<<EL NUEVO CHAFARDERO INDOMABLE>>
NÚMERO 103 ANNO VI
PRIMERA PLANA
Les Luthiers han llenado de risas e inteligencia mi vida y la de muchos amigos y amigas. Somos mejores gracias a ellos, por lo que debemos estarles agradecidos. Permítaseme que me ponga nostálgico, ¡Sniff! Un día de finales de los años setenta, unos colegas del colegio -cuyo nombre no citaré para que algunos me sigan teniendo respeto, aunque puedo añadir que había sotanas por medio- me hablaron de un grupo argentino genial. Esa misma tarde fuimos a casa de Luis a escuchar sus discos. Entonces, tuve una revelación, me hice más creyente, más optimista, tras escuchar su extenso "Vals del segundo", cuyo enlace les ofrezco como ejemplo del mamoneo (que, curiosamente, significa trabajar duramente en Honduras, como en el resto del mundo) que se gastan estos señores tan serios y... ¡clásicos!
La primera vez que los vi en directo fue en el Teatro Alcalá Palace, aunque no los ví. Me tocó una butaca frente a una columna, por lo que sólo pude oírles; lo que me recordó las sensaciones de sus discos. Pocos años después, junto al señor García, don Enrique, tuve la gran fortuna de oírles y verles en el mismo recinto tras una espera en sillas de playa con cigarrillos, cervezas y música frente a la taquilla. No descubriré nada nuevo al afirmar que los integrantes del combo bautizado "Conjunto de instrumentos informales Les Luthiers" son divertidos e ingeniosos; pero, sobre todo, inteligentes. No en vano han conseguido atraer a sus actuaciones a varias generaciones de una misma familia y pervivir como grupo desde su fundación en el lejano 1967. Sin embargo...
..., el tiempo también derrota a los genios, a aquellos que nos iluminan la vida. En 2015, falleció Daniel Rabinovich, el más histriónico de todos, ese señor que cantaba: "¡No, nene, no!... Las gallinitas no hablan". Su corazón no soportó tanta creatividad. Hace unos días, nos dejó -a sus desolados admiradores- Marcos Mundstock, ese señor calvo de amplia frente -como yo-, voz abisal -por profunda- e ingeniosos juegos de palabras -"¿Cómo se dice mal aliento en vasco? Bilbao, o "Pañales Pompom, los más impermeables e hipermeables"- que provocaban la carcajada general y el aplauso unánime. Antes abandonó el grupo el señor Carlos Núñez, principal pianista del elenco, para dedicarse, entre otras cosas, a la malacología; ciencia que desconozco ampliamente, por lo que no puedo -ni debo- añadir nada más,
Parafraseando a otro argentino genial que también admiro, el señor Julio Florencio Cortázar, Les Luthiers son unos auténticos cronopios y todos sus seguidores, unos afortunados.
¿QUÉ SUCEDIÓ EN ESTOS DÍAS?
- Vox denuncia al gobierno ante el Constitucional, argumentando que se ha convertido en el Gran Hermano de George Orwell, un escritor comunista británico que luchó contra Franco durante la Guerra Civil española.
- La policía impide a tres familias navarras celebrar una barbacoa con sus respectivos hijos para "celebrar que los menores pueden salir".
- Alimenta con leche a varias serpientes en su casa, porque traen suerte.
- Míster Trump descarta rescatar Estados usamericanos gobernados por demócratas.
- Cultura para todos: desinfectan con lejía la playa de Záhara de los Atunes por el coronavirus para que los niños puedan jugar.
- La presidenta capitalina otorga personalidad jurídica al "concebido no nacido, inscribiéndolo en el libro de familia".
- Un concejal de Vox en Torrelodones sigue el pleno telemático del ayuntamiento mientras conduce.
- Un asteroide con forma de mascarilla pasará cerca de la Tierra.
- Una pareja argentina impone a su hijo el nombre de Covid en homenaje a las miles de víctimas del virus.
- Vox alerta de que el gobierno quiere llevar los restos de Stalin al Valle de los Caídos.- (El Jueves).
- La Iglesia acepta procesiones con muñecas hinchables en esta Semana Santa.- (Más Jueves).
