miércoles, 31 de julio de 2019

CHAFARDERO 80

<<EL NUEVO CHAFARDERO INDOMABLE>>
NÚMERO 80   ANNO V




PRIMERA PLANA

El mismo Tribunal de Cuentas que condenó a Ana Botella de Aznar y varios concejales de su gobierno municipal a pagar veintitantos millones por la venta ilegal de vivienda protegida a un fondo buitre en el que, casualmente, trabajaba su hijo mayor, revoca su sentencia y la exonera de toda responsabilidad gracias a la milagrosa intervención de dos cargos de dicho tribunal nombrados por el PP; uno de ellos, antigua ministra de justicia con el citado Aznar. Hechos semejantes reconfortan el ánimo y aumentan la confianza del ciudadano medio en sus instituciones. Por supuesto, ninguno de los dos salvadores ha dimitido rojo de vergüenza, pues dicho color sigue estando mal visto.
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?
El alavés Javier Maroto, vicesecretario Popular, se empadrona en un pequeño pueblo cercano a Segovia  capital para poder ser nombrado senador por Castilla y León tras no conseguir escaño de diputado por Álava. El caso es llegar a fin de mes. Por supuesto, sigue siendo la misma persona honorable de siempre.
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?
La candidata popular a la Comunidad de Madrid es accionista de una inmobiliaria que lleva cuatro años sin actividad ni tiene  empleados. ¿Para qué tiene acciones de una empresa que no genera beneficios? ¿Se trata de simple altruismo o una tapadera para asuntos más turbios?
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?
Un juzgado de familia coruñés entrega una niña a su padre, acusado de abusar de ella; puesto que, al no haber sentencia firme, tiene derecho al régimen de visitas estipulado. Como la víctima es menor, no tiene voz ni voto. En otro caso parecido, pero distinto, un camarero zaragozano pierde la custodia de sus hijos por “su extensa jornada laboral, lo que presupone que no puede atenderles adecuadamente“. ¿Y el sentido común? Tampoco tiene voz ni voto.
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?
El señor Alejandro Hernández, portavoz parlamentario en Andalucía del ultramontano Vox, considera igual de graves el asesinato de una mujer y el suicidio de su agresor. Sería aconsejable que este señor, y cuantos piensen (perdón por el verbo) como él, siguieran un tratamiento psiquiátrico que les permita ponderar con claridad situaciones semejantes o, en su defecto, que  les enseñe la diferencia entre una víctima y un verdugo. También seria aconsejable que energúmenos semejantes no accediesen nunca a un parlamento, gobierno o similar para no ofender a los demás.
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos? 
El presidente de la Generalitat catalana, señor Torra, permite la presencia de “espías” en los colegios para que comprueben que los niños hablan en catalán; medida que, a todas luces, parece ilegal y consecuencia directa de la deriva nacionalista que sufre esta Comunidad, Autónoma cuyos dirigentes utilizan su lengua como arma política para señalar y dividir, lo que los equipara a su tan denostado Franco.
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?
Destacados voceros de PP y Cs condenan el posible pacto Psoe-Podemos, afirman que todo es un paripé que rompe España y que votarán en contra de la investidura de Sánchez como presidente, porque solo ellos pueden solucionar los problemas de la nación; tal y como hacen en todas las localidades donde gobiernan junto a los ultramodernos de Vox. 
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?
Consumada la segunda negativa de Podemos a la investidura de Pedro Sánchez por las exigencias del primero, según el segundo, y las continuas negativas del segundo según el primero, parece razonable concluir que ambos son culpables por una mezcla de soberbia y necedad que vuelve a transmitir a los ciudadanos el siguiente mensaje: “Los intereses partidistas -y de algunos poderes fácticos- están por encima de los intereses nacionales”. A primeros de noviembre puede haber nuevas elecciones y volverán a pedirnos que confiemos en ellos. Lo más triste de todo es que Podemos es la única alternativa posible para que el señor Sánchez forme un gobierno "progresista o de izquierdas" más o menos estable, aunque no se fíe del señor Iglesias y viceversa. Sus peticiones de responsabilidad al bloque conservador es igual que pedírsela a unas hienas hambrientas. Sólo quieren mandar para “mantener la unidad de España”; aunque siempre olvidan añadir la coletilla “para esquilmarla mejor”. Parecen condenados a entenderse, aunque entre ellos se interponga la tradición cainita de la izquierda española.
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?
Hace unos días escuché en la radio el viejo tema de “Viva la gente”, en el que se dice que “con más gente a favor de gente habría menos gente difícil y más gente con corazón”. Teniendo en cuenta que se trataba de un grupo usamericano “sin ánimo de lucro”, como se anuncia, y que puede tener detrás a  la CIA, otra agencia gubernamental desconocida o algún  telepredicador ultra que busca “anunciar la palabra del Señor por el mundo“, pensé que tenía poco éxito en su país de origen; pues ¿no eran Donald Trmp y sus seguidores gente difícil?  Es decir, ¿en qué idioma cantaban en su país para que gran parte de su población no los entendiese?
¿Cuándo despertaremos los ciudadanos?




