martes, 26 de noviembre de 2024

candiliterario 42

EL CANDIL LITERARIO

Nº 42



 


Madrid, 30 de agosto de 2024




Querido Enrique, horas antes de que el presidente Sánchez iniciase un viaje oficial por Mauritania, Gambia y Senegal para intentar solucionar o reducir la inmigración ilegal proveniente de esos países hacia Canarias especialmente, el portavoz del PP en el Congreso, señor Tellado, exigió “deportaciones masivas” de los migrantes ilegales residentes en el país como defiende su admirado Trump, cuando meses antes su partido planteaba la regulación de quinientos mil inmigrantes irregulares, mientras el presidente nacional del mismo, señor Feijóo, calificaba como “efecto llamada” los movimientos del presidente, al hablar con los dirigentes de los países africanos citados de “migración circular”, defendida por el PP tres meses antes en un documento presentado en el Congreso y por M Rajoy en 2015, fenómeno consistente en que “los inmigrantes se trasladan temporalmente a otro país -el nuestro en este caso- para trabajar y volver a su nación de origen una vez terminada su labor”;aunque suponga un trasiego de ida y vuelta y no quede claro quién les obligará a regresar y quién obligará a aceptarlos en sus países de nuevo. Según las estimaciones gubernamentales, necesitamos trescientos mil inmigrantes más para asegurar el futuro -y el presente- de las pensiones. Queda por ver también quién financiará los viajes y en qué condiciones y quién controlará a los patrones españoles para que no caigan en el abuso y la vejación (prácticas más habituales de lo que parece). Para clarificar el panorama, el preclaro Abascal ha señalado que el presidente “está promoviendo una invasión”; palabras que sirvieron a algunos de sus seguidores, desde un cómodo anonimato, para exigir un golpe de Estado en sus redes sociales. Todo sea por salvaguardar la integridad nacional y la pureza de la raza. El día después de pedir las deportaciones, los habituales voceros del PP, quizá molestos por las críticas suscitadas por su petición, señalaron ante los medios que donde dije digo digo Diego (aunque esté grabado y las imágenes con su sonido hayan aparecido en todos los canales de televisión). Curiosamente, antes de abandonar Senegal, último país de su gira africana, el presidente de gobierno comunicó a la prensa que le acompañaba en el viaje que “era necesario expulsar a los migrantes irregulares para combatir las mafias que organizan sus viajes”; palabras que han servido a la leal oposición para acusarle de “promover deportaciones masivas”, lo que puede inferirse de sus palabras; mientras que los socialistas, como buenos compañeros, ven compatibles las expulsiones y la migración circular, pues los inmigrantes irregulares serán regulares mientras duren sus contratos y el resto, no; por lo que podrían ser expulsados legalmente. Pero, ¿por qué, en vez de parchear, no se resuelve definitivamente un problema que lleva existiendo demasiados años, cuya solución beneficia tanto a los países de origen como a nosotros, necesitados de mano de obra? ¡Misterios insondables de la alta política!

Por otro lado, en las recientes fiestas de Granollers se ha producido un hecho curioso e incomprensible para la mayoría: la celebración de un curso de guerrilla urbana, autorizado por el gobierno municipal del PSC, esos españolistas según algunos, titulado “Practicum: técnicas aplicadas de guerrilla urbana. Introducción a las principales estrategias técnico-tácticas para una estrategia subversiva”. A pesar del nombre, nadie en el ayuntamiento lo consideró peligroso o inapropiado para los jóvenes a quienes iba dirigido. Durante la clase práctica, se lanzaron cócteles Molotov, que también enseñaban a fabricar, contra muñecos vestidos de mossos de escuadra y contenedores de basura contra coches-patrulla de cartón bajo el lema “Para defender la fiesta, afina la puntería y lanza el cóctel contra el objetivo. Haz que queme tu rabia”. Ahora lloverán las denuncias contra la alcaldesa por su evidente torpeza

Por otro lado, quiero informarte de la gran noticia que ha alegrado los corazones de todos los españoles de bien: el cadáver de Santa Teresa de Jesús, compañera ocasional de cama del gran Caudillo, sigue incorrupto, lo que debe significar que nuestro país sigue siendo la reserva espiritual de Occidente.

Espero que hayas aprovechado el verano para broncearte con las llamas de tu residencia habitual.




Madrid, 12 de septiembre de 2024





            Querido Enrique, ahora resulta que Venezuela es una provincia española de ultramar, vista la importancia que dan algunos políticos patrios a las vicisitudes de este país, partidos neofranquistas que denuncian dictaduras allí, mientras practican la demagogia y el revisionismo aquí. Hace unos meses Venezuela celebró elecciones generales tras las que se declararon ganadores gobierno y oposición como cabía esperar. La diferencia es que el actual presidente no ha mostrado las actas de las votaciones que demuestren su victoria, mientras que la oposición ha presentado el 83% de las mismas que certifican su triunfo, así que cabe preguntarse por qué el régimen de Maduro, antiguo conductor de autobús, no las enseña; aunque podemos suponer la respuesta. Otro punto a favor de las sospechas de fraude es la campaña de acoso y derribo que ha iniciado el gobierno bolivariano contra el candidato opositor, que ha finalizado exiliado por estos lares. La posterior amenaza de romper relaciones diplomáticas y comerciales con nosotros no es más que la bravata de un gobierno cada vez más aislado y perdido en su fanatismo. ¿Puede permitirse Venezuela perder la colaboración de empresas que, aunque se lleven un buen beneficio, aumentan su riqueza?

