domingo, 20 de marzo de 2022

chafardero 160

<<EL NUEVO CHAFARDERO INDOMABLE

NÚMERO 160  ANNO VIII>>





PRIMERA PLANA 

"Si un padre mata a sus hijos por  un problema con su pareja, no es violencia machista; sino intrafamiliar", afirma Núñez Feijóo sobre la llamada violencia vicaria, presidente gallego y futuro presidente, salvo sorpresas, del Partido Innombrable, siguiendo la estela de sus primos hermanos de Vox y de iluminados de su partido como el senil Consejero de Sanidad Andaluz. ¿Cambiar un adjetivo disminuye la barbaridad del acto? ¿Quiere decir, con sus palabras, que le parece un acto menos violento y, por tanto, menos condenable, o intenta asegurarse el apoyo de Abascal y sus secuaces en un futuro como posible presidente del país como han hecho otros compañeros de partido en las Comunidades Autónomas que presiden? ¿A las víctimas -los  hijos en este caso- les soluciona algo que la barbaridad de su progenitor se califique como "género o intrafamilliar", o, tal vez, puedan pensar que algunos políticos de su país desvarían o son, al menos, unos caraduras a  los que no importa su seguridad?  Sin embargo, el 27 de julio pasado se modificó una ley gallega (11/2007) para considerar la violencia vicaria como "de género" con carácter retroactivo.

Cabe recordar que el señor Feijóo presume de moderado y dialogante, por lo que, tal vez,  podamos imaginar una escena en la que un padre separado de su esposa ataca a sus descendientes arma en ristre, mientras el preclaro político, presente en el lugar, les comenta que les dolerá menos al ser un caso de violencia intrafamiliar; con lo que suponemos que las víctimas respirarán aliviadas.

También es oportuno recordar que el Partido Innombrable comenzará una nueva etapa con el dirigente gallego que destacará por su sentido común y no por el insulto y la demagogia como su antecesor en el cargo; salvo que nos encontremos ante un nuevo caso de cambio de collar al mismo perro.

¿En qué piensan -si lo hacen- algunos políticos, cuando realizan afirmaciones semejantes? ¿Las realizan sólo para sus votantes o para toda la población? ¿Son conscientes de todos los efectos que producen sus palabras? ¿Son conscientes? ¿Conocen realmente la realidad de sus compatriotas o se limitan a soltar una propaganda que les permita alcanzar el poder para imponer su ideario en nombre de la ley y la democracia, dos conceptos en los que no creen ni respetan? ¿Por qué no se exige requisito alguno a quien pretenda dirigir un país -conocer su Constitución por ejemplo-, mientras todos los demás deben superar exámenes y oposiciones para obtener un trabajo en los que deben demostrar su conocimiento de la Carta Magna por ejemplo? ¿Requiere más capacitación desempeñar cualquier empleo que gobernar un país, o tal vez no se les exige ninguno, porque entonces viviríamos en un continuo desgobierno (situación que se produce a menudo, aunque haya un gobierno)?

Días antes, el citado señor Feijóo señaló  que el gobierno central se forraba con los impuestos de los carburantes, de los que las comunidades autónomas, como la que preside, reciben la mitad,  y más tarde comentó que: "Galicia no ama la libertad. Por eso ya no quiero vivir allí. Madrid ama la libertad, por eso quiero volver a vivir en Madrid". Preside la Comunidad gallega desde 2009 con mayorías absolutas, aunque su deuda pública haya aumentado un  226% en ese período. ¿No se ha dado cuenta hasta ahora de que vivía entre presos?

Espero que mis amables lectoras y lectores se hayan preguntado alguna vez porqué las personas verdaderamente inteligentes no suelen dedicarse a la política.



¿QUÉ SUCEDIÓ EN ESTOS DÍAS?

- Orden de alejamiento de los parkings de L'Hospitalet de LLobregat a un hombre por robar cincuenta coches en un día.

- Mike Tyson pone a la venta unas gominolas de marihuana con forma de oreja mordida.

- Un grupo de personas destroza la zona genital de una mujer desnuda perteneciente a una falla valenciana.

- Detienen a un conductor drogado y alega inmunidad diplomática con un DNI de la República Errante Menda Lerenda.

- La Cruz del Valle de los Caídos entra en el Libro Guinnes de los Récords al ser la más alta del mundo.