LITERALIA
Ezequiel Peneque permanecía soltero. Nunca fue muy hábil en los juegos sociales y su temperatura corporal era más bien fría. Llevaba treinta años como oficinista en una notaría. Podría haber ascendido en el escalafón y ganar un sueldo más elevado, pero también carecía de ambiciones. Rondaba los cincuenta, vestía con pulcritud, sin elegancia, vivía en el piso de sus padres con la única compañía de "Currito", un loro que su progenitor trajo de su luna de miel. Intentó enseñarle todas las canciones de Antonio Molina y Juanito Valderrama, pero el plumífero no había emitido el más mínimo sonido durante los quince años de vida que Ezequiel Peneque le calculaba. Tal vez, tuviera algún problema físico, aunque varios veterinarios habían negado esta posibilidad; motivo por el que no eran muy apreciados en casa de los Peneque. Tal vez, el ave odiaba dichas melodías, pues se le erizaban las plumas en cuanto las oía.
La jornada laboral de Ezequiel -Zeque para los asiduos- Peneque finalizaba a las cinco de la tarde, lo que le concedía varias horas de ocio que /compartía junto a sus amigos Prisciliano Rubicundo, catador, y Agapito Retinto, tabernero, en varios establecimientos de bebidas. Solían reunirse alrededor de las seis de la tarde en la bodega "Abstinencia letal", donde saboreaban recios vinos de Navalcarnero entre charlas sobre la última jornada de la Liga de fútbol y comentarios sobre las parroquianas del local. Ninguno pretendía emparejarse o hacerse novio formal de alguna, pero seguían admirando su belleza. De allí se trasladaban a la taberna "El crisol de culturas", donde, tal y como indicaba su nombre, podían degustar cualquier bebida existente en el mundo. Como buenos profesionales, comenzaban con licores suaves para ir aumentando paulatinamente su graduación hasta alcanzar ese nivel de embriaguez en que la vida se reduce a risas tontas, comentarios inconexos y ... ¡la próxima la pago yo! Sobre las nueve de la noche, aparecían por una casa de comidas, a la que eran fieles desde hacía muchos años, donde apuraban una copa de oporto como aperitivo, deglutían cualquier cosa, y remataban con otra copa de oporto para facilitar la digestión. Tras despedirse del dueño, proseguían su heroica marcha hasta "El Filibustero", donde se dedicaban en los whiskys exclusivamente. Primero un Cardhu, luego un Chivas 12 años, después un Macallan, a continuación un Glenfiddich 1937, para rematar, cuando apenas distinguían la barra y al camarero, con un Connemara con sabor a pistacho, pasas y anís; porque los frutos secos son buenos para la salud.
Alrededor de la medianoche, los tres amigos se despedían a la puerta del establecimiento hasta el día siguiente, en que repetirían la misma ronda como llevaban haciendo doce años sin interrupción desde que se conocieron en un funeral, hiciese frío o calor, lloviese o tronase, nevase o granizase. Al fin y al cabo,, eran gente seria y cabal.
Ezequiel Peneque concluía la jornada administrando cinco gotas de auténtico orujo gallego a "Currito" para aclararle la garganta. Por su parte, nuestro protagonista apuraba un chupito del citado licor con un poderoso trago antes de introducirse en la cama, donde dormía como un bendito hasta la hora de trabajar..., si se despertaba a tiempo.
LA RONDA (opus minos)
Ezequiel Peneque permanecía soltero. Nunca fue muy hábil en los juegos sociales y su temperatura corporal era más bien fría. Llevaba treinta años como oficinista en una notaría. Podría haber ascendido en el escalafón y ganar un sueldo más elevado, pero también carecía de ambiciones. Rondaba los cincuenta, vestía con pulcritud, sin elegancia, vivía en el piso de sus padres con la única compañía de "Currito", un loro que su progenitor trajo de su luna de miel. Intentó enseñarle todas las canciones de Antonio Molina y Juanito Valderrama, pero el plumífero no había emitido el más mínimo sonido durante los quince años de vida que Ezequiel Peneque le calculaba. Tal vez, tuviera algún problema físico, aunque varios veterinarios habían negado esta posibilidad; motivo por el que no eran muy apreciados en casa de los Peneque. Tal vez, el ave odiaba dichas melodías, pues se le erizaban las plumas en cuanto las oía.
