martes, 28 de noviembre de 2023

candilliterario 5

EL CANDIL LITERARIO Nº 5

 




CAPÍTULO II



Martínez aparcó el vehículo frente a la embajada, un coqueto hotelito de tres plantas, techo de madera y fachada color amarillo junquillo que había sido Residencia de Señoritas. Ambos policías mostraron su placa al agente que hacía guardia en la puerta y pasaron al interior, donde el comisario preguntó por el agregado cultural, monsieur Charles Martel como ya quedó dicho. Siguiendo las instrucciones de una hermosa relaciones públicas, subieron al primer piso y llamaron a la puerta marcada con el número tres. Abrió un hombretón que debía ser el citado monsieur Martel a tenor de su tamaño y sus enormes manos. Con un fuerte acento francés, parisino en este caso, les indicó dos sillones frente a una gran mesa tras la que se acomodó. Hontanares se presentó y a Martínez y, luego, le comunicó el motivo de su presencia en el lugar. Monsieur Martel agradeció la disponibilidad de la policía y recordó el gran valor del tesoro, por lo que les rogó la mayor discreción y eficiencia. Luego les sirvió una copa de coñac Martell que declinaron, aduciendo que estaban de servicio. Martínez lamentó perder la ocasión de probar un licor tan famoso y exquisito. El agregado, impresionante incluso sentado, les informó de que el tesoro llegaría al país al día siguiente y sería trasladado con fuerte vigilancia -cuatro motoristas, una tanqueta, un furgón blindado, otra tanqueta y otros cuatro motoristas- al Museo desde el aeropuerto. Ellos, es decir, monsieur Martel y los dos policías esperarían en la sala dispuesta para su exposición a las diez a.m., por lo que les rogaba puntualidad británica, adjetivo que sorprendió a ambos funcionarios. ¿No hubiera sido más lógico hablar de puntualidad parisina?

A continuación, el agregado les mostró diversas fotografías que reproducían el tesoro a petición del comisario; pues comentó conocer el asunto que tenía entre manos. Martínez pensó en la recepcionista, una preciosidad rubia y ojos azules que le sacaba cabeza y media, pero él... no era celoso y, como tendría tiempo libre hasta el día siguiente, decidió ampliar sus conocimientos parisinos.

  • Señor Martel -dijo Hontanares-, ¿pesa mucho la espada?

  • Supongo que varios kilos, pero nunca la he tenido en mis manos.

  • Hace tiempo leí una leyenda berciana que afirmaba que esta misma espada se encontraba en el fondo del lago de Carucedo, cerca de Las Médulas – comentó Martínez.

  • Esta es la auténtica. Su historia es falsa – señaló con sequedad monsieur Martel.

  • ¿Desde cuándo lee usted?

  • Desde que fui amigo de una bibliotecaria. Ya le contaré algún día.

  • Aparte de su valor histórico, ¿hay algún detalle que debamos saber sobre este arma?

  • Pues... guarda varias reliquias cristianas importantes. Por este motivo Roldán intentó romperla contra una roca para evitar que cayera en manos de los infieles.

  • ¡Muy razonable! - admitió el policía.

  • ¿Y cuáles son? - prosiguió Hontanares.

  • Un diente de san Pedro, sangre de san Basilio, cabellos de san Denis, Dionisio para ustedes, y un pedazo del manto de santa María.

  • Echo en falta una porción del prepucio de Cristo – afirmó Martínez.

  • ¡Irreverente! - le amonestó el comisario.

  • Pueden comprender que es un objeto sagrado para nuestro pequeño país.

  • ¿Cuánto puede valer el conjunto que se expondrá?

  • Incalculable, comisario -respondió monsieur Martel-, aunque está asegurado en quinientos millones.

  • ¿De euros? - inquirió Hontanares.

  • No, de parisinos, la moneda de mi país.

  • ¿A cuánto equivale en euros? - se interesó Martínez.

  • Lo desconozco. Aún no existe una paridad entre ambas monedas.

  • Lo que nos impide conocer su valor verdadero – concluyó Hontanares.

  • En todo caso, un pastón – remató el agente.

  • También se expondrán el olifante del citado Roldan, tallado en un colmillo de elefante, una espada con empuñadura plateada de CarloMagno, así como su corona y el cetro que utilizó el día de su entronización como emperador. El tesoro también incluye numerosas libras carolingias de plata y sous, el famoso talismán de Carlomagno, varios esmaltes de influencia bizantina, el cáliz de Tasilo y diversas piedras preciosas menores, la panoplia de mi antepasado Carlos Martel y la armadura completa de Bertrand Duguesclin.

  • Pero este último es muy posterior a los demás objetos – señaló el comisario.

  • Cierto, pero debíamos redondear los cien kilos de peso para lograr el seguro que queríamos – admitió el agregado.

  • ¡Inconcebible! - calificó Hontanares.

  • ¿Cuántos agentes compondrán el dispositivo de vigilancia? -se interesó monsieur Martel-. Sus superiores no nos han informado al respecto.

  • A nosotros tampoco -respondió el comisario-. Nuestro cometido -señaló a Martínez y a él- es protegerle a usted.

  • ¿Cree que necesito protección? - inquirió el agregado con cierta sorpresa.

  • Lo que yo crea es irrelevante. Me limito a obedecer órdenes.

  • ¿Con quién debo hablar para informarme del equipo dispuesto para la ocasión?

  • Con Benja – contestó Martínez.

  • ¿Quién?

  • No haga caso. Mi subordinado desvaría en ocasiones – intervino Hontanares, mientras fulminaba con la mirada a su ayudante.