            Entretanto, el PP presentó una proposición no de ley en el Congreso, que terminó ganando con el apoyo de los nacionalistas vascos, para forzar al gobierno rompepatrias a reconocer al citado líder opositor, señor Edmundo González, como presidente legítimo de Venezuela; a lo que el ministro de Exteriores respondió que, mientras no se presenten las citadas actas, nada de nada, tal y como recomienda la Unión Europea a la que seguimos perteneciendo. Entonces, prosiguieron las descalificaciones de uno y otro bando; aunque para el PP el señor González no sea más que un pretexto para atacar al gobierno socialista por apoyar a un dictador como Maduro, mientras defiende a un demócrata como Benjamín Nethanyahu, que ya ha matado a más de cuarenta y un mil palestinos, algunos sin querer según propias palabras. Si llevasen pantalones cortos, gobierno y oposición estarían pegándose en la calle.

            Por otro lado, el país, la nación, el patio de porteras que puede llegar a ser, anda dividido entre dos programas televisivos -las dos Españas tienen muchas vertientes, ninguna interesante-: uno, que representa, por lo visto, la modernidad y el rojerío, aunque sea más cutre que otra cosa, y otro, con ramalazos conservadores, que se mueve entre el cotilleo rosa -entrevista a una nieta del emérito que no tiene nada que decir salvo que ha heredado la inteligencia borbónica- y el espectáculo norteamericano, al que nunca ha acudido un intelectual (si continúan existiendo). Mientras los espectadores opinan a favor o en contra de uno u otro, ambos presentadores luchan por conseguir la mayor audiencia posible -lo único importante- para evitar la cancelación de su programa, para lo que no dudan en preguntar al invitado o invitada de turno cuantas veces ha tenido relaciones sexuales en un período determinado o si los senos de una actriz famosa son auténticos u operados. ¡Es tan edificante!

            Míster Trump, descendiente de inmigrantes que odia a los inmigrantes (el cantautor usamericano Woody Guthrie, dueño de una guitarra en la que había escrito: “Esta máquina mata fascistas”, compuso la cancíón “Old Man Trump”, en la que hablaba del racismo de Fred Trump, padre de Donnie, propietario de un complejo de apartamentos que nunca alquilaba a negros. Parte de la letra dice: “Beach Heaven (nombre de los apartamentos) es la Torre de Trump / donde ningún negro viene a deambular /¡No, no, viejo Trump! / Old Beach Heaven no es mi hogar”. En 1973 la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia norteamericano condenó a la Organización Trump (en la que ya estaba Donnie) por violar la Ley de Vivienda Justa), afirmó durante el debate -que perdió según algunos expertos y ganó según sus incondicionales, aunque ha manifestado su negativa a celebrar otro- con la inesperada candidata demócrata, la actual vicepresidenta Kamala Harris, que los citados inmigrantes se comían a las mascotas en Springfield. Tal vez se refería al hambre voraz de Homer Simpson, ilustre vecino de la localidad. También afirmó que se abortaban niños nacidos, lo que no deja de ser un contrasentido; pero los palmeros no le faltan, lo que implica que tiene un público fiel y convencido, aunque no debe sorprendernos en un país donde existe algo llamado “cinturón de la Biblia”, que abarca el Sur del país, zona de profundo arraigo de las creencias evangelistas; lo que no impide que su otro símbolo más destacado sea el rifle. En noviembre habrá elecciones presidenciales en yanquilandia y, tras la fulgurante aparición de la señora Harris, la candidatura republicana que encabeza Trump comienza a perder confianza en su victoria a pesar de tener a Dios de su parte según dice. Quizá sea el momento de rezar a otra divinidad como, por ejemplo, al pastafari o Monstruo de Espaguetti Volador, pseudoculto ideado por un físico usamericano como réplica al diseño inteligente que defienden los católicos conservadores del país, que tiene entre sus símbolos a un tenedor crucificado. Lo curioso es que el pastafarismo es la religión oficial de algunos ciudadanos... ¡reales! de Austria y Polonia, mientras que en Nueva Zelanda ya se han celebrado bodas, quizá entre un macarrón y una carbonara.

            Tras las vacaciones, hemos vuelto a la normalidad, es decir, a seguir repitiendo las mismas barbaridades de siempre como guerras, crímenes machistas, corrupciones varias y todo tipo de delirios políticos que puedas imaginar. Tu anfitrión Pateta debe estar entusiasmado con el espectáculo diario que le ofrecemos. A bientôt!

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