domingo, 13 de abril de 2025

candil 49

 



EL CANDIL

NÚMERO 49    ANNO III



PRIMERA CLARIDAD

En 1962 se produjo una huelga en la minería asturiana que resultó un éxito para los huelguistas. Un año después cuarenta mil mineros repitieron la acción con un apoyo sindical masivo; lo que provocó la intervención de las autoridades en forma de detenciones y palizas a los considerados cabecillas del paro. El 30 de septiembre de este último año los ministros fueron informados de la brutalidad policial sobre los mineros y familias en Gijón y Sama de Langreo. El resultado fue el arresto domiciliario del capitán de la benemérita Fernando Caro y un sargento del cuerpo apellidado Pérez como responsables de la represión.

A mediados de octubre el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, aquél que tenía al Estado en la cabeza según la propaganda del Régimen, recibió una carta firmada por varios intelectuales en la que se incluían los nombres y apodos de los mineros torturados, castrados y... muertos.

En la citada comunicación se rogaba a su V.E. "interesase a las autoridades competentes una investigación sobre las   presuntas actividades de dicho capitán Caro y sobre todos estos presuntos hechos en general, asimismo que solicitamos de V. E. la pertinente información sobre todos ellos. Ruego que elevamos a V. E. sin otros títulos que los que nos confiere nuestra condición de intelectuales, atentos a la vida y a los sufrimientos de nuestro pueblo". 

La misiva al ministro ha pasado a la Historia con el nombre de "La carta de los 102" por estar firmada por ese número de intelectuales entre los que podemos destacar a José Bergamín, el Nobel Vicente Aleixandre, Pedro Laín Entralgo, el filósofo José Luis Aranguren, el poeta Celaya, el dramaturgo y preso político en Carabanchel Antonio Buero Vallejo, Alfonso Sastre, el crítico literario Josep María Castellet, el pintor Antonio Saura, Carlos Barral, el escritor y funcionario Juan García Hortelano, los tres hermanos Goytisolo, los actores Francisco Rabal y Fernando Fernán Gómez, Juan Marsé, Caballero Bonald, Alfonso Grosso, el novelista Juan Eduardo Zuñiga, el dramaturgo Lauro Olmo, Jaime Gil de Biedma, Ignacio Aldecoa, el arquitecto Oriol Bohígas, la escritora María Aurelia Campmany o el poeta Salvador Espriú. 

Don Manué respondió a José Bergamín por considerarle cabeza visible del colectivo. En su respuesta el político comienza afirmando que los firmantes han sido manipulados por los verdaderos inductores de la huelga, que no identifica, a los que considera cobardes por no firmar la carta y traidores al Régimen por levantarse contra él. Añade que los hechos denunciados están siendo utilizados para desprestigiar al gobierno del general Franco como método para "la creación de una leyenda negra que justifique el fracaso en el intento de convertir los problemas sociales de Asturias en una palanca de subversión política en áreas más extensas. Ello debe hacerle desconfiar, en principio, de esos “espontáneos corresponsales” que probablemente no serán ni tan espontáneos ni, mucho menos, independientes, sino cumplidores de un plan y servidores de una disciplina, para cuyo plan y para cuya disciplina ustedes son un objetivo más a cubrir y a mover fríamente dentro de su juego" a través de medios comunistas como Radio España Independiente. Más adelante añade que algunas de las víctimas señaladas no existieron nunca como los mineros Rafael González o Silvino Zapico; otras no eran  mineros o directamente comunistas o militantes de izquierdas, lo que, a juicio del preclaro político gallego, justifica la actuación de las autoridades; concluyendo que todos los detenidos y torturados eran "peligrosos elementos contrarios al Régimen que se enfrentaron a las autoridades competentes y que éstas, en consecuencia, debieron responder con la fuerza que les otorga la ley".

Terminaba su respuesta don Manué con los siguientes párrafos:

"Espero que todo lo dicho le demostrará mi afán de responder detalladamente a sus inquietudes y, también le servirá para reflexionar sobre la calidad de los “corresponsales espontáneos”.

Finalmente, he de decirle que estoy seguro de que mi disposición siempre abierta al diálogo ha de ser utilizada por parte de usted con temas más fecundos".

José Bergamín respondió al ministro, indicándole que los firmantes sólo pedían "información pública y detallada de lo sucedido". Después los firmantes de la carta recibieron una misiva de "Un grupo de hombres y mujeres asturianas. Cuencas mineras asturianas, octubre 1963" en la que confirmaban todas las torturas sufridas por los detenidos y las identidades de los mismos; con lo que negaban las afirmaciones de Don Manué. Siguió otra carta firmada por 182 intelectuales al Ministro de Información y Turismo en la que pedían una Comisión de juristas  integrada por abogados del Colegio madrileño, elegidos por su Decano, que investigase los hechos denunciados, y la respuesta de Fraga: denegaba dicha petición por "carecer de base jurídica en base a que la Ley de Enjuiciamiento Criminal recoge otros cauces inutilizados por los firmantes".