  • Entonces, ¿con quién?

  • Llame a este teléfono -le entregó una tarjeta en la que había anotado el teléfono de Aquél jr- y él le informará.

  • ¡Muy amable, comisario!

  • Nosotros hemos recibido órdenes de no separarnos de usted las veinticuatro horas del día.

  • ¿No pueden empezar mañana? Hoy tengo un compromiso y, francamente, me resultaría difícil explicar su presencia.

  • Creo que no le sigo – admitió Hontanares.

  • ¡Un affaire, comisario, tiene un affaire! - intervino Martínez.

  • Tiene razón, pero no puedo darles más detalles.

  • ¡Comprendo! Todos tenemos vida privada. Entonces, ¡hasta mañana a las diez en el museo!

  • Au revoir!

  • Por cierto, monsieur, ¿a qué hora terminan de trabajar los empleados de la embajada?

  • A las cinco en punto, ¿por qué?

  • He pensado que, tal vez, su relaciones públicas podría enseñarme su idioma y otras maravillas de su país.

  • ¿A quién se refiere?

  • A esa monada... señorita rubia de ojos verdes que nos ha indicado su despacho.

  • ¡Ah, Ivonne!... Es una joven muy dispuesta y estará encantada de hablarle sobre nuestra patria –comentó el agregado. Después, descolgó el auricular del teléfono y marcó cuatro números-. ¿Aló, Ivonne?...Soy monsieur Martel, ¿puede subir un momento?... Merçi.

    Instantes después se presentó la joven.

  • Usted dirá... Charles... Monsieur Martel.

  • Este agente quiere conocer mejor nuestro país y ha pensado que tú... usted.. podría ayudarle.

  • ¡Ah, será un placer!

  • La recogeré a las cinco en punto – aseveró Martínez antes de abandonar el despacho bajo la mirada admonitoria del comisario, quien pasó la tarde leyendo la novela de Morgan Philbilly ya citada, cuyo argumento es muy simple: “El rancho “Three Spurs”, sito en Galveston, Texas, es inmenso. En sus tierras pastan cincuenta mil cuernilargos. Pertenece a la familia Shepherd desde hace ocho generaciones. Esta es la razón, y no otra, de que el actual propietario sea Frederick Marx Shepherd VIII, casado con la exmiss Texas Bárbara “Barbie” Shepherd, Armitage de soltera. Tienen tres hijas: Belle, Audie y Star, de 22, 20 y 18 años respectivamente. Su primogénito, Ebenezer H. Shepherd IX, de 25 años, dilapida la fortuna familiar en los garitos de la ciudad junto a su prometida Beauty Brown, una preciosa mulata hija de un simple aparcero, quien descubre su cadáver una mañana en la habitación del hotel donde se hospedan. El cuerpo presentaba tres disparos en el pecho realizados a corta distancia con un arma de pequeño calibre que, posteriormente, el laboratorio identificará como una pistola Derringer Solid Singer, arma femenina por excelencia. Por este motivo el eficiente sheriff Angus T. McBride la detiene como principal sospechosa, pero varios testigos ratifican haberla visto con otro hombre en un casino de la ciudad toda la noche. Entonces, el agente, abrumado, transfiere el caso a la policía nacional, entrando en acción el sagaz comisario Linxeyes, quien, tras un día de pesquisas, ha conocido a las tres hermanas del finado y detenido a la camarera encargada de limpiar la habitación, Abigail Kloff, mujer de fealdad inconcebible, tras confesar que lo mató por despecho. Agradecido Frederick Marx Shepherd VIII le regala un semental llamado “Hammer” que ha criado la hermosa Belle. El comisario Lynxeyes la convence para que le muestre cómo cuidó al animal en el pajar”. Hontanares detuvo la lectura en el momento en que Silvia Alphand abría la puerta del apartamento tras finalizar su jornada laboral.

Durante la cena -flores de alcachofa con virutas de jamón, rodaballo al vapor y alvariño muy frío-, ella le preguntó:

  • ¿Has conocido al alto funcionario?

  • ¡Oh, sí!... Es enorme. Martínez parecía un liliputiense a su lado.

  • ¿Y tú?

  • Yo siempre seré el superior.

A las cinco en punto su ayudante aparcaba el Citröen Elysée en la puerta de la embajada. Minutos después se reunía con él la recepcionista Ivonne acompañada de una mujer tan joven como ella a la que presentó como Aline, su novia.


domingo, 26 de noviembre de 2023

candilliterario 4

<<CANDIL LITERARIO 4

 


Aquí comienzan las  nuevas aventuras del comisario Hontanares, su fiel, a veces, ayudante Martínez y el  peculiar taxista Régulo Carrasquilla que comenzaron a finales de los años ochenta del siglo pasado (como pueden suponer). El comisario ha vivido siempre en su despacho de la Dirección General de Seguridad, sito en la Puerta del Sol, hasta que, con cuarenta años, se fue a vivir con Silvia Alphand, una mujer bella e inteligente; Martínez está destinado habitualmente en el Departamento de Casos Archivados, salvo cuando le reclama, para su desgracia, el comisario para colaborar con él en algún caso, está casado y tiene tres hijos, y Régulo Carrasquilla (cuyo nombre corresponde a una persona real que conocí cuando yo trabajada en el Ambulatorio de Villaverde Cruce, experiencia que aconsejo a todo aquel/aquella que quiera perder su fe en la especie humana), natural de la localidad toledana de la Nava de Ricomalillo, vive con su mujer Rita y su hijo Crispín en un piso de la calle de Atocha que antes fue la pensión "La Buena Cocinera", donde se hospedó al llegar a Madrid, y recorre las calles de la ciudad con absoluto desprecio a las normas de circulación  y a la seguridad vial por tanto, pues su único interés es ganar todo el dinero posible.





