentan un significado muy distinto al original, fruto del uso, como:

parafernalia, “conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias y de objetos que en ellos se emplean”, pero el Derecho romano la define como “los bienes que pertenecían solo a la mujer y no entraban en la dote al casarse”; aunque también se utiliza como sinónimo de ostentoso, exagerado, o presumido.

“siniestro”, avieso o malintencionado; infeliz, desgraciado; suceso que provoca daños personales o materiales y, quizá el menos conocido, contrario a diestro, que está a la mano izquierda.

Algunas palabras merecen múltiples definiciones del diccionario

como los llamados verbos auxilares como el muy corriente “ser”, que recibe dieciséis entradas en el mismo; mientras que otras merecen una descripción breve y precisa

como “bardaje” o sodomita paciente -¿Cabe más economía y precisión?- 

“tafanario”, o nalgas; vocablo muy querido por el admirado Quevedo por su esplendor y carnosidad;

o la musical “dingolondango”, mimo, halago, arrumaco; también requiebro, piropo.

Otras resultan prolijas como los términos filosóficos

“apodíctico”, palabra extraña para referirse a lo “necesariamente válido” según el diccionario, sinónimo de “irrefutable o innegable”;

“ataraxia”, objetivo final de los estoicos, o “imperturbabilidad y serenidad ante los acontecimientos”;

escatología”, relacionada con la ultratumb; aunque más comúnmente se vincula con los excrementos;

 “logos”, conocimiento que Dios tiene de si mismo, “orden explicativo del universo”, y, según los cristianos, el Verbo, el Hijo de Dios.

Otras palabras, como bagaje, "conjunto de conocimientos que se tiene de algo o equipaje militar de un ejército o tropa en marcha" y otros dos significados que no incluyo para no resultar prolijo -dilatado, esmerado o impertinente-, derivan de idiomas extranjeros como es el caso, pues la palabra en cuestión emana del francés bagage (bagach), que significa, maleta.

Otras varían su significado con cambiar una sola letra como

el adjetivo “acerbo”, áspero al gusto, o cruel, riguroso, desapacible,

y el sustantivo “acervo”, propiedades comunes a una sociedad, o menudencias, y suele emplearse como sinónimo de conjunto. Un uso habitual es la coletilla “el acervo cultural de...”.

Basten estos breves ejemplos para demostrar la riqueza -y dificultad- de nuestro idioma. Tampoco es cuestión de aburrir al personal y caer en la pedantería.

El relato incluido en la tercera claridad narra una experiencia vivida durante mis años de opositor -como buen ciudadano, hay que oponerse a algo- en el que se comenta el sorprendente hecho de que oponerse y opositar sean sinónimos.




SEGUNDA CLARIDAD

- Obligan a callarse al exministro de justicia belga tras llevar veintitrés horas seguidas sin dejar de hablar.
- La Guardia Costera usamericana dejará de considerar símbolos de odio a las esvásticas.
- China asegura tener una pastilla que permite vivir ciento cincuenta años. 



- Santiago Abascal participa en unas jornadas de trabajo en Salamanca.
- Un asesor de Zanahorio Trump llamado Steve Wittkof orientó al Kremlin para ganarse la confianza del presidente usamericano.
- Un hombre se disfraza de su madre fallecida para cobrar su pensión.
- Próximo estreno en plataformas: "ANOTOP AT" by Netflix. Protagonizada por Alberto Núñez.
- Benjamín Netayanhu solicita al presidente israelí el indulto por sus casos de corrupción  y soborno, porque "investigarle perjudica los intereses del Estado". (Parafraseando al Rey Sol, "El Estado soy yo). 

- El Partido Popular de Almería, donde han detenido al Presidente de  la Diputación, militante de dicho partido, por una supuestra trama de corrupción en la compra de mascarilas durante la pandemia, participa en la reciente manifestación del Templo de Debod contra la corrupción, sin presunción que valga, del actual gobierno. 
- El Tribunal Supremo anula la expulsión del cuerpo de un guardia civil condenado por violencia machista, porque se lo notificaron en festivo.
- En 1980 varios ayuntamientos británicos prohibieron la proyección de "La vida de Brian" en su territorio, aunque muchos carecieran de cines.
- Un juez de Vigo no cree que una médica de familia pueda sufrir violencia de género, porque tiene "acceso a protocolos sanitarios y conoce los canales de denuncia", por lo que ha archivado la querella contra el exmarido de la facultativa.
- El ayuntamiento capitalino resuelve las quejas de los padres por demasiado calor en las aulas, poniendo aire acondicionado solo en la conserjería del centro.
- Junto con una copa coñac y un frasco de opio líquido, en los quirófanos solia un cigarro puro para ayudar a disminuir los dolores de las operaciones. Lo curioso es que el habano se introducía en el recto del paciente por el efecto de relajación muscular que posee la nicotina.
- Míster Marco Rubio, Secretario de Estado usamericano, ordena emplear el tipo "Times New Roman" en lugar del "Calibri" por considerarlo "una medida de diversidad derrochadora que ordenó emplear su antecesor demócrata".
 
















TERCERA CLARIDAD



EN EL PARO POR CULPA DE LA TALASOCRACIA



En mi círculo de amigos, me conocen por “Caracol”, dada mi proverbial tranquilidad. A los veinticinco años, casado y padre de dos preciosas criaturas, ya era Jefe de Sección de un banco recién fusionado. Con esto quiero decir que tenía un futuro muy claro por delante, que mi vida era tal y como siempre había soñado: una confortable vivienda en la zona más cara de la ciudad, un coche alemán deportivo y metalizado, un sueldo seguro y suficiente, y un apartamento en la costa. Los fines de semana cogía a mi mujer e hijos y nos íbamos a navegar en el cercano pantano de san Juan. ¡Éramos una familia feliz, qué caramba! ¡Éramos la envidia de todos nuestros vecinos, siempre con problemas a fin de mes! Con esto quiero decir que no debía preocuparme por nada. Sin embargo, un atávico e irrefrenable deseo me corroía el cacumen: quería convertirme en funcionario público, servir al Estado, equilibrar la situación, implantar la ósmosis perfecta; pues, al fin y al cabo, el Estado ya me servía a mi. Cuando se lo planteé a Maripi, mi amante esposa, abrió desmesuradamente los ojos y, después, concertó una cita con nuestro psiquiatra.