La jornada laboral de Ezequiel -Zeque para los asiduos- Peneque finalizaba a las cinco de la tarde, lo que le concedía varias horas de ocio que /compartía junto a sus amigos Prisciliano Rubicundo, catador, y Agapito Retinto, tabernero, en varios establecimientos de bebidas. Solían reunirse alrededor de las seis de la tarde en la bodega "Abstinencia letal", donde saboreaban recios vinos de Navalcarnero entre charlas sobre la última jornada de la Liga de fútbol y comentarios sobre las parroquianas del local. Ninguno pretendía emparejarse o hacerse novio formal de alguna, pero seguían admirando su belleza. De allí se trasladaban a la taberna "El crisol de culturas", donde, tal y como indicaba su nombre, podían degustar cualquier bebida existente en el mundo. Como buenos profesionales, comenzaban con licores suaves para ir aumentando paulatinamente su graduación hasta alcanzar ese nivel de embriaguez en que la vida se reduce a risas tontas, comentarios inconexos y ... ¡la próxima la pago yo! Sobre las nueve de la noche, aparecían por una casa de comidas, a la que eran fieles desde hacía muchos años, donde apuraban una copa de oporto como aperitivo, deglutían cualquier cosa, y remataban con otra copa de oporto para facilitar la digestión. Tras despedirse del dueño, proseguían su heroica marcha hasta "El Filibustero", donde se dedicaban en los whiskys exclusivamente. Primero un Cardhu, luego un Chivas 12 años, después un Macallan, a continuación un Glenfiddich 1937, para rematar, cuando apenas distinguían la barra y al camarero, con un Connemara con sabor a pistacho, pasas y anís; porque los frutos secos son buenos para la salud.
Alrededor de la medianoche, los tres amigos se despedían a la puerta del establecimiento hasta el día siguiente, en que repetirían la misma ronda como llevaban haciendo doce años sin interrupción desde que se conocieron en un funeral, hiciese frío o calor, lloviese o tronase, nevase o granizase. Al fin y al cabo,, eran gente seria y cabal.
Ezequiel Peneque concluía la jornada administrando cinco gotas de auténtico orujo gallego a "Currito" para aclararle la garganta. Por su parte, nuestro protagonista apuraba un chupito del citado licor con un poderoso trago antes de introducirse en la cama, donde dormía como un bendito hasta la hora de trabajar..., si se despertaba a tiempo.
OLDIES
¡Magnífico el brandy 103! La compañía ideal para una tarde inolvidable.
103: https://www.youtube.com/watch?v=pD8Fdeker0E
CRÓNICAS DE SOCIEDAD (urbi et orbi)
- El pan líquido era el alimento principal en los monasterios medievales tanto masculinos como femeninos, si bien la regla determinaba los litros que podían ingerir los monjes y las monjas según su sexo y condición. Se considera que los cistercienses fueron los primeros en elaborarlo alrededor del año 1098 en el monasterio madre de Citeaux (Citó) . Cuando se popularizó entre la población seglar, se denominó cerveza.
- El código de Hammurabi -1750 a.C.-, estipulaba ya el derecho de los babilonios a recibir su dosis diaria de cerveza como parte de su dieta habitual. Los más pobres la sorbían con pajitas de caña y los más acaudalados, con canutos de oro. Su adulteración se castigaba con la muerte por ahogamiento en cerveza.
- Las flores de lúpulo no se añadieron hasta el siglo XIII en Alemania al comprobarse que, aparte de dotarle de su característico sabor amargo, conservaban más tiempo las propiedades de la cerveza. Anteriormente se utilizaba gruit, una mezcla de hierbas aromáticas que hoy se sigue empleando en las cervezas tipo ale, más ligeras que las otras.