LA ESPADA DE ROLDÁN





CAPÍTULO I



Los franceses emplean la fórmula “il y a beaucoup de temps” para iniciar algunos de sus relatos. En nuestro idioma existe “Érase una vez” o “érase que se era”; por tanto érase una vez, hace algún tiempo, una historia que comienza cuando Martínez entró al despacho-vivienda del comisario Hontanares, el nº352 del segundo piso del edificio de la Direc­ción General de la Seguridad en la Puerta del Sol, tras golpear el cristal de la puerta y pasar sin esperar respuesta,  se encontró con una mujer rubia de unos treinta años que destacaba por sus poderosas caderas, gafas redondas de montura dorada, maquillaje suave y carmín muy tenue embutida en un traje chaqueta verde trébol,  acompañado de una blusa beige de manga larga y cuello Mao. Sus manos, largas y delgadas, carecían de adornos y anillos de compromiso. Al principio, el policía se extrañó -no quería pensar en posibles inclinaciones travestiles del comisario, aunque con sus antecedentes...-, pero su experiencia profesional pronto le aclaró la situación. Era ella sin duda.

  • ¡Cuánto de bueno, señorita Alphand! –saludó-. Encantado de volver a verla.

  • Y yo a usted.

  • Ha mejorado usted desde la última vez que nos vimos.

  • ¡Halagador!

Se estrecharon la mano, mientras sonreían.

  • Me gustó usted desde la primera que la vi –admitió Martínez-, pero me sigue resultando difícil comprender que una mujer... digamos normal... pueda interesarse por el comisario; mucho menos alguien tan interesante como usted..

  • ¿Intenta seducirme, Martínez?

  • No me atrevería. Soy consciente de mis limitaciones.

  • Me cayó simpático desde la primera vez que Manuel me habló de usted.

  • ¿Dónde está?

  • En el despacho de su jefe por un caso nuevo.

  • Siempre que me molesta en mi destino habitual de Casos Archivados es por ese motivo. ¡Con lo feliz que soy allí!

  • ¿Casos Archivados?... ¿Qué hace en ese Departamento?

  • ¡Nada! Por eso soy tan feliz.

  • ¡Ja, ja!

  • Me ha sorprendido verla en su despacho.

  • He dormido aquí.

  • ¡Vaya con el comisario!... Nunca le creí capaz de...

  • Eeeh... Se nos hizo tarde y...

  • No se justifique. Lo comprendo perfectamente.

  • ¿Su familia bien?

  • Todo lo bien que puede tras veinte años juntos y tres hijos cada vez más grandes, caros y revoltosos.

  • ¿Su señora?

  • Muy cariñosa y mandona, motivo por el que necesito alguna distracción de vez en cuando.

  • Ya me ha comentado algo Manuel al respecto.

  • No me juzgue mal, pero … soy muy débil.

Silvia Alphand reía a carcajadas, cuando entró el comisario Hontanares. Se sorprendió por el buen ambiente que había entre su novia y su ayudante.

  • Veo que os entendéis bien.

  • ¡Comisario, enhorabuena!... Es una mujer de pies a cabeza.

  • ¡Pues claro!... No iba a ser un súcubo – respondió el aludido.

  • ¿Un qué?

  • ¡Da igual!... ¿Todavía no han traído el desayuno? Hace una hora que lo encargué.

  • ¡Tranquilo, Manuel! - intervino Silvia Alphand.

  • ¿Alguna novedad, comisario? - preguntó Martínez.

  • Sí. El nuevo Director General, Aquél jr., me, nos, ha encargado un nuevo caso.

  • O sea, que los rumores eran ciertos.

  • ¿Qué rumores?

  • Los que afirmaban que Aquél había enchufado a su primogénito en su mismo cargo sin ser policía y tener más arrestos por escándalo público que Luis Candelas.

  • Fue la condición que puso para jubilarse.

  • ¿Y la aceptaron? ¿Se creen el viejo refrán de tal palo tal astilla?

  • No comprendo sus palabras.

  • Conozco a Benja desde que era un crío y siempre ha sido un crápula – afirmó Martínez.

  • Me ha enseñado con orgullo su título de 4º Dan de kárate.

  • Es lo único que le interesa: las posturitas y los gritos – insistió el policía.

  • Se llama kata, ignorante.

  • ¡Que sí, que vale!

En ese momento, sonaron unos golpes en la puerta del despacho. Los ocupantes del mismo vislumbraron una silueta parada tras el cristal, pero no se movieron. Volvieron a golpear. Misma reacción. A la tercera llamada, Martínez se levantó y abrió la puerta. Un ordenanza estaba parado al otro lado con una bandeja en la mano. Sobre ella, dos tazones con chocolate caliente y otros dos platos con churros y picatostes. Entonces comprendieron por qué no había abierto.

  • Su desayuno, comisario.

  • ¡Gracias! Puede retirarse.

  • ¿No has traído nada para mi, Corominas?

  • Sólo encargaron dos desayunos completos. Desconocía tu presencia en este despacho.

  • Bueno, luego nos tomamos algo en la cafetería – señaló Martínez.

  • La última pagué yo, así que.... te toca.

  • ¡Huy, estoy a fin de mes!

  • Pero... si es día cuatro – intervino el comisario.

  • Mis meses empiezan antes – comentó su ayudante.

  • Le avisaré para recoger el servicio – remató Hontanares.