- ¿Estás loco o has pillado una depre? – me espetó, indignada.

- No, querida –respondí-. Sólo quiero hacer justicia.

- ¿Justicia? ¿No te basta con el ministro correspondiente?

- Pero, Maripi, puedo cambiar el turno en el banco. ¡Qué más da!

- Pichurri, ¿te ha sentado mal el desayuno? Nunca te había oído decir tantas estupideces seguidas.

Con esto quiero decir que mi febril deseo, mi justa ambición, no fueron asimilados, ni, por supuesto, bien recibidos. Di por terminada la conversación y me dirigí al trabajo. Allí pregunté a varios compañeros casados con funcionarias públicas sobre las condiciones laborales, salariales y de jubilación. Comprensivos, pensaron que mi mujer, por seguir la moda, quería trabajar y había decidido, a lo loco, preparar una oposición y, por tanto, me respondieron con todo lujo de detalles.

- “Caracol”, ¡déjalo! No discutas con ella. No sabes cómo se ponen las mujeres, cuando les llevan la contraria.

Y ... ¡era cierto! Yo nunca había discutido con Maripi. Pero..., ¿una oposición?, ¿qué habían querido decir con “preparar una oposición”?, ¿a quién tenía que oponerme?

A escondidas de todos mis conocidos, visité varias academias especializadas en oposiciones a la Administración Pública, y, entre otras cosas, descubrí que no eran partidos políticos contrarios al gobierno vigente, sino que la palabra “oposición” provenía del verbo “opositar”, que, a su vez, representaba uno de los diversos significados de “oponer: pretender un cargo o empleo en concurso con otros aspirantes”. Con esto quiero decir que oponer no significa, necesariamente, oponer; sino que puede equivaler a opositar, sinónimo de oponer. En resumidas cuentas, visité varias academias para informarme de cómo debía oponerme al gobierno y salí confuso y asustado. ¿Cómo permitía un gobierno legítimamente constituido que sus gobernados regentasen lucrativos negocios basados en la preparación de oposiciones a dicho gobierno? ¡No entendía ni jota! Más tarde, entre cerveza y cerveza, un amigo catedrático –por oposición- me sacó de mi error y me obligó a pagar la cuenta. Con esto quiero decir que comprendí la riqueza de nuestro idioma; aunque ¿no debería hablar, más bien, de tacañería por emplear una misma palabra para indicar diferentes acciones? Ni que decir tiene que plantear esta cuestión a mi amigo el profesor me costó una nueva ronda de pintas; pero, como trabajo en un banco, pues...

Por la noche, cenando en un restaurante de moda, rodeados de caras famosas y vidas desconocidas, reiteré mi deseo de oponerme al gobierno; pero mi mujer me ordenó silencio. En la mesa de al lado, cenaba no sé qué ministro; aunque yo no me había percatado de la situación. Entonces, intenté arreglar el entuerto, explicándole lo que me habían dicho en la academia; mas, el representante del ejecutivo, visiblemente indignado, se levantó de su silla, y, en voz alta, me dijo:

- Caballero, bastante tengo con aguantar las críticas de la oposición; así que haga el favor de dejarme cenar en paz. ¿Estamos?

Asustado, sólo pude balbucear:

- ¿La oposición? ¿Ustedes también las hacen? Entonces, dígame, ¿a quién se opone el gobierno?

Mi mujer, esa niña de trenzas rubias que conocí a los doce años, me fulminó con la mirada. Con esto quería decir que no eran ni el momento ni el lugar para proseguir mi aclaración.

Al día siguiente, tras una tediosa comida de trabajo con tres representantes de una empresa tejana, me inscribí con nombre falso en una de las citadas academias opositoras. A las cinco de la tarde, dábamos clase de cultura general; de seis a ocho, preparábamos los temas de la convocatoria. A mi lo que más me gustaba era el lenguaje, conocer el significado, siempre imprevisto y sibilino, de palabras como prosopopeya, polisemia, dicotomía, dragomán, trujumán, bardaje, laso, laxo o lato. Con esto quiero decir que mis relaciones con Maripi no se deterioraron progresivamente por mi manía de llamar proemio a los avances del Telediario o sinecura al cargo que ocupaba su hermano en el Ministerio de Hacienda; sino que la cultura diferencia, distancia, aísla. Según avanzaba en mi aprendizaje léxico, se acrecentaba la incomunicación entre mi esposa y yo. El punto culminante de nuestro distanciamiento se produjo a raíz del ataque cardiaco sufrido por mi suegro, don Ramón. Postrado en la cama, entubado por boca y nariz, suero en el brazo derecho y plasma en el izquierdo, presentaba un aspecto patético, como siempre. Como llegué al hospital antes que mi cónyuge, pregunté al médico por el estado de mi padre político. Por eso, cuando apareció Maripi, pude informarle con toda exactitud del verdadero alcance de la dolencia de su progenitor.

- ¡No te preocupes! Le han puesto una pítima.

Comenzó a preocuparse. Mi sorpresa fue mayúscula, cuando mi costilla me abofeteó en público.

- No consiento que nadie llame borracho a mi padre y menos tú..., un advenedizo en la familia.

Con esto quiero decir que no entendía absolutamente nada; porque una pítima es un socrocio que se aplica sobre el corazón y, que yo sepa, no produce efectos secundarios como vómitos o mareos y, mucho menos, borracheras. Por tanto, decidí preguntarle:

- Querida, ¿por qué afirmas que he llamado borracho a tu padre? Una pítima es un emplasto de azafrán.

- Querido esposo, yo también he leído algo y por eso sé que pítima significa, familiarmente, borrachera. ¿Comprendes mi reacción?