- La leyenda de John Barleycorn se pierde en la noche -y el día- de los tiempos. Se le considera la personificación del proceso que sufre la cebada hasta convertirse en whisky y cerveza, en cuya elaboración sufre mutilaciones y torturas hasta transformarse en risueño alcohol dentro de una barrica. El poeta inglés Robert Burns le cantó en un poema que le representa como un mesías que se sacrifica por el bien de los demás... bebedores. La banda inglesa "Traffic" lo inmortalizó en su magnífico disco de 1968 "John Barleycorn (must die)".
- El brandy es un destilado de vino. Su nombre deriva del holandés brandewijn, vino quemado, y puede alcanzar hasta 60ª de graduación; si bien el estándar comercial oscila entre los 30 y 40ª. Se trata de un producto muy similar al elaborado en las ciudades francesas de Cognac, sita en el departamento de Charente, y Armagnac, protegidas por la "denominación de origen". Debido a esta circunstancia, el licor andaluz tuvo que buscar otro nombre para poder ser comercializado.
- El brandy 103 toma su nombre de los días que la expedición Magallanes-Elcano permaneció en el mar sin tocar tierra firme. Elaborado y comercializado por las bodegas Osborne, ubicadas en Jerez de la Frontera, su fundador fue un exportador inglés de vinos llamado Thomas Osborne Mann, señor de Yalbourne, originario de Exeter, y tatatatanoséqué de nuestro admirado Bertín, alias Norberto.. Sus indiscutibles méritos le valieron el título de conde en el siglo XIX.
CRÓNICAS DE SOCIEDAD (urbi et orbi)
- El pan líquido era el alimento principal en los monasterios medievales tanto masculinos como femeninos, si bien la regla determinaba los litros que podían ingerir los monjes y las monjas según su sexo y condición. Se considera que los cistercienses fueron los primeros en elaborarlo alrededor del año 1098 en el monasterio madre de Citeaux (Citó) . Cuando se popularizó entre la población seglar, se denominó cerveza.
- El código de Hammurabi -1750 a.C.-, estipulaba ya el derecho de los babilonios a recibir su dosis diaria de cerveza como parte de su dieta habitual. Los más pobres la sorbían con pajitas de caña y los más acaudalados, con canutos de oro. Su adulteración se castigaba con la muerte por ahogamiento en cerveza.
- Las flores de lúpulo no se añadieron hasta el siglo XIII en Alemania al comprobarse que, aparte de dotarle de su característico sabor amargo, conservaban más tiempo las propiedades de la cerveza. Anteriormente se utilizaba gruit, una mezcla de hierbas aromáticas que hoy se sigue empleando en las cervezas tipo ale, más ligeras que las otras.
- La leyenda de John Barleycorn se pierde en la noche -y el día- de los tiempos. Se le considera la personificación del proceso que sufre la cebada hasta convertirse en whisky y cerveza, en cuya elaboración sufre mutilaciones y torturas hasta transformarse en risueño alcohol dentro de una barrica. El poeta inglés Robert Burns le cantó en un poema que le representa como un mesías que se sacrifica por el bien de los demás... bebedores. La banda inglesa "Traffic" lo inmortalizó en su magnífico disco de 1968 "John Barleycorn (must die)".
- El brandy es un destilado de vino. Su nombre deriva del holandés brandewijn, vino quemado, y puede alcanzar hasta 60ª de graduación; si bien el estándar comercial oscila entre los 30 y 40ª. Se trata de un producto muy similar al elaborado en las ciudades francesas de Cognac, sita en el departamento de Charente, y Armagnac, protegidas por la "denominación de origen". Debido a esta circunstancia, el licor andaluz tuvo que buscar otro nombre para poder ser comercializado.
- El brandy 103 toma su nombre de los días que la expedición Magallanes-Elcano permaneció en el mar sin tocar tierra firme. Elaborado y comercializado por las bodegas Osborne, ubicadas en Jerez de la Frontera, su fundador fue un exportador inglés de vinos llamado Thomas Osborne Mann, señor de Yalbourne, originario de Exeter, y tatatatanoséqué de nuestro admirado Bertín, alias Norberto.. Sus indiscutibles méritos le valieron el título de conde en el siglo XIX.
FRASE DEL DÍA (sea el que sea)
"El alcohol puede ser el peor enemigo del hombre, pero la Biblia dice que ames a tu enemigo".-
(Anónimo)
CONTRAPORTADA
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