Tras este intercambio epistolar, el asunto quedó archivado y muchos intelectuales firmantes quedaron marcados para el Régimen, aunque la lucha continuó, y Don Manué se hizo demócrata en 1976 al fundar Alianza Popular.

P.d.- Los interesados pueden leer las cartas completas en el siguiente enlace: https://www.filosofia.org/hem/196/96311re.htm



SEGUNDA CLARIDAD

- Zanahorio Trump impone aranceles a las islas de Norfolk (Australia, 2200 habitantes, 58% aranceles), Heard y McDonald (Australia, volcánicas y deshabitadas, 10%).

- El gobierno de Zanahorio incluye a miles de emigrantes en listas de fallecidos para animarles a salir del país.


- El ayuntamiento popular de Sevilla pone a la venta pisos de protección oficial a 350.000 cada uno. (La palabra "protección" se referirá a que tendrán un guarda-jurado en el portal suponemos).

- La Justicia belga indulta a un acusado de violación para no perjudicar su carrera como ginecólogo. (¿Conseguirá muchas pacientes?).

- Preocupación en Rusia porque las mujeres nativas prefieren a los hombres turcos a los nacionales, por lo que la Asociación de Veteranos ha pedido a Putin que prohíba las telenovelas turcas por "contribuir a la crisis demográfica del país".

- La preclara presidenta capitalina considera un "error garrafafal" los aranceles de Zanahorio Trump.

- El gobierno argentino está orgulloso de que Trump les haya impuesto aranceles del 10%, porque a otros países les puso más.

- El estado usamericano de Florida, gobernado por el republicano Ron DeSantis, estudia la posibilidad de que niños de catorce años trabajen en los turnos nocturnos en días lectivos ante la falta de mano de obra y para no tener que contratar a inmigrantes. (Make América Great Again!).

- El presidente Mazón ofrece cien mil euros (públicos) a quien le asesore sobre el sector aeroespacial valenciano.

- Marine Le Pen se compara con Luther King durante la manifestación celebrada en París como protesta por su inhabilitación tras ser condenada por corrupción.

- "Sí, es un idiota sin sentido común ni habilidades sociales, pero es mi hijo. Espero que no se meta en política".- (Mary Anne McLeod, madre de Donald J. Trump).





TERCERA CLARIDAD



NAUFRAGIO




  • Cuando estoy contigo, me olvido de todo -dijo Adriana-. Desaparecen mi marido, mis hijos, mi aburrida vida diaria, mis inseguridades...¡Todo!

  • Yo también estoy cómodo a su lado – comentó Arturo.

  • ¡Bésame!

  • ¿Aquí?... Pueden vernos... Me conoce mucha gente.

  • ¡No me importa!... Quiero que todo el mundo vea mi felicidad

Adriana le estrechó entre sus brazos y besó con lenta pasión. Cuando se separaron, sus ojos brillaban, sus labios sonreían.

  • ¡Oh, querido!... Me siento tan viva a tu lado.

  • Comprendo, señora Adriana, pero hay más personas esperando – señaló Arturo, hortera de una tienda de ultramarinos.

  • Mi marido es un soso, un machista explotador –insistió Adriana-. ¡Bésame otra vez!

  • Señora, no creo que...

  • ¿Quieres que te ruegue? ¿Eres de los duros, eh?

  • ¿Yo?...

  • ¡Bésame otra vez! – exigió Adriana, mientras le ofrecía su boca abierta.

  • En fin, todo sea por el negocio – suspiró Arturo, mientras unía los labios a los de su cliente.

  • ¡Qué bien besas, Arturo!...Mi marido, en cambio, huele a tabaco y a vino barato. ¡Qué asco me da!

  • ¿Por qué no se divorcia?

  • ¡Eso quisiera ese mal nacido!... ¡No, no y no!... ¡Qué sufra como yo!... ¡Bésame otra vez!

  • ¿Va a querer algo más, señora Adriana? Hay más clientes...

  • Sí, sí.. Ya te he oído... También hay más tiendas en el barrio.

  • Son clientes de toda la vida.

  • ¡Está bien!... Luego me llevas el pedido a casa. Te esperaré ansiosa.

  • ¡Qué escándalo! - gritó otra señora que esperaba su turno para comprar.