- ¡Perfectamente, querida!

Opositar, oposición, oponer. Pítima, socrocio, emplasto, borrachera. ¡Lo que yo decía! ¡Tacañería, ruindad, ganas de confundir a la gente, qué caramba!

Aclarado el equívoco con mi amada, visitamos al enfermo, que, diez días después, volvía a dirigir su bufete de abogados para desgracia de algún que otro pasante. Para entonces, conocía al dedillo la Constitución vigente y los diferentes tipos de pruebas que podían presentarme. En el banco, cumplía estrictamente mi trabajo y mantenía una relación afable con mis compañeros; aunque, por lo visto y oído, no era suficiente. El director en persona se encargó de pedirme más celo e integración en la plantilla. Aduje problemas familiares, pero no pareció –o no quiso- escucharme.

El primer examen se celebró un domingo, a las nueve de la mañana, en la facultad de Derecho de la Universidad Central. Aunque llegué con tiempo suficiente, a punto estuve de no encontrar el aula A-6 –donde me correspondía examinarme por la inicial de mi apellido- pues tardé media hora en hallarla, gracias a las perfectas y claras indicaciones de los convocantes. Con esto quiero decir que la extrañeza de mi mujer, cuando le dije que había quedado con mi amigo el catedrático para jugar al tenis, no se debe a una irracional desconfianza por su parte, sino a que me conoce perfectamente y sabe que los dos sólo practicamos un deporte: el levantamiento de jarras de cerveza. Pero, abnegada y sumisa, aceptó mi mentira y... me siguió con su coche. Claro que ella no conocía toda la historia. A las once de la mañana, cuando salí del aula cariacontecido y perplejo, me la encontré fumando en el pasillo.

- ¿Qué haces aquí? ¿Me has seguido?

- Sí, querido. Pensé que me la pegabas con otra.

- ¿Yo? Sería incapaz de engañarte.

- ¿Qué tal te ha ido?

- Así, así.

- ¡Me sorprendes! Con toda tu riqueza verbal y, ¿sólo puedes decirme: “Así, así”.

- ¡Ya ves! Por cierto, ¿tú sabes qué es una talasocracia?

- ¿Una qué?

- Talasocracia.

- ¿Es una de las preguntas que te han puesto?

- Sí.

- ¡La madre que los parió!

Regresamos a casa cada uno en su coche. Con eso no quiero decir que nuestras relaciones fueran malas –de hecho, estábamos esperando el tercer hijo-, sino que, si abandonábamos uno de los dos autos en el campus, tendríamos que volver otro día por el y... ¡ya que estábamos allí, pues... ¡

Tras una opípara comida y un buen veguero, consulté en la enciclopedia el significado de la maldita palabra. “Talasocracia: 1) Dominio del mar. 2) Estado cuyo potencial político-económico reside en el dominio que ejerce sobre los mares”.

- ¿Has oído, querida?

- Sí. ¿Crees que la habrá contestado alguien?

- Ni idea, pero espero que no.

- ¡Es que tienen mala leche! ¿Para qué sirve conoce el significado de esa palabra, si ya no hay Ministerio de Marina?

- El convocante pone las condiciones. Por cierto, quería decirte algo. Resulta que...

- Continúa.

- Pues que me he... despedido del banco.

- ¿Cómo? ¿Estás tonto o qué te pasa?

- Lo veía tan fácil y deseaba tanto servir al Estado que...

- ¿Te has planteado en algún momento la posibilidad de suspender? Y ahora, ¿qué va ser de nosotros, de mi, de los niños, de lo que se desarrolla en mi vientre? ¡Egoísta, mal marido, idiota!

Luego, rompió a llorar. Con esto quiero decir que nuestro posterior divorcio -¿Por qué te dejarías asesorar por tu padre, el siniestro don Ramón?- no debió producirse; pues yo me hubiera presentado al año siguiente y, entonces, sabría el significado de talasocracia. Pero, ahora, perdidos el juicio de la separación y la custodia de mis tres hijos, negada la posibilidad de reincorporarme a mi anterior puesto en el banco, me veo abandonado, solo, sin paro y llevando la contabilidad de mi amigo el catedrático, que no quiere pagar a Hacienda. Lo que es peor: me veo obligado a soportar sus bromas y puñeterías. Con esto quiero decir que no me parece justo que mi mejor amigo me diga: “Caracol”, en el fondo has tenido suerte. ¡Podrían haber preguntado cuántas ventanas exteriores tiene El Escorial!

¡Qué infausto sino el mío: en el paro por culpa de la talasocracia!



CUARTA CLARIDAD

San Juan de Letrán es una de las cuatro basílicas mayores de Roma -junto a santa María la Mayor, san Pablo Extramuros y san Pedro del Vaticano-, de obligada visita para los peregrinos si pretenden obtener indulgencias. Como las demás, posee numerosas reliquias para atraer a los creyentes (y sus limosnas). En el centro del templo, se custodia el altar de madera donde ofició el mismísimo san Pedro. En 1368 el Papa Urbano V encargó a Giovanni di Stefano (Juan de Esteban) un ciborio (baldaquín o dosel con columnas que cubre un altar o una sepultura) en cuya parte superior se conservan las auténticas cabezas de los apóstoles Pedro y Pablo. Suponemos que el sepulcro del primero que permanece en la cripta del Vaticano guarda el resto de su cuerpo.




- La taptana era un instrumento de origen andino utilizado para enseñar  las cuatro reglas a los niños y realizar cálculos aritméticos. El diseño original consistía en “una piedra rectangular de 38x15 cm con hileras laterales de diez orificios circulares para representar el valor posicional. También consta de dos matrices cuadradas divididas en nueve casillas donde se inscriben los números en espiral y se realizan los cálculos”. Puede traducirse como “dispositivo para hacer cuentas". 