- Condenan a un año de prisión a un hombre por violar a una gallina.

- Se dispara en las  farmacias la venta de pastillas de yodo contra la radiación nuclear, aunque los médicos aseguren que no resultan eficaces.







OLDIES

"John Burleycorn must die" es un clásico de Traffic de 1970. El título hace referencia al proceso que sufre la cebada desde su siembra hasta su fermentación y convertirse en saludable cerveza o digestivo whisky. También alude, parece ser, a cierta tortura medieval en que se introducía al reo en cebada en fermentación como si fuese un hueso de jamón. 

https://www.youtube.com/watch?v=fsIdhSzyx8M



LITERALIA



EL DEFENSOR DEL PUEBLO





Siempre quise ser detective privado. Por ese motivo, me compré un sombrero. Todos y todas me conocen como Rick OBannon, aunque mi verdadero nombres es el más prosaico Ricardo Baena. Soy inspector de abastos, pero, en mis ratos libres, me paseo por las calles con mi Borsalino negro y mi gabardina cruzada. Incluso he renunciado a un noviazgo ventajoso por considerarlo incompatible con mi vocación. Hasta ese momento ignoraba los grandes sacrificios que exige la obtención de un sueño. Cuando recorro la ciudad al anochecer, me siento pleno, realizado, ¿feliz? Soy consciente de que se trata de un juego inocente -quizá, insensato-, pero necesario para mi cordura.

Un atardecer de otoño, cuando el sol nos regala esos horizontes rojizos con tonos dorados que despiertan nuestra más sincera admiración, entré a comprar tabaco negro sin filtro -como los hombres- en un estanco próximo a mi domicilio, con tan buena suerte que un atracador amenazaba a la dependienta con una navaja. Respiré profundamente, y, henchido de gozo, carraspeé para atraer la atención de ambos -asaltante y asaltada-, y me presenté en los siguientes términos:

- ¡Buenas tardes! Soy Rick OBannon, detective privado, para servirles.

Después, conminé al atracador a deponer su actitud; pero éste te limitó a mirarme con sorpresa, primero; luego, con recelo, y, por fin, con desprecio.

- ¡Largo de aquí, o te rajo! - me amenazó.

- Está usted cometiendo una ilegalidad - le advertí con exquisita educación.

- ¡Qué te rajo, capullo!

- En ese caso, no le importará que la señorita me despache antes que a usted. Tengo prisa.

- ¿Cómo dice?

- Soy adicto a la nicotina, y me he quedado sin tabaco - argumenté.

- Atiende a este capullo - ordenó a la asustada dependienta.

Aboné la cajetilla , y regresé a la calle. Luego, busqué una cabina telefónica, y avisé a la policía. Me felicité por haber resuelto mi primer caso como detective privado.

Otro día, entrado ya el invierno, salí a patrullar las calles de mi vecindario, y, ante mi sorpresa, descubrí a un hombre abofeteando e insultando a una mujer más joven que él.

- ¡Como vuelva a verte hablando con otro hombre, te mato, mala puta! - gritaba, mientras la golpeaba con rabia.

- Pero, Jose, era el panadero - se defendía ella.

- Eres mía y sólo hablas con quien yo te diga.

Después, le propinó un puñetazo en la cara que le hizo tambalearse y sangrar por la nariz.

- Esto solo es un aviso, mala pécora.

- Tengo que comprar, saludar a los vecinos

- ¡No sabes con quién te la estás jugando! - insistió él.

- Disculpe, caballero -intervine-, pero la señorita tiene razón en sus afirmaciones.

- ¿Tú quién eres, pringao?

- Rick OBannon, detective privado, para servirle.

- ¿Qué? ¿Cómo¿ ¿Quién te ha dado vela en este entierro?

- Nadie, pero le advierto que está usted cometiendo una ilegalidad.

- Es mi novia, y hago con ella lo que quiero - gritó el agresor.

- No, caballero. Hace lo que debe.

- ¡A qué te parto la cara!

- Yo no he hablado con el panadero citado -me defendí-. Ni siquiera lo conozco.

- ¿Qué dices, imbécil?

- ¿No le gusta el pan que hace? - proseguí.

- ¿Te estás quedando conmigo?

- ¿Yo? Me gustan más las mujeres - admití.

- ¿Qué me has llamado?. ¿Marica, julai, sarasa?