  • ¿De qué te quejas tú?... ¿Quieres que hable a tu marido del chico de la frutería?... ¿Quieres que le hable de las propinas que le das?

  • ¡Grosera, mentirosa, mala persona! - protestó la aludida.

  • ¿Acaso crees que no escucho tus gemidos y palabras de ánimo?...Vivo en el piso de al lado... ¡Golfa, hipócrita!

La citada guardó silencio, mientras agachaba la cabeza.

  • ¡Bésame otra vez, Arturo!... A tu lado mi vida recobra el sentido, revive mi esperanza, la ilusión de poder volver a empezar.

  • Señora Adriana, son dieciocho euros con veintitrés céntimos – respondió el dependiente, mientras le entregaba el tique de la caja registradora.

La aludida pagó entre caídas de ojos y labios entreabiertos. Después, abandonó la tienda en dirección a la panadería, donde la vieron entrar los clientes del ultramarinos.

  • Arturo, no me parece prudente que expongas tus amoríos en público – señaló don Genaro, militar retirado.

  • Pero... ¡si no la conozco de nada!. Es la segunda vez que entra aquí.

  • Entonces, ¿tanta familiaridad...? - insistió el anterior.

  • He oído decir que hace lo mismo en todas las tiendas que tienen dependientes jóvenes – añadió la señora con que se enfrentó Adriana.

  • Pues... ya no es una niña – dijo el militar.

  • ¡Y vive sola! -señaló la anterior-. Como dijo ella, vivimos pared con pared.

  • Entonces, ¿no está casada ni tiene hijos? - inquirió Arturo.

  • No, vive con un gato azul ruso al que solo ve a la hora de comer – respondió la vecina.

  • ¡Pobre mujer! - admitió el dependiente.

Esa tarde, cuando cerró la tienda, subió al piso de la señora Adriana con varias bolsas de papel de estraza y la esperanza de recibir una buena propina.



CUARTA CLARIDAD

En 1811, cuando las Cortes estaban reunidas en Cádiz, los ciegos que recitaban romances daban siempre noticias de las victorias españolas y nunca de la francesas en la guerra de la Independencia. Nicasio Gallego, diputado por entonces, preguntó a un invidente: “Maestro, ¿es que los franceses no ganan ninguna batalla?”. A lo que respondió: “Sí, señor; pero esas noticias las dan los ciegos de Francia”.

- Conocida como la “tetera del asesino” es un recipiente de porcelana china dotado de dos compartimentos interiores secretos que contienen té, como cabía esperar, y pueden utilizarse independientemente, y un sistema de orificios en el asa. La salida de líquido de uno u otro depende del ángulo con que se incline y la presión del aire. La tradición explica que contenía dos tipos de tés: uno normal v corriente y otro envenenado.



El candado romano de la imagen mide 1x1 cm y se fabricó entre los siglos III y IV d.C. Se empleaba para cerrar arcas y cofres preferentemente. Consta de un marco con resorte, riel guía, un perno, una placa base y un pasador. La carcasa consta de dos láminas cilíndricas doradas cerradas con tapas fijadas por tres remaches y decoradas con dos filas de perforaciones. La llave original se ha perdido.




Adrián Álvarez, ferroviario y devoto lector de Julio Verne, admirador de su personaje Robur el Conquistador, decidió emular a su ídolo. Para ello diseñó y construyó un “generador de aire indefinido” que se probó por primera vez en 1932 dentro de un submarino en el madrileño Lago de la Casa de Campo, fecha inmortal en la que quince mil compatriotas se congregaron alrededor del estanque para verificar el perfecto funcionamiento del prototipo. La primera prueba fracasó por culpa de una pieza mal ajustada. La segunda, revisada por el Concejal Delegado de Vías y Obras y dos técnicos municipales, resultó un éxito tras permanecer el inventor Álvarez cinco horas sumergido dentro de la nave. Para comunicarse con el exterior liberó varias bolsas de celuloide con mensajes remitidos al Presidente de la República, al presidente del gobierno, y un tercero, a todas las víctimas de accidentes submarinos. Todos los reunidos vitorearon al héroe y lanzaron sus sombreros al aire, cuando regresó a la superficie y saludó con una bandera tricolor en la mano. Sin embargo, las autoridades militares desestimaron el invento; perdiéndose otra oportunidad de colocar al país a la vanguardia mundial, logro que consiguió años después al convertirse en reserva espiritual de Occidente.





QUINTA CLARIDAD


("Los Doce Apóstoles", Australia)

"Llevo una vida tan por encima de mis posibilidades que podemos decir que mis posibilidades y yo hemos dejado de vivir juntos".- (El insoportable Bassington, Saki, escritor inglés fallecido en la Iª Guerra Mundial).



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