En el solar que ocupa el actual ayuntamiento capitalino, anterior Palacio de Comunicaciones, por obra y gracia de Gallardón, a cuya megalomanía le pareció pequeño el edificio de la Plaza de la Villa, se levantó durante el último tercio del siglo XIX y primeros años del XX un “parque de atracciones” con columpios, quioscos de música y globos aeronáuticos; aunque el elemento más apreciado por los madrileños fue su “toboggan para adultos”.



Llamados "portapaces", son objetos de culto destinados a dar “el beso de la paz de modo honesto, religioso y rápido”. Durante la Edad Media se componían de una varita terminada en algún emblema religioso. Evolucionaron hasta pequeños cuadritos con imágenes en relieve a modo de retablo. Los temas más comunes son el nacimiento y pasión de Cristo, y representaciones de los santos patrones donde se utiliza el portapaz.








QUINTA CLARIDAD


  • La corrupción se alimenta del fanatismo del pueblo.- (Sócrates).

miércoles, 19 de noviembre de 2025

candil 65

 



EL CANDIL

NÚMERO 65  ANNO III




PRIMERA CLARIDAD

El titular del periódico afirmaba que “Piden al juez Peinado que investigue si Begoña Gómez tiene nacionalidad dominicana”. La denuncia la ha presentado, una vez más, el pseudosindicato Manos Limpias, organización de oscuras finanzas que no defiende ningún interés laboral, cuya cabeza visible es el señor Bernard, militante de Frente Nacional -partido heredero de la Fuerza Nueva del preclaro Blas Piñar-, que fue acusado de blanqueo de capitales, lavado de dinero, apropiación indebida y extorsión por exigir pagos a cambio de retirar las querellas presentadas, por lo que fue condenado a cuatro años de prisión; si bien el Supremo lo absolvió después a pesar de “comprobar presiones éticamente censurables por parte de la citada organización”.

El fundamento de la denuncia es que, dada su posible doble nacionalidad, apuntada por el empresario Aldama (que permanece en libertad tras prometer presentar pruebas para no ser encarcelado, sin que lo haya hecho hasta la fecha, en el denominado “caso Koldo”), durante una entrevista televisiva, la señora del presidente Sánchez podría fugarse. ¿Para qué? ¿Acaso el famoso juez Peinado ha probado la comisión de algún delito por parte de la interfecta tras año y medio de instrucción? ¿O se trata de la enésima maniobra de acoso y derribo a un gobierno detestado por parte de la población y la clase política?

Se apunta en la denuncia que “la citada Begoña Gómez, aprovechando su parentesco con el presidente del gobierno, presionó al empresario Hidalgo, dueño de Air Europa, para que patrocinara su cátedra en la Complutense o el gobierno no rescataría a dicha compañía aérea”. El día 6 de noviembre esta empresa devolvió el préstamo que le había hecho la SEPI para sanear sus finanzas, con lo que quedaban descartadas la maniobra de que se acusa a la mujer del pérfido Sánchez y la acusación de rescate de la misma.

El preclaro juez Peinado, que comenzó investigando irregularidades en la citada cátedra en la Complutense de la señora Gómez -que no es un particular como otros-, ha investigado a sus colaboradores tras no encontrar, hasta hoy,  prueba o indicio alguno de ilegalidad en sus actividades profesionales y ahora ha solicitado los pasaportes de la aludida y su asistente en Moncloa, Cristina Álvarez, para “precisar fechas, duración, circunstancias y coincidencias de los viajes al extranjero realizados por ambas” por si hubieran incurrido en malversación de caudales públicos. ¿Podría aducirse que el magistrado actúa a remolque de las denuncias, pues algunos viajes son anteriores a la misma y no suscitaron ningún interés del juez hasta ahora? ¿Toda la investigación de las actividades profesionales de la señora Gómez, su padre y el hermano del presidente es una coincidencia, tiene base real, o puede formar parte de una campaña político-judicial para derribar al actual gobierno? Afirmar esta última opción implicaría dudar de la imparcialidad judicial; pero también resulta curiosa la virulencia con que reacciona gran parte de la judicatura cada vez que se plantea esta posibilidad y... el que se pica, ajos come.

En otras ocasiones, personas mucho más capacitadas que yo, se han preguntado por qué no investiga el juez Peinado, propietario de un chalet irregular en La Adrada, a los asistentes personales de las esposas de los anteriores jefes de gobierno para comprobar si incurrieron también en malversación de caudales públicos como se acusa a la citada señora Gómez, sin que el ilustre magistrado haya alegado razones para no hacerlo. Después de un año y medio de instrucción, sin pruebas evidentes de comisión de delito alguno, se plantea la posibilidad del riesgo de fuga; pero ¿para qué iba a salir del país alguien al que no se ha podido probar infracción alguna y mantiene responsabilidades en el mismo como cónyuge del actual presidente? ¿Llegarán a exigir los denunciantes un test de sexo como le ha sucedido a la primera dama francesa?

Quiza todo sea una coincidencia o un exceso conspiranoico, pero, como titulaba un libro que leí en mi más tierna infancia, hay cierto olor a podrido.


SEGUNDA CLARIDAD

- Cristiano Ronaldo pone a Trump como ejemplo de paz, porque "es un tipo que puede cambiar el mundo".

- Un enfermero alemán asesina a diez pacientes para reducir su carga de trabajo.




- Proliferan las apuestas en la Liga de Baloncesto Femenino Profesional norteamericano sobre el momento en que las jugadoras tendrán o tienen la regla.

- Un contrato de alquiler por habitaciones exige que los invitados del inquilino no permanezcan más de cuarenta horas mensuales, no pernocten en el inmueble y no se consuma alcohol en el mismo.

- El Vaticano concluye que Jesús ni se apareció 49 veces ni ordenó la erección de una cruz de 738 metros en un pueblo francés.




En el siglo XIX el suicidio era considerado delito en Reino Unido y condenado con la horca.
- Mister David Richardson, jefe interino de la FEMA (Agencia Federal para la Gestión de Emergencias ), que pretendía desmantelar, dimite porque ignoraba que en Usamérica hubiera una temporada de huracanes. 
- Detenido el alcalde de Villar del Humo (Cuenca) tras encontrar la Guardia Civil una plantación de marihuana en su casa. ( Normal en un pueblo con ese nombre).