El agente Corominas realizó el saludo reglamentario, giró sobre sus talones y abandonó el despacho. Silvia Alphand ofreció una taza y picatostes a Martínez, que rechazó la invitación, alegando que ya había desayunado.

  • ¿De qué va el asunto, comisario?

El aludido se atragantó con un churro. Comenzó a toser y ponerse colorado. La oportuna intervención de la señorita Alphand evitó males mayores. Después pudo responder a la pregunta de su ayudante.

  • Podría haber esperado a que terminase de masticar.

  • Pues sí, pero era menos divertido – admitió Martínez.

  • Tenemos que proteger a un alto funcionario de un país nuevo.

  • ¿Un embajador?

  • No, un ex jugador de baloncesto que mide 2'10 metros y ahora es agregado cultural de su delegación.

Silvia Alphand rió divertida, mientras Martínez gruñía en voz baja.

  • Parece que las autoridades de su país van a exhibir un importante tesoro por varias capitales europeas para promocionar su recién creada nación y nosotros somos los primeros. Dada la relevancia de los objetos que se expondrán, el Departamento me ha encargado, y a usted por extensión, que vigilemos al susodicho; encargado, a su vez, de la exposición que se celebrará, en fecha aún por determinar, aunque cercana, en el Museo Arqueológico de la ciudad.

  • ¿Cómo se llama el agregado?

  • Charles Martel.

  • ¿Y el país?

  • Según me ha informado Aquél jr se trata de una nación muy curiosa que responde al nombre de Parisia

  • ¿Parisia?

  • Por lo visto han adoptado el nombre de una antigua tribu celta francesa, los parisii, que ocupaba, aproximadamente, el actual emplazamiento de París. Resulta que los actuales parisinos se han independizado de Francia con la excusa de tener más renta per cápita que el resto y no querer mantener pobres con sus impuestos. Un caso claro de insolidaridad y egoísmo. Se han organizado como una monarquía republicana.

  • ¿Cómo? - preguntaron al unísono sus dos acompañantes.

  • ¡Caray con los franchutes!- remató Martínez.

  • Una asamblea de ancianos realizó un referéndum para conocer el tipo de organización política que querían sus habitantes y un 50% votó monarquía y el otro 50%, república. Como los resultados se repitieron tres veces, optaron por quedarse con las dos. Así que tienen un rey, Michel I, y un presidente de la república, el honorable François Lamartine.

  • ¡Curioso cuando menos! - admitió Silvia Alphand.

  • Parece que el tesoro perteneció a un tal Roland, sobrino del rey Carolus Magnus.

  • ¡El de Roncesvalles! - exclamó Martínez

  • ¡Ah, sí! -exclamó Silvia Alphand-. He leído algún reportaje que hablaba de ese tesoro. Pesa más de cien kilos y consta de coronas, cetros y monedas de oro, numerosos diamantes y otras piedras preciosas y la famosa espada Durandal o Durandarte.

  • ¿Y se arriesgan a un robo, exhibiéndolo por el continente? - inquirió Martínez.

  • ¿Pretende Benja que nos ocupemos usted y yo solos de una operación tan compleja?

  • Seremos los guardaespaldas del agregado cultural, nada más.

  • ¿Nosotros?... ¿El gachó ése habla nuestro idioma?

  • Es un problema menor. El Pequeño Larousse nos sacará de cualquier apuro.

Silvia Alphand sonrió, mientras Martínez elevaba los brazos al cielo.

Cuando terminaron la refacción, Hontanares telefoneó para que subiesen a recoger el servicio. Después, Silvia besó al comisario y se despidió hasta la noche en su apartamento. Luego, estrechó la mano de Martínez y le guiñó un ojo. El policía reconoció que era una mujer de bandera y que el comisario, sin quererlo, era un tipo afortunado.

  • ¿Cuál es el primer paso, comisario?

  • Conseguir un coche. Le espero en la puerta del edificio en diez minutos.

  • ¡A ver qué encuentro!

Martínez descendió en el ascensor hasta el garaje, donde preguntó por Fermín, el encargado. Un mecánico señaló un pequeño despacho acristalado. El susodicho Fermín, con un cigarro entre los labios, le abrió la puerta, mientras le saludaba con un:

  • ¡Dichosos los ojos!

  • Lo mismo digo. ¿La familia bien?

  • Tan bordes como siempre. ¿Y los tuyos?

  • Más de lo mismo

  • ¿Tú dirás?

  • El comisario Hontanares necesita un vehículo en buen estado para ya.

  • ¡Ese majadero!... Hace más de cinco años que no renuevan el parque y los coches están muy curraos... A ver qué tenemos por ahí...

Fermín se sentó, se rascó la cabeza, consultó un listado y, después, afirmó:

  • Hay un Citröen Elysée con dos años y ciento veinte mil kilómetros que... podría valerte, pero anda muy justo de frenos.

  • Dame las llaves.

  • Es aquel azul metalizado.

  • ¡Gracias!... Espero no estrellarme.

  • Trátalo con suavidad.

Martínez se detuvo en la puerta de la Dirección General, donde el comisario leía atentamente un libro. El policía tocó el claxon para advertirle de su llegada. Cuando Hontanares se sentó junto a él, le preguntó:

  • ¿Las memorias de Aquél?

  • ¡Qué dice, mamarracho?... La última novela del gran Morgan Philbilly, “La gárgola del hotel”. Es una sátira divertidísima.

  • Y una chaladura también.

  • Cada día escribe mejor.

  • ¿Dónde vamos?

  • A la embajada.

  • ¿Dirección?