El nuevo Peret y sus palmeros





¿QUÉ SUCEDIÓ EN ESTOS DÍAS?
- Una diputada socialista de Castellón niega que el hombre estuviese en la Luna (en cambio, ella ignora que está allí).
. La alcaldesa popular de Oia (Pontevedra) crea la concejalía de la felicidad.
- Una empresa malagueña, concesionaria del 112, sólo concede los quince días de permiso correspondientes por matrimonio, y no en caso de ser pareja de hecho.
- Secuestra a una mujer durante veintiún días para casarse  y obtener la nacionalidad europea.
- Un tribunal no ve ánimo de matar en un hombre que apuñaló tres veces a su mujer.
- Tras retirar las multas de Madrid Central, el Pp madrileño culpa a la exalcaldesa Carmena de no luchar contra la contaminación.
- Vox y PP votan en contra de la concejalía de Feminismo y LGTBi de Palma, porque "es una ficción".
Según la Ministra brasileña de Mujer, Familia y Derechos Humanos, "las niñas del estado amazónico de Pará son violadas por no llevar ropa interior".
- El Pp coloca al diputado Juan José Cortés, detenido por un tiroteo, en la Comisión de Justicia del Congreso.
- Los nietos de Franco alegan que la decisión de exhumarle es electoralista.
- Se apuñala a sí mismo, porque "veía al demonio".
- La ONU declara el 18 de julio Día del Traidor Bajito (Rokambol).