TERCERA CLARIDAD



LA FAMA



Siempre me ha gustado inventar historias desde que jugaba con mis camiones y coches en miniatura sobre la cama de mi abuelo. La lectura de narraciones de Julio Verne, Stevenson, London, Lord Dunsany, Lovecraft, Poe o Wells avivó mi natural imaginación. Mis primeros escritos aparecieron en una revista marginal que publicamos unos cuantos compañeros de bachillerato. Eran unos textos ingenuos y surrealistas. Después comencé a escribir inflamados poemas de amor a una mujer que prefirió a otro. Presenté un poemario a varias editoriales que me lo devolvieron sin un palabra favorable. En vista del éxito obtenido y de que necesitaba comer, busqué trabajo; pero continué la vida nocturna y bohemia de un crápula desencantado. Envié novelas y colecciones de cuentos a más editoriales con la callada por respuesta. Me presenté a sucesivos premios literarios con el mismo desenlace, obedeciendo la costumbre establecida, pero todo autor aspira a ver sus obras publicadas como desenlace lógico a su trabajo. Frustrado en un empleo alimenticio, aunque estable, proseguí inventando historias alentado por unos cuantos amigos que aceptaban leerlas. La vanidad me impedía aceptar la cruda realidad: no daba la talla literaria suficiente para merecer la publicación de mis escritos. Por primera vez pensé en abandonar la escritura. Mas, surgió la posibilidad de autopublicarlos, lo que implicaba que yo correría con todos los gastos de la edición; mientras la editorial se quedaba por contrato con la mayor parte de las ganancias y los derechos de la obra durante varios años. Como buenos comerciantes, los editores quieren vender. Como buen desconocedor de ese mundo, creía que la presunta calidad de mis escritos bastaría para convertirse en libros, aparecer en los escaparates de las librerías y alcanzar la fama imperecedera que anhelamos todos los soñadores. Había olvidado el triste final del Quijote por su desmedida afición a la lectura. Al fin y al cabo, los libros son ficciones alejadas de la dura realidad. La idea de abandonar la escritura volvió a rondar mi cabeza, pero la terca vanidad -la condición de escritor según otros- me hizo continuar, convencerme de que mi oportunidad llegaría algún día. Cuando ganó el premio literario más importante -y mejor dotado- del país un conocido tertuliano del que nadie sabía que se interesase por la literatura o... que escribiese, algo se encendió en mi cerebro. Yo también había participado en ese certamen y, como los demás candidatos, consideraba insuperable mi novela y quizá lo fuese, pero... no me conocía nadie. En ese momento, decidí hacerme un nombre para lograr mi objetivo: publicar libros. Me interesaba, me interesa, que me leyera el mayor número posible de persona; pues, en mi infinita vanidad, creía tener algún mensaje o enseñanza que transmitir. Por eso había leído a clásicos como Montaigne, Russell o Erasmo, amén de los griegos por supuesto. Intenté imitar a leyendas como Rimbaud, Borges, Cervantes o Kafka -incluso tuve una época cortaziana-, pero no daba la talla. La próxima celebración del patrono de la ciudad donde vivía me dio una idea para lograr popularidad.

Mi plan comenzó con la obtención de la pertinente licencia y varios meses de prácticas. Después alquilé un piso cuyas ventanas daban a la plaza donde se celebrarían los fastos inaugurales de las fiestas y varios políticos relevantes pronunciarían discursos laudatorios de la figura del santo. Me instalé unos días antes para estudiar el escenario y comprobar la visibilidad de la zona desde la terraza del edificio. La jornada festiva comenzó con una parada militar, el cierre de la plaza por las fuerzas de seguridad, de modo que solo podían acceder los vehículos oficiales de las autoridades que participarían en el acto, y un solemne tedeum. Subí a la azotea, monté el rifle que había comprado por Internet, acoplé la mira telescópica y la ajusté hasta lograr ver con nitidez el estrado y el atril frente al que se situarían los oradores. Con un poco de retraso, subió a la tarima mi objetivo: el presidente regional. Acoplé el silenciador al cañón del arma, coloqué el dedo en el gatillo y observé la escena por la mirilla. El político, figura emergente de su partido y aspirante a la presidencia de la nación para desgracia de la misma -me ofendían sus políticas populistas y reaccionarias que seguían la estela de otros gobernantes extranjeros-, colocó varias cuartillas sobre el atril, dirigió el micrófono hacia su boca y comenzó el discurso. Cuando pronunció la palabra “honradez”, no pude soportar más el asco que me producían sus palabras, por lo que apreté el gatillo. A través de la mirilla contemplé el perfecto círculo que la bala formó en su entrecejo. A través de la mirilla contemplé caer su cuerpo blando sobre el atril y, a continuación, sobre el entarimado. Varias personas corrieron en su auxilio, pero el político emergente llegó muerto a la tarima. Aprovechando la subsiguiente confusión, y antes de que algún helicóptero policial sobrevolase la zona, eliminé a mi segundo objetivo: el Jefe de Prensa del anterior, una rata miserable que envilecía la vida pública con sus bulos e intrigas barriobajeras. Luego, desmonté el arma y la guardé en su estuche correspondiente. Regresé a la vivienda, recogí el abrigo y bajé hasta el portal, donde introduje las llaves del piso en el buzón del casero, al que había dado un nombre falso. Salí a la calle y me entregué al primer policía que encontré, quien, incrédulo ante la historia que le contaba, solo reaccionó cuando le mostré el rifle. Pidió refuerzos por radio y me esposó. Pasé mi primera noche en el calabozo. Se sucedieron los interrogatorios hasta que los agentes quedaron satisfechos con mi versión de lo acontecido. Firmé una confesión e ingresé en la cárcel hasta el comienzo del juicio. Seis meses después, un juez amable, pero severo, me condenó a veinte años de reclusión mayor por asesinato en primer grado con premeditación y alevosía. Como se trataba de un caso de magnicidio y las víctimas eran personas relevantes, la justicia actuó con celeridad por una vez y sin que sirva de precedente.