  • Ni idea.

  • ¡Cojonudo!

  • ¡Martínez!... Usted es policía, ¡averígüelo!

  • Podía habérselo preguntado a Benja.

  • Aquél jr., recuerde. ¡Muestre un poco de respeto por sus superiores!

  • A mis años.

  • ¿Qué le hace pensar que un director general maneja esa información?

  • Ni lo sé ni me importa... Tengo una idea... ¿Qué día es hoy?

  • Veintidós.

  • De la semana, comisario.

  • Miércoles.

  • ¡Perfecto!... Hoy libra nuestro común amigo Régulo Carasquilla, así que nos presentamos en su domicilio y le preguntamos. Dada su condición de taxista, digo yo que estará al tanto del callejero madrileño.

  • Usted me odia, Martínez. Ese hombre es un peligro público.

  • En efecto, pero tiene una mujer preciosa que cocina muy bien y yo... estoy en ayunas.

  • En fin, todo sea por cumplir las órdenes –se resignó Hontanares-. Por supuesto no puede informarle sobre las razones que nos llevan a esa dirección.

  • Querrá algo a cambio. ¡Vaya pensándolo!

  • El país está en crisis.

  • Como siempre.

Martínez condujo hasta el número veintiocho de la calle Atocha, subió el coche a la acera, franquearon el portal y subieron en el ascensor hasta el cuarto piso, antigua sede de la pensión “La Buena Cocinera”. Tras salir del artefacto, pulsaron el timbre. Abrió Rita, la esposa del taxista, y nada más verles, sin tiempo para saludos, gritó:

  • ¡Escóndete, Régulo, son tus amigos policías!

Poco después estaban sentados en la mesa del comedor frente al taxista, aún en camiseta de tirantes. Ante él y Martínez dos vasos de vino de Navalcarnero y,  ante el comisario, un vaso de agua del grifo, pues en aquella casa carecían de exquisiteces como el Vichy Catalán, bebida favorita de Hontanares.

  • ¿A qué debo el placer? - preguntó Régulo con sorna.

  • Es un asunto oficial, y, por tanto, no podemos informarle al respecto – respondió el comisario.

  • Entonces, ¿para qué han venido?

  • Estoy en ayunas, querido amigo Carrasquilla -intervino Martínez-, y recordé que tu señora cocina de maravilla, así que...

  • Te has invitado a desayunar.

  • Más o menos.

  • ¿Y usted comisario?

  • Necesitamos sus servicios profesionales, señor Carrasquilla.

  • ¿Cuánto piensa pagarme?

  • El país está en crisis y...

  • ¡Cómo siempre!

  • Tal vez pueda recomendarle para un diploma o una nota de agradecimiento.

  • ¡Yo cobro en especie!

En esos instantes apareció Rita con una tortilla de patata humeante y apetitosa. Entregó un tenedor a cada uno, depositó una bandeja con rebanadas de pan y se disponía a salir de la habitación, cuando Martínez la preguntó:

  • ¿No nos acompaña?

  • Estoy muy liada. Tengo que bajar al mercado para comprar la comida de hoy.

  • ¡Tiene una pinta cojonuda! - reconoció el taxista.

  • Pues... ¡al tajo! - añadió Martínez.

Durante los diez minutos siguientes sólo se escucharon los comentarios admirativos de Régulo y el policía, mientras el comisario bebía en silencio; pues no le gustaba la cebolla. Diez minutos después la tortilla había desaparecido y el medio litro de tintorro que contenía la frasca de cristal que había sacado el taxista de la nevera también.

  • ¡Soy un hombre nuevo! -admitió Martínez-. ¡Muchas gracias, Régulo!

  • Mi Rita tiene unas manos divinas. ¡Cada día la quiero más!

  • No la deje escapar – insistió el policía.

  • ¡Ni loco!

  • ¿Y el crío?

  • Progresando adecuadamente como dicen sus profesores.

  • ¿Han terminado de confraternizar? - interrumpió Hontanares.

  • Le noto más civilizado, comisario. ¿Se encuentra bien? - preguntó el taxista.

  • ¡Está enamorado! - contestó Martínez.

  • ¿Ha ligado este... concéntrico? - inquirió sorprendido Régulo.

  • ¿Concéntrico?

  • Raro, poco habitual – aclaró el taxista.

  • ¡Excéntrico, señor Carrasquilla! - corrigió el comisario.

  • ¡Una mujer de bandera: guapa, culta, elegante! -aclaró el policía-. ¡Un mirlo blanco!

  • ¿La conoció en una biblioteca?

  • No, durante uno de nuestros casos.

  • Recuerde, amigo Carrasquilla, que la conoció durante nuestra investigación de evasión de divisas.

  • ¡Ah, ya caigo!... ¡Un espectáculo de mujer, comisario!

  • ¡Ya vale! -cortó el aludido-. Están hablando de mi... y soy muy celoso de mi intimidad.

  • Le estamos alabando el gusto – señaló Martínez..

  • ¡Gracias!... ¿Necesitamos conocer una dirección?

  • ¿Por qué me pregunta a mi? - inquirió el taxista.

  • Por su profesión, pensamos que...

  • ¿Sabe cuántas calles hay en esta ciudad?

  • Se trata de una embajada y debería estar por el Barrio de Salamanca como casi todas.

  • ¡En fin!... Le costará una carrera completa ida y vuelta... ¡Cien euros sin propina!

  • ¿Y cómo lo justifico yo?

  • ¡Es su problema!... Esas son mis condiciones. Las toma o las deja.

  • Buscaremos la forma de satisfacer sus exigencias – afirmó Martínez.