Entretanto, la mujer aprovechó para huir de allí, buscar una cabina telefónica, y avisar a la policía.

. Creo, caballero, que no seremos amigos. Su comportamiento es improcedente y agresivo - comenté, mientras me despedía, levantando el sombrero, y me alejaba de allí.

Perplejo, paralizado, el agresor tardó unos momentos en reaccionar ante mi actitud, normal y corriente en todo caso. Después, empezó a buscar a la mujer, y, al no encontrarla, gritar:

- María, cuando te encuentre, te marcaré para toda la vida, mala puta. Aunque me encarcelen, te señalo de por vida.

Henchido de satisfacción, regresé a mi hogar. Por el camino, me pareció escuchar una voz anónima llamarme el defensor del pueblo.

Mi siguiente aventura acaeció una noche en que una espesa niebla invadía la ciudad. Recibí una llamada telefónica, mientras disfrutaba una película policiaca en el televisor. Descolgué el auricular, y contesté:

- OBannon al habla.

- Necesito sus servicios -dijo una voz femenina o afeminada-. Le espero frente al bar La dalia negra.

- ¿Cómo le reconoceré?

- Llevaré un crisantemo en el ojal del abrigo.

Me embutí en mi gabardina cruzada, me calé el sombrero, y salí a la calle. La calígine era tan tupida que no distinguía las punteras de mis zapatos blanquinegros. Cuando llegué al lugar indicado, descubrí a un anciano ataviado con un gabán verde, barba pelirroja, gafitas redondas de cristales ahumados y gorro de astracán. Parecía algo extravagante, pero llevaba el crisantemo en la solapa. Me presenté:

- Soy OBannon. ¿Me ha llamado usted?

Como única respuesta, se abrió el abrigo, y me mostró sus genitales; encogidos por la edad y el frío reinante. Después, soltó una risita idiotizada.

De repente, se oyó un grito desgarrador en el silencio de la noche. Dirigí mis pasos hacia el lugar donde supuse su origen, y encontré a tres hombres y una mujer joven y hermosa. Para lograr distinguirles, me acerqué tanto que golpeé sin querer a uno de ellos en la espinilla. Tras disculparme, descubrí que pretendían violentarla; pues, mientras dos la sujetaban por los brazos, el tercero, arrodillado frente a ella con los pantalones bajados, intentaba romper la ropa interior de la mujer con una navaja. El aludido se dirigió a mi en los siguientes términos:

- ¿Qué miras, pasmao? Ayúdame a desnudar a esta golfa y podrás participar en el festín.

- ¿La conocía ya?

- ¿Cómo dices?

- ¿Cómo sabe que es una golfa?

- Porque todas las mujeres lo son -arguyó-. Además, la niebla me pone cachondo y protege de los mirones - añadió.

- Sigue, Pepe, sigue - le animó uno de sus compinches.

El citado había conseguido romper las bragas de la infortunada joven, que se debatía entre gritos desesperados y movimientos convulsivos.

- ¿Piensas ayudarme, o solo quieres mirar?

- Le recuerdo, caballero, que está usted cometiendo una ilegalidad.

- ¿ Y a mi qué me importa? Esta tía es una golfa y se acabó - se justificó.

- Pero no es un motivo para agredirle.

- ¿Tú quién eres: El Papa Roma?

- Rick OBannon, detective privado, para servirle - respondí.

Tras mi respuesta, se incorporó, subió los pantalones, y ordenó a sus compinches que soltasen a su víctima para ocuparse de mi. La mujer cubrió su desnudez con rapidez, y, arrastrándose, despareció en la niebla.

- Es tu último día, capullo - amenazó el violador.

- ¿Le importa que telefonee antes a mi jefe para advertirle de que mañana faltaré al trabajo?

-Este tío es gilipollas - comentó uno de sus compinches.

- Sólo es buena educación, caballero - le corregí.

Los tres hombres fueron acercándose hasta mi con aviesas intenciones y una navaja en la mano. Como aún no me había sacado la licencia, yo estaba desarmado. Fui retrocediendo, perseguido por los tres secuaces. De repente, una mano tiró de mi brazo, y me arrastró hasta un portal a oscuras. Después, cerró la puerta con cuidado para evitar que lo oyeran mis perseguidores. Con la otra mano, me tapó la boca.

- No grite. Soy Alicia, la mujer que querían violar esos malnacidos.