Instalado en la celda donde viviría los siguientes años, comencé a escribir el relato de mi hazaña desde el momento en que tuve la idea. Proseguí con el desarrollo del plan, su ejecución y el juicio posterior. Mi abogado informó de este hecho a la prensa e invitó a las editoriales interesadas a contactar con él. No había completado el primer capítulo, cuando recibí ofertas de los principales grupos editoriales. Me ofrecían suculentos anticipos y ediciones de lujo a cambio de la exclusividad en la edición. Ahora que ya era popular, elegí a la que premiaba a otros famosos. Un año después el libro con mi nombre en la portada estaba en los escaparates de todas las librerías del país y en las más importantes del extranjero. Los críticos más influyentes alabaron la profundidad de mi escritura, la sagacidad de mis ideas y la perfección de mi estilo. Incluso me llamaron “joven promesa” de la literatura nacional a mis cuarenta años, aunque seguía siendo el mismo escritor que habían rechazado tantas veces. El director de la prisión me cedió el salón de actos para presentar la novela. Ese mismo año me concedieron el Premio Nacional. Abrí una cuenta bancaria en un paraíso fiscal para guardar los suculentos derechos de autor. La editorial sacaba una edición nueva cada mes. El morbo seguía vendiendo. Los programas televisivos de mayor audiencia solicitaron permiso al director de la cárcel para entrevistarme en directo. Era famoso y mis palabras y vivencias interesaban al público, aunque fuesen estúpidas o vulgares. Sin embargo, eran incapaces de comprender el acto de justicia que me llevó a matar a dos políticos prominentes, aunque no era el primero, ni sería el último, que había seguido ese método. La Historia está llena de magnicidios. Al fin y al cabo solo había seguido algunas normas sociales, aberrantes quizá, para alcanzar la fama. La única diferencia era que yo asumí  pagar un precio por conseguirla. Me condenaron antes de juzgarme.

Recuperé la libertad diez años después por buen comportamiento durante los que publiqué varias novelas y colecciones de relatos que tuvieron ventas regulares, pero ya había cumplido el objetivo: mi nombre era conocido por los lectores. Un diario de tirada nacional me ofreció escribir una columna semanal sobre el tema que quisiese, pero ya había decidido abandonar la escritura. No la necesitaba. Me instalé en el paraíso fiscal donde tenía la cuenta corriente y adquirí una mansión enorme con cuarenta habitaciones, piscina y pista de pádel donde disfruto la vida junto a tres señoritas siempre dispuestas a satisfacer mi más mínimo capricho,  cuando no estoy jugando al golf con actores y políticos retirados, navegando en mi yate “REY DE LOS MARES I”, o participando en cenas de gala para recaudar fondos para los más necesitados. Nadie pregunta el origen de mi fortuna. Soy famoso y lo demás es irrelevante en una sociedad basada en la riqueza, la apariencia, el negocio y el poder, donde se perdonan todos los abusos nacidos de la fama. 


CUARTA CLARIDAD

- La tradición afirma que san Maximino, uno de los setenta y dos discípulo de Jesús, navegó por el Mediterráneo junto a María de Magdala (antigua ciudad ubicada en la orilla occidental del lago de Tiberíades) o Magdalena hasta Sainte-Maries-de-la-Mer, cerca de Arlés (Francia). Después María se trasladó a Marsella y vivió sus últimos treinta años de vida como ermitaña en una cueva, la Sainte-Baume (La Santa Gruta en provenzal). Si bien otras tradiciones afirman que murió en Efeso, donde vivía junto a Juan el Evangelista. Su esqueleto fue repartido por diversos templos de la cristiandad, siendo su calavera la más espectacular y visitada en la cripta de la basílica de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume a 40 kilómetros de Aix-en-Provence. En 1296 se abrió su tumba para devolver la mandíbula que había permanecido en Roma desde el 710. En el sepulcro encontraron la Santa Ampolla, que contenía tierra empapada de sangre de Jesucristo recogida en el Gólgota por ella misma, Tras la Revolución Francesa, la calavera se incluyó en un relicario de oro de 1860 kilogramos de peso, donde sigue en la actualidad, mientras que la Santa Ampolla fue sustraída y continúa desaparecida hasta la fecha.




- Construida como encargo del gobierno francés por el escultor francés Auguste Rodin, autor de “El Pensador”, junto a su colaboradora y amante Camille Claudel, hermana de Paul -quien se lo agradeció internándola en un psiquiátrico por su vida liberal, donde murió-, entre 1890 y 1917 , mide 6'35x4x1 metros y está fabricada en bronce. La escultura debía representar como tema principal la “Divina Comedia”. Consta de un tímpano donde destaca un busto de Dante, las dos puertas con bajorrelieves y figuras de centauros raptando mujeres y las jambas que representan los amores malditos la derecha, y el limbo, la izquierda. Ocho copias de la escultura están repartidas por diferentes lugares del mundo. Es conocida como la “Puerta del Infierno”. 




Federico II Hohenstaufen, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, rey de Alemania, Sicilia y Jerusalén, era políglota. Su mayor preocupación fue descubrir el lenguaje original de la humanidad. Para ello ideó el siguiente experimento: ordenó a las madres y nodrizas del imperio que amamantaran, bañaran y lavaran a los niños, pero que no los hablaran, pues quería averiguar si las criaturas pronunciarían sus primeras palabras en hebreo, latín, griego u otra lengua distinta, según explica su cronista Salimbene di Adam, teólogo franciscano nacido en Parma. Por desgracia los niños murieron antes de hablar, por lo que el emperador se quedó sin saber qué lengua emplearon Adán y Eva en el Paraíso Terrenal. 