  • ¿Hace un café?

  • Sería un remate. ¿Y una copita de aguardiente?

  • Está de servicio y conduciendo – le recordó el comisario.

  • ¡Aguafiestas!

  • Rita, dos cafés, por favor.

  • Queremos conocer la ubicación de la Embajada de Parisia.

  • ¿Lo qué?

  • Es un país nuevo – aclaró Hontanares.

  • No lo he oído en mi vida.

  • ¿La conoce o no?

  • Si no conozco el país, ¿cómo voy a conocer la dirección de su embajada? - insistió el taxista.

  • ¿Y alguno de sus compañeros?

  • Ni idea.

  • ¿Puede preguntar? - preguntó Martínez.

  • Mientras Rita trae los cafés, haré una rápida encuesta entre mis colegas.

  • ¡Gracias!

Minutos después Régulo retomó su lugar en la mesa, donde ya le esperaba un humeante café.

  • Ha habido suerte. El compañero MRG23 me ha informado de que el sitio que buscan está en la calle General Martínez Campos esquina a Miguel Ángel.

  • ¿MRG23 significa algo?

  • Manuel Rodríguez García y 23, los años de profesión.

  • Esperaba algo más imaginativo... ¡En marcha! - ordenó el comisario.

  • ¡Gracias por el almuerzo, amigo Carrasquilla!

  • Y yo, ¿cuándo cobro?

  • Presente una factura en la Dirección General – respondió Hontanares desde el descansillo de la escalera.

domingo, 19 de noviembre de 2023

candil9





 <<EL CANDIL

NÚMERO 9  ANNO I>>





PRIMERA CLARIDAD

"El sanchismo envenena a las nuevas generaciones con una educación que es manipulación..., narcotizando el alma y la mirada".

El nuevo gobierno del PSOE "carece de legitimidad en su alianza con comunistas, separatistas y proetarras. Por gobernar no cabe aliarse con quienes han delinquido de tantos modos: golpismo independentista, corrupción insidiosa, malversación económica o escondrijos prófugos, o menos aún con quienes mercadearon con sangre inocente en acciones terroristas".

"El progresismo del gobierno supone la destrucción de la familia y la homicida manipulación de la vida".

"... venden en fullera almoneda a la  misma patria... Esto no es de derechas ni de izquierdas, sino amoral".

"Se han intentado boicotear las concentraciones ante Ferraz, falseando cifras de participación e introduciendo grupos desestabilizadores extremistas , cuyas matrices encienden sospechas de una encubierta manipulación".

"En un Estado de Derecho no se puede socavar  la independencia de los poderes públicos, acorralando  y manipulando la judicatura y la fiscalía para amañar la ley impunemente, poniendo en riesgo  la misma democracia".

(Extractos  del mensaje incluido en su cuenta de X por monseñor Jesús Sanz Montes, arzobispo de Oviedo).


Addenda.- Si hay una asociación de Jueces para la Democracia, ¿a qué se dedican los jueces que no pertenecen a ella?






SEGUNDA CLARIDAD




- Instalan en Sevilla un Belén sin Virgen María y dos san Josés.
- Una nueva costumbre se extiende por el país: organizar fiestas para revelar el sexo de un bebé recién nacido. 
- "Pedimos a los policías que no cumplan órdenes ilegales (las que yo considere)".- Santiago Abascal.
- Un grupo de cardenales califica de "hereje" al Papa por permitir el bautismo de personas trans.
- Israel pide prohibir las concentraciones en colegios  de Madrid y huelgas de estudiantes en apoyo a Palestina.
Un costalero de la Hermandad de las Aguas murió en Sevilla a causa de un infarto, cuando cargaba con el paso del Cristo de las Aguas. El costalero llevaba dieciocho años con la imagen a cuestas”-
Un fontanero comprobará si el aire en los tubos infla el recibo del agua.
- El médico de Eva Perón asegura que “el esperma ingerido por vía oral podría curar el cáncer".
- Una "influencer" se pone bótox en las axilas para evitar las molestias del sudor.
- Un caballo recorre un avión en pleno vuelo.

- <<EL TORNEO DE BASKET DE LAS PARROQUIAS CONTINÚA CON EL PARTIDO DEL PRÓXIMO MIÉRCOLES POR LA TARDE. ¡VENGAN A APLAUDIRNOS! ¡TRATAREMOS DE DERROTAR A CRISTO REY!>>






TERCERA CLARIDAD


<<Se cree morir por la Clase, se muere por las gentes del Partido. Se cree morir por la Patria, se muere por los Industriales. Se cree morir por la Libertad de las personas, se muere por la libertad de los dividendos. Se cree morir por el Proletariado, se muere por su burocracia. Se cree morir por orden del Estado, se muere por el Dinero que lo mantiene. Se cree morir por una Nación, se muere por los Bandidos que la amordazan.- (François Perroux, economista francés).


CUARTA CLARIDAD




En la capilla del hospital “Gregorio Marañón” hay una imagen de la Virgen que tiene una curiosa historia. Lleva el nombre de Nuestra Señora de Madrid, pero fue llamada popularmente Virgen de la Mancebía; porque, en el siglo XVI, estuvo durante un tiempo en un prostíbulo de los que Felipe II permitía para “solaz de sus vasallos de noble estirpe”. La imagen servía como atracción, digamos, publicitaria del burdel. Estaba colocada en su ventana principal, mirando a la calle y tocaba el violín para llamar la atención de los viandantes. El milagro de la Virgen violinista era posible, porque, a la imagen, se le habían cortado los brazos para permitir que un músico situado detrás de ella tocara el violín. Fray Bernardino de Obregón descubrió que la escultura representaba a la Virgen y que había sido robada de una ermita de Toledo y traída a la mancebía de Madrid. En 1661 se trasladó al altar mayor del Hospital General.