Permanecí callado, vigilante.

Los tres hombres se percataron de mi desaparición, pero la espesa niebla les impedía descubrir mi escondite. Maldiciendo su mala suerte, se alejaron de la zona: mientras gritaban:

- Me he quedado con tu cara, polizonte de pacotilla. Ya te pillaré otro día, y te mandaré al otro barrio.

- Me gusta vivir en éste - comenté

Entretanto, Alicia me cogió de la mano, y me arrastró escaleras arriba hasta su vivienda. Allí me invitó a un whisky solo. Luego, me reprochó mi comportamiento; mientras afirmaba que:

- Esos hombres tenían razón: soy una golfa. Habían contratado mis servicios para acostarse conmigo. Nos pareció divertido aprovechar la niebla para montárnoslo en la calle. El morbo aumenta la excitación - señaló la mujer.

La miré estupefacto.. Luego, pregunté:

- ¿Está hablando en serio?

- Me debes doscientos euros.

- ¿Yo? ¿De qué?

- Es la cantidad que habíamos acordado.

- Pero

- Paga, o te denuncio a la policía por intento de violación.

Alicia tenía razón. Los tres asaltantes no reconocerían el trato, la niebla jugaba en mi contra, y, al final, era su palabra contra la mía. Saqué la cartera, y le entregué la cantidad indicada. Después, le agradecí la copa, y regresé a la calle. La calígine había levantado lo suficiente para regresar a mi casa sin contratiempo, y ver el final del film policíaco. El defensor del pueblo había resuelto su tercer entuerto.



CRÓNICA DE SOCIEDAD (urbi et orbi)

 - Los denominados "pueblos del cáncer" chinos se distribuyen alrededor de las minas de Mongolia interior, zona de producción de tierras raras más importante del mundo. Las tierras de cultivo, expropiadas por el gobierno, se han vuelto estériles y  se han disparado las enfermedades provocadas por los residuos tóxicos de los productos químicos necesarios para su extracción.

- Numerosos complejos, muchos desaparecidos hoy en día, sirvieron como campo de concentración franquista. Plazas de toros como Las Ventas, Málaga o Valencia. Paradores como los de Lerma, León o Sigüenza; campos de fútbol como el Bernabéu, el antiguo Metropolitano o el  predecesor del actual Rayo Vallecano; edificios religiosos como los monasterios conquenses de Huete y Uclés,  la iglesia de Santa María de Oia en Pontevedra o la de Santa María de Huerta en Soria: instituciones educativas como la universidad de Deusto, el colegio "Miguel de Unamuno" de Madrid, el IES "Marqués de Manzanedo" de Santoña (Cantabria), instalaciones militares como la Academia General de Zaragoza o el cuartel de Cerro Muriano en Córdoba. Muchos permanecen en pie o reconvertidos para otros usos y los visitamos con la ignorancia inocente del turista.

- Larissa Swirsky (Odesa, Ucrania, 1910 -Sevilla 1977), familia de los Romanov, tal vez judía por su apellido, casada con un piloto militar español, se instaló en Ceuta; donde espió para los nazis hasta que conoció las atrocidades que cometían con los judíos. Entonces cambio de bando y se convirtió en espía doble, informando al Servicio de Inteligencia Británico del paso de barcos alemanes por el estrecho de Gibraltar. Durante esta actividad, conoció a Ian Fleming, creador de James Bond 007, empleado en la División Naval de dicho Servicio inglés. Algunos dicen que le sirvió de inspiración para su famoso agente secreto.

- En 1860, cuando hacía cincuenta y dos años que se había prohibido la esclavitud en Estados Unidos, míster Timothy Meaher, dueño de una plantación y un astillero en Alabama, se apostó con unos empresarios que era capaz de burlar dicha prohibición; para lo que fletó la goleta Clotilda" para viajar hasta África;  donde cargó ciento diez niños esclavos. Fondeó en Mobile Bay, en el golfo de México. El capitán ordenó incendiarla para ocultar las pruebas del viaje. Míster Meaher repartió la carga entre sus socios financieros y él se quedó con treinta y dos para que se curtiesen en su plantación. 

El ilustre Timothy Meaher






FRASE DEL DÍA (sea el que sea)

"La vida es un circo en el que todos somos payasos".- ("La vida no  ha terminado", Claudio Magris). 


CONTRAPORTADA



CALIMA







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