Los denonimados “mortsafe” (salvamuerto) eran estructuras de hierro colocadas sobre las tumbas para evitar el robo de los cuerpos que se vendían después a médicos y estudiantes de medicina para practicar disecciones. Proliferaron durante los siglos XVII y XIX en Escocia e Inglaterra.



Este cuadro representa al gran Napoleón Bonaparte cruzando los Alpes a lomos de un magnífico córcel blanco. Es un buen ejemplo de propaganda política, pues el emperador galo cruzó dicha cordillera a lomos de un humilde borrico. 




QUINTA CLARIDAD


Escalera de la Sociedad de Autores de Madrid


  • El problema no es que la gente carezca de educación. El problema es que las gentes están lo suficientemente educadas para “creer” lo que se les ha enseñado, pero no para cuestionar lo que deben creer.- (Richard Feynmann, físico usamericano).



jueves, 6 de noviembre de 2025

candil 64

 


EL CANDIL

NÚMERO 64  ANNO III



PRIMERA CLARIDAD


El pasado 23 de octubre el señor Sanz, flamante consejero de sanidad andaluz, afirmó en el parlamento autonómico que “las manifestaciones callejeras de las mujeres afectadas por los cribados de cáncer de mama y por el retraso en informarles de los resultados de sus mamografías producen alarma social”. Su gobierno ha intentado deslegitimarlas al presentar unas imágenes en las que algunas pacientes aparecían junto a políticos socialistas. Por supuesto, han omitido en las que las mismas u otras posaban con dirigentes populares. El señor consejero está preocupado por esta circunstancia. También parece, y es una percepción personal, que está más molesto por este hecho que por la incertidumbre y angustia que dichos retrasos hayan podido generar a las afectadas. Y también parece más preocupado que por la desgracia de que muchas enfermas hayan fallecido esperando dichos resultados o la repetición de mamografías sospechosas para determinar la gravedad de sus lesiones. También parece más preocupado por las justas reivindicaciones de las afectadas que por la  recurrente política sanitaria de su gobierno, y el partido, a que pertenece, que escatima recursos públicos para derivarlos a las empresas privadas del ramo. Es una maniobra muy antigua: para justificar los conciertos sanitarios -ojalá algún día sepamos a cambio de qué- con empresas privadas basta con deteriorar a sabiendas los servicios públicos. Se trata de hacer negocio antes que prestar la mejor atención sanitaria posible al ciudadano que, en muchos casos y siempre que pueda, puede verse obligado a contratar un seguro médico privado -con lo que paga dos veces por lo mismo, pues seguirán descontando de su nómina la aportación a la sanidad pública- para que le atiendan más rápido; aunque se da la circunstancia de que, en caso de enfermedad grave o costosa, las empresas privadas devuelven al paciente a la sanidad pública para ahorrarse costes.

El señor consejero lamenta la “alarma social”, porque denuncia esa política sanitaria de su gobierno que fomenta el negocio antes que la salud, como ya quedó dicho, y reduce el personal sanitario para facilitar los conciertos privados; lo que genera más carga laboral para las plantillas y demoras excesivas en las primeras consultas, ergo en las pruebas, ergo en los diagnósticos, ergo en las operaciones, ergo en la salud de los ciudadanos; siempre que piense alguna vez en ellos. Pero asumir este hecho sería reconocer su responsabilidad y la de su gobierno, con el señor Moreno Bonilla a la cabeza, quien se ausentó de la sesión parlamentaria sobre el tema en cuanto terminó de hablar el citado consejero para no escuchar a la desleal oposición; pues puede implicar perder votos -¡el poder es lo único importante!- y que ganen las próximas elecciones los corruptos socialistas, pues debilitar un servicio público no es corrupción, como mentir no es ilegal, sino libertad de mercado, un sistema en el que todos somos clientes que podemos comprar según nuestro nivel adquisitivo y el que no pueda, ¡allá penas!. Los que pensamos que la salud y la educación deben quedar fuera del mercadeo somos unos pobres ingenuos.

El ministerio del ramo ha exigido los cribados de dichas mamografías y todas la comunidades autónomas populares se han negado a entregarlos, “porque contienen información sensible y personal de las pacientes”. Quizá por esa misma razón han tardado tanto en informarles, “para proteger sus datos y evitar que se alarmen ante posibles diagnósticos positivos”. Según el criterio del señor consejero, la duda es preferible a la certeza para la tranquilidad personal. Más, ¿por qué se han negado a colaborar con el ministerio Comunidades que no tienen el problema de Andalucía? ¿Por oponerse siempre a un gobierno que está destrozando el país según afirman? ¿Donde gobierna el Partido Popular, como Andalucía, está mejorando el citado país? ¿Se oponen por corporativismo mal entendido o interesado? O ¿tal vez temen que dicho gobierno pueda obtener pruebas que demuestren su gestión partidista de la sanidad, en este caso, contraria a los intereses generales que deben proteger y fomentar como gobernantes? Es decir, ¿considera también “alarma social” el señor consejero, y su gobierno y el partido en que milita, que pueda verificarse la sospecha que tienen muchos sobre su forma de gestionar los servicios públicos, basada en el clientelismo y el negocio antes que en una buena atención al ciudadano que los mantiene con sus impuestos? Al fin y al cabo, los servicios sanitarios públicos no tienen -perdón: no deberían- por finalidad la rentabilidad económica, sino el cuidado de la salud ciudadana; aunque también puede ser otra ingenuidad por mi parte. ¿Considera  también causa de “alarma social” el hecho de que otros presidentes autonómicos de su partido, como la extremeña y el castellano-leonés, hayan despedido a los bomberos forestales que este verano pelearon, y murieron, contra los incendios que arrasaron sus territorio, ahora que se han extinguido y después de afirmar que reforzarían sus plantillas? A veces parece que los “responsables populares” sufragan los servicios públicos con su propio bolsillo, vista la facilidad con que reducen sus presupuestos y el personal de los mismos.