- En 1564, la Inquisición condenó a muerte al médico belga Andrés Vesalio tras realizar la autopsia a un hombre y concluir que no le faltaba la costilla con que fue creada Eva.

Lord Cornbury, pariente de la reina Ana de Inglaterra y tercer conde de Clarendon, fue nombrado gobernador de Nueva York y Nueva Jersey en 1702. Asistió a su toma de posesión vestido de mujer. Cuando le interpelaron algunos de los presentes sobre su curioso atavío, les respondió que: “Estoy representando en este cargo a una mujer y mi obligación consiste en hacerlo del modo más fiel posible”.

- Cuenta una leyenda que, durante la construcción de la catedral de Friburgo, el Consejo de la Ciudad encargó a un albañil varias estatuas de piedra y las gárgolas del nuevo templo; pero no le pagaron nunca. Como denuncia o venganza, colocó una gárgola lunar que parecía defecar hacia el edificio de dicho Consejo ciudadano. 






QUINTA CLARIDAD



"Sabemos que nos mienten. Saben que nos mienten. Ellos saben que sabemos que nos mienten. Sabemos que ellos saben que sabemos que nos mienten. Y, sin embargo, nos siguen mintiendo”.- (Alexander Solzhenitsyn).

jueves, 9 de noviembre de 2023

candil 8





<<EL CANDIL>>

NÚMERO 8  ANNO I





PRIMERA CLARIDAD

Como han reiterado muchas veces por activa y por pasiva los nacionalistas españoles, el país se rompe otra vez. Mucho más desde que sabemos que el gobierno rompepatrias del mentiroso Sánchez, ese hijo del demonio (según una leal oposición que siempre dice la verdad), aprobará una amnistía para los separatistas catalanes y una quita de su deuda que, según han informado algunos periódicos, podrá ampliarse a las demás comunidades. Las que gobierna la leal oposición -que ya ha anunciado todo tipo de maniobras para impedir la entrada en vigor de dicha amnistía (cuyos términos aún se desconocen) como es su obligación (aunque puede ser que la causa de su ira no sea esta amnistía, sino la posibilidad que concede a su odiado Sánchez de revalidar  el gobierno)- han anunciado que no aceptarán dicha rebaja; pero el presidente andaluz ya ha comunicado la cantidad que deben condonarle. ¿Aunque beneficie a  los habitantes de sus territorios? ¿No deberían preocuparse más, creemos, de mejorar la vida de sus conciudadanos o es  la única forma de gobierno que conocen es la oposición sistemática a cualquiera que contradiga o impida su idea de país?

Cuando la leal oposición afirma que "se rompe España", ¿a qué  España se refiere? ¿A la de todos sus habitantes o a aquélla  en que el partido popular mantiene el poder e impone su idea de país con todos sus privilegios y prebendas y restricciones de derechos que no les gustan como todos los referentes a libertad sexual por ejemplo? Cuando gobiernos de presidentes populares concedieron transferencias y partidas económicas a la Cataluña de Pujol para asegurarse el poder, ¿no se rompía España? Pero... ¡no es lo mismo! Ahora hablamos de una amnistía para miles de personas -incluso los independentistas, en pleno delirio, pretendían que el actual gobierno en funciones (al que pueden apretar por necesitarles) se disculpase por el fusilamiento de Lluis Companys que sucedió en tiempos franquistas; hablamos de perdonar delitos a políticos --estaría de acuerdo la  leal oposición si esta nefasta amnistía incluyese a Rato, Cospedal o Fernández Díaz por ejemplo?- y manifestantes violentos que insisten en repetir sus acciones si no consiguen lo que quieren, lo que les convierte en  socios poco o nada fiables; hablamos de una amnistía que podríamos calificar como "general", cuando la Constitución, esa norma suprema que ningún político respeta y cumple, prohíbe las amnistías  generales, por lo que es muy posible que el Tribunal Constitucional tenga la rechace; aunque, como está en manos de progresistas, decidirá a favor de la medida, pues son juez y parte; mientras que los ocho vocales del CGPJ (que llevan cinco años con el mandato caducado sin renunciar a su puesto) que han conseguido un pleno extraordinario para discutir la amnistía -que aún no existe como tal. ¿Sobre qué van a discutir?- son libres e independientes como corresponde al cargo que desempeñan y es una casualidad que los  nombrase la leal oposición en su momento.

España se lleva rompiendo desde hace mucho tiempo, porque las famosas dos Españas -la tradicional y católica frente a la modernizadora y laica- han existido -y existirán- siempre. Resulta evidente que ceder al chantaje -mal llamado negociación- catalán implica asumir un riesgo muy grande -cuando la otra alternativa sería unas nuevas elecciones que podría entregar el gobierno a la leal oposición, posibilidad que, en lógica, el presidente Sánchez no quiere-; aunque tenga que tragar sapos y culebras, pero... ¿merece la pena para proseguir desarrollando medidas que beneficien a  los ciudadanos, vistas las que está adoptando el tándem Pp-Vox en los territorios que controla? ¿Merece la pena asumir este chantaje, que se puede extender durante toda la legislatura, para lograr la elección de Sánchez -un candidato ilegítimo por haber perdido las elecciones como todos sabemos, aunque le haya nombrado el rey cumpliendo la Constitución que la leal oposición tanto dice respetar-, para evitar retroceder cincuenta años, como afirma el gobierno en funciones?

Tal vez cambiar el sistema electoral vigente evitaría tener que  recurrir a medidas tan impopulares como esta amnistía (si termina produciéndose); pero ningún partido principal quiere, pues hay mucho dinero en juego, así que... ¿es lícito soliviantar a parte de población por beneficiar a otra y alcanzar el poder? ¿Es lícito soliviantar a la población con afirmaciones sesgadas y sin pruebas evidentes para evitar la repetición del gobierno y forzar nuevas elecciones, porque pueden beneficiarme? 

Lo que se está dilucidando es elegir entre dos tipos de sociedad: la progresista, descentralizada, laica,  y quizá republicana o la católica, centralizada, monárquica y utilitarista que aplaude a sacerdotes que se niegan a indemnizar por sus abusos o a gobiernos que confunden la defensa con el crimen. Eso es lo que se discute y, como todo, tiene un precio que ahora se llama amnistía y mañana quizá tenga otro; pero lo único que se rompería sería una concepción de la sociedad arcaica y reaccionaria que pretende perpetuar los privilegios de algunos a costa de los derechos de casi todos. Cada cual deberá decidir qué tipo de país quiere y si merece la pena pagar algún precio para conseguirlo.

Pensar es pensar diferente.



SEGUNDA CLARIDAD


- Un juez no considera delito que algún policía se quede con objetos decomisados en el top manta.

- El alcalde popular de Palma de Mallorca nombra a un cazador Director General de Medio Ambiente, Espacios Naturales y Bienestar Animal.

- El PP de Castilla-La Mancha ofrece 600 euros a un diputado del Psoe por votar contra la amnistía.

- El 13 de marzo de 2004 miles de personas se concentraron frente a la sede del PP en la calle Génova como protesta por las mentiras del gobierno Aznar sobre el 11M. El candidato Rajoy las calificó de "ilegales e ilegítimas". En 2023, el mismo partido opina lo contrario sobre los escraches en sedes socialistas. Todo depende del color con que lo miras.











TERCERA CLARIDAD

Aquí, para ser rico, habéis de ser ladrón y no como queráis, sino que hurtéis para el que os ha de envidiar el hurto, para el que os ha de prender, para el que os ha de sentenciar y para que os quede a vos. Si queréis ser honrado habéis de ser adulador, mentiroso y entremetido. Si queréis medrar, habréis de sufrir y ser infame. Si os queréis casar habéis de ser un cornudo. Si no lo queréis ser, lo seréis sin la menor aportación de vuestra parte. Para ser valiente habréis de ser traidor, borracho y blasfemo. Si sois pobre, nadie os conocerá; si sois rico, no conoceréis a nadie. Si uno vive poco, dicen que se malogra; si vive mucho, que no siente. Para ser bienquisto habréis de ser malvado y pródigo. Si se confiesa cada día se es hipócrita; si no se confiesa se es hereje; si es alegre dicen que es un bufón; si triste, que es enfadoso; si es cortés, le llaman zalamero; si descortés, desvergonzado – dijo don Francisco de Quevedo”.- (“DECIDNOS, ¿QUIÉN MATÓ AL CONDE?”, Néstor Luján).



CUARTA CLARIDAD

Dos mil seiscientos años antes de nuestra era, uno de los principales manuales de medicina china afirmaba que “toda la sangre del organismo está dirigida por el corazón, recorre un círculo y no se para jamás”. El médico inglés William Harvey lo descubrió en 1628.

Durante la guerra civil de El Salvador (1979-19929 un coronel ordenó a sus soldados que tomasen la iglesia del pueblo y llevasen a su despacho una imagen de san Antonio que presidía el altar, pues sospechaba que el santo colaboraba con la guerrilla, previniéndola de los operativos que lanzaban sus tropas contra ella.- (Joaquín Villalobos, exguerrilero).

La ciudad inglesa de Dunwich, norte del país, seguía eligiendo a dos diputados en el siglo XVIII a pesar de haber desaparecido bajo el mar siglos atrás.

En la antigua Venecia, los banqueros se instalaban en bancos. Cuando no podían hacer frente a sus compromisos, la justicia les rompía el banco. De aquí proviene la palabra “bancarrota”.

En el verano de 1931, una muchedumbre enfurecida entró en varios edificios públicos sevillanos y dejó pintadas en los muros como protesta al intento de golpe de Estado del general Sanjurjo. Una hermana de la Caridad comentó, más tarde, a un médico del Hospital de la Caridad que habían entrado dando gritos y habían pintado un letrero en la pared con el siguiente texto: “¡Viva Rusia!”. A lo que respondió el facultativo: ¿Y qué quiere usted, hermana, que escribieran en el mes de agosto en Sevilla con el calor que hace?”.

- Pakal fue un rey gobernante maya que ascendió al poder a los doce años. Su tumba se encontró bajo el Templo de las Inscripciones de Palenque (Chiapas, México) cubierta por una lápida de 3'80x2'20x0'25 que ha generado controversia desde su descubrimiento por su decoración. Para algunos arqueólogos representa al fallecido sentado en un altar durante su viaje al inframundo. Dicha lápida representa los tres mundos mayas: en la parte superior, el  nivel de los nueve cielos; en la parte media, el mundo de los vivos; y en la parte inferior, el citado inframundo o Xilalbá. Otros arqueólogos defienden que se trata de un astronauta pilotando su nave alienígena. Juzguen ustedes.








  QUINTA CLARIDAD





Ninguna guerra tiene la honestidad de decir: yo mato para robar.- ( Eduardo Galeano)