El señor consejero de sanidad andaluz lamenta la “alarma social” que puedan generar las manifestaciones callejeras de las afectadas por el retraso de sus mamografías; sin embargo justifica y defiende la citada ausencia de su presidente en sede parlamentaria al tratar este tema, actitud que, amén de perplejidad, produce alarma social por el desinterés que transmite a las pacientes y al resto de la sociedad andaluza; aunque, por lo visto y oído, no le importan demasiado.

En definitiva, para el señor consejero y el gobierno andaluz, provoca más alarma social la denuncia del mal funcionamiento de la sanidad que el deterioro interesado de la misma, y el consiguiente efecto sobre los ciudadanos, responsabilidad personal y directa de este caballero y sus antecesores en el cargo.

El protocolo de actuación del PP respecto a las víctimas de cualquier catástrofe sucedida en territorios donde gobierna siempre es el mismo: apoyarlas y defenderlas cuando se beneficia, o despreciarlas, ningunearlas o relacionarlas con la izquierda, cuando puedan perjudicarle. ¡Enhorabuena!


P.d.- Días después el grupo parlamentario popular andaluz rechaza la creación de una comisión de investigación sobre el tema. Blanco y en botella. Más tarde, un senador popular andaluz afirmó en un programa radiofónico que deberían dimitir los médicos que no informaron a las pacientes en lugar del presidente de la Junta de Andalucía.




SEGUNDA CLARIDAD


- En un vídeo fechado en 1987, la voz en off de Ronald Reagan afirma que "a largo plazo los aranceles comerciales perjudican a todos los estadounidenses, tanto trabajadores como consumidores. Los aranceles elevados conducen a represalias de paises extranjeros y al desencadenamiento de feroces guerras comerciales. Entonces, ocurre lo peor: los mercados se contraen y colapsan, las empresas e industrias cierran y millones de personas pierden sus empleos". (La Administracion Trump lo ha tildado de falso y ha roto negociaciones comerciales con Canadá, porque dicho vídeo está incluido en una campaña de la provincia de Ontario contra la política comercial de Zanahorio).

- Una ambulancia del Servicio Vasco de Salud aparece a la venta por siete mil euros en una web de segunda mano.

- La empresa alemana que fabrica el montacargas utilizado por los ladrones que robaron diversas joyas en el Louvre hace unos días promociona este producto con el eslogan: "Cuando hay que hacer las cosas rápido".

- La Universidad de León crea el título de "Pedagogía Antifascista ".

- El gobierno balear compra ambulancias que los conductores de dicho servicio no pueden conducir al carecer de la licencia necesaria para manejar vehiculos de tanto peso.

- La policía israelí detiene a la exjefa jurídica del ejército por filtrar  un vídeo en el que varios soldados torturaban a un preso palestino.

- El grupo parlamentario socialista lleva al Congreso una reforma legal para que los fondos buitres tengan ayudas por alquilar barato. (Me lo expliquen).

- Google alerta de que la IA crea virus informáticos que mutan en tiempo real para franquear los sistemas de ciberseguridad.

- Hay niños belgas estudiando en coles de Bruselas (Anónimo).










TERCERA CLARIDAD



A VECES


                Hay muchas situaciones que no                comprendo:

                la violencia en todas sus formas

                la soberbia

                el desprecio

                la humillación

                pero, sobre todo, la ignorancia y su primogénito: el miedo

                No comprendo cómo algunas personas viven entre sombras y temores

                mientras presumen de cargos,  aparatosidad,   posesiones

                mientras toman decisiones y realizan actos injustos

                crueles

                perversos

                inhumanos

                A veces me pregunto a qué especie animal pertenecen



CUARTA CLARIDAD

- Se denomina tastevin a una herramienta esencial para los sumiller, consistente en una pieza pequeña -bañada en plata, alpaca, estaño, peltre u otro metal que no transmita sabores, colgada del cuello mediante una cadena de mismo material- con forma de taza, concha o tronco cónico truncado y un asa donde se introduce el meñique y un soporte plano para el pulgar. Se emplea para la cata de vinos en bodegas mal iluminadas y  restaurantes de muchas estrellas. Comenzó a usarse en el siglo XVI. Desde 1934 existe la Cofradía de los Caballeros del Tastevin, con sede en el château de Clos de Vougeot (uno de los grandes vinos de Borgoña), donde sus miembros se reúnen para degustar los grandes caldos y las mejores viandas de la región .



- Visita obligada en un viaje por Italia es la ciudad de Anagni, al suroeste de Roma, conocida como “la ciudad de los Papas” por haber nacido cuatro en ella, para admirar su catedral románica de los siglos XI-XII y, dentro de ella, la cripta de san Magnus, cuyas pinturas del siglo XIII ocupan una superficie de quinientos metros cuadrados y representan la salvación del hombre desde la Creación hasta el fin de los tiempos apocalípticos e imágenes de santos y mártires cristianos.


Claro que, más cerca y no menos admirable, es la colegiata de san Isidoro, cuya cripta o Panteón Real de los monarcas leoneses es conocida por el rimbobante, aunque no inmerecido, nombre de “Capilla Sixtina del románico". 



Rotspanier (español rojo) es el término despectivo que se utilizaba para referirse a los españoles republicanos por considerarlos enemigos políticos por el Tercer Reich. Unos setenta mil, del medio millón de españoles que pasaron a Francia durante y tras la Guerra Civil, fueron esclavizados por los nazis en Francia para construir el llamado “Muro Atlántico”, un sistema de fortificaciones costeras nazis desde Noruega hasta España.

Denominados hanap -del germánico hnapp, cuenco- es un recipiente en forma de jarra, copa o jarrón de origen medieval y utilizado para beber vino especialmente. Se fabricaban en cristal, bronce esmaltado y aleación de estaño y cobre. También se emplearon con el mismo nombre cráneos de enemigos abatidos.




QUINTA CLARIDAD



  • En nuestros días la dictadura mundial del mercado dicta órdenes contradictorias: nos manda apretarnos el cinturón y hay que bajarse los pantalones.-(Eduardo Galeano,escritor uruguayo)