LITERALIA I



EL PANTANO DE LOS CISNES



Hijo de un humilde muzhik sin tierra que trabajó toda su vida en semiesclavitud para Mijail Mijailovich Tilt, gran terrateniente de Cheliábinsk, frustré desde pequeño todas sus esperanzas de continuar la sagrada tradición familiar; pues, en lugar de arar o escarbar la tierra, me dediqué a dar grandes saltos que recordaban vagamente el “entrechat”.
Para  evitar su deshonra, mi padre, Feodor Feodorovich Estrellado  Minsk, me envió a Oymyakon, ciudad siberiana considerada la más fría del mundo, porque, en algún momento, alcanzó los 72 grados bajo cero. Allí residía mi tío Vania,  hermano de mi madre, Anastasia Minskina, y existía la Escuela Pública de Ballet más alejada de mi hogar. Mi familiar era un solterón de cincuenta y tantos años, militar retirado como héroe nacional, herido en combate, condecorado con todas las medallas existentes, que vivía holgadamente de su magnífica pensión en un caserón de tres plantas a las afueras de la ciudad, donde celebraba portentosas francachelas con antiguos camaradas de armas, en las que yo participé como camarero para ganarme el sustento,  y recibía a ciertas señoritas de costumbres algo relajadas; como comprendí años más tarde.
Tras instalarme en el cuarto del servicio, un tabuco situado bajo la escalera en el que apenas cabían una cama, un baúl estrecho y una jofaina sin jabonera, me recordó mis obligaciones como criado y me puso  a cortar madera una mañana entera para fortalecer mis músculos y llenar la leñera. También debía prepararle la comida, barrer y fregar la vivienda, lavar la ropa sucia y prepararle el brasero con que calentaba su cama. Estaba tan ocupado con estas actividades y mi tío tan entregado a su vida disoluta que un año después de mi llegada aún no habíamos tratado sobre mi ingreso en la Escuela de Ballet, única razón de mi presencia en su casa.
Una tarde de primavera apareció en mi vida -en la de mi pariente llevaba algunos meses- Nadia Aritimova, hermosa joven de rostro sonrosado y figura cimbreante, novia de mi tío Vania y profesora auxiliar en la citada escuela, como descubrí después de atender a mi pariente; pues, cuando se despedía, me sorprendió realizando un magnífico “tour en l’air”.  Ante su extrañeza, mi tío recordó el motivo de mi estancia y preguntó a su amante si podía enseñarme a bailar. Algo perpleja, reticente ante un mozalbete de seis años que deambulaba por la casa con un tutú raído y sucio, sugirió que me presentara a las diez de la mañana del día siguiente en el despacho de madame Olga Sumarova, Directora de Instrucción Básica de la Escuela, quien me admitió como alumno tras un riguroso examen  de tres horas y ocho minutos. Regresé a casa de mi tío para recoger mis escasas pertenencias y despedirme de él. Por fortuna, no volvería a verle nunca más. Luego, me instalé en el dormitorio común de los aprendices en la Escuela Pública de Ballet. Desde ese día, y durante nueve años de duro aprendizaje,  mi jornada comenzó a las cinco de la mañana, en que desayunábamos un zumo de remolacha agria y un bol de café con leche de yak y dos galletas de centeno. Después, salíamos a correr hasta las ocho para quemar el exceso de calorías. Regresábamos a la escuela para asearnos y embutirnos el uniforme para asistir a la primera clase del día, Álgebra Espacial y Piruetas Básicas, que daba el altivo Piotr Truchonski de nueve a nueve y veinte. Después, diez minutos de  descanso para intercambiar opiniones y sacar brillo a las zapatillas.
De nueve treinta a doce,  tablas de ejercicio al aire libre y puro de Siberia.
De doce a una, visita a la enfermería para tratar los posibles catarros que hubieran aparecido por la sistemática exposición al traidor viento de la taiga.
De una a tres, la comida, a base de caldo de rábanos, zumo de berzas y compota de nabo y calabacín.  A diez minutos de la escuela, estaba situada la principal factoría de recogida y envasado de caviar de la región, pero nuestro administrador debía ignorar este detalle; pues, en mis años de estancia, no probé ni una miserable hueva de tan preciado manjar. 
A las tres y treinta y tres, con inesperada puntualidad inglesa, la directora nos aleccionaba brevemente para que siguiéramos progresando en nuestros estudios -¿no sería más correcto llamarles tormentos?- y, después, cedía la palabra al pope Stanislawsky para que dirigiera el rezo del rosario, ortodoxo por supuesto.
De cinco a ocho y media de la tarde, repetíamos los ejercicios gimnásticos tendentes a convertirnos en perfectos atletas e ingrávidos bailarines  o, en su defecto, en irrecuperables piltrafas humanas.
A las ocho y treinta y cinco, se distribuía la cena, compuesta por puré de rábanos y tarta de adelfas -años más tarde, un eminente botánico se sorprendió por mi buena salud, teniendo en cuenta la alta toxicidad de dicha planta-, regado todo ello con abundantes dosis de zumo de remolacha azucarera.
A las diez de la noche, nos retirábamos al dormitorio común; donde algunos  entregábamos nuestros cansados cuerpos al sueño reparador, mientras otros más resistentes se trasladaban al otro ala del edificio para mostrar sus progresos a las alumnas que residían allí.
Una desapacible mañana de noviembre me entregaron el diploma de graduación y un billete de tercera clase para el tren que me trasladaría hasta Volvogrado (antigua Stalingrado), donde proseguiría mis estudios de ballet clásico y algún que otro experimento.
Permanecí en dicha ciudad, y en su “Centro Circasiano de Danza y Piruetas Empíricas”, hasta los dieciséis años, siguiendo un régimen de comidas y ejercicios similar al señalado en párrafos anteriores.
Dueño de mi arte y de mis correspondientes títulos acreditativos, me trasladé a Moscú; donde realicé algunas pruebas para entrar como meritorio en el Ballet Bolshoi, pues preparaba una gira por Europa en aquellas fechas. Gracias  a mis innegables cualidades y mis arriesgadísimas cabriolas, logré un puesto como “mozo de cuerda y figurante circunstancial”; ya que mis diplomas eran… ¡papel mojado!.
Recorrimos las principales ciudades europeas y alguna que otra aldea innombrable entre vítores, aplausos y exclamaciones jubilosas. Finalizada la tournée, con gran experiencia como chico de los recados y abrillantador de zapatillas de las principales figuras de la compañía, comprendí que por ese camino no llegaría nunca a ser primer bailarín, mi única y verdadera ambición.
Merced a mis indiscutibles encantos físicos, logré una prueba ante la gran Svetlana Prosenskaya, Directora de Reparto. Tras satisfacer sus acuciantes deseos sobre una chaise-longue bastante incómoda, conseguí  la plaza de suplente del primer bailarín, que se entendía con madame Fedorovna, Directora de Producción.
Los tres años siguientes se consumieron entre nuevas giras, esporádicas sustituciones y regulares visitas al diván de Svetlana hasta que, cansado de dicha situación, solicité su mano tras nombrarle Directora General de la Compañía.
Su regalo de boda consistió en mi elevación hasta primer bailarín y coreógrafo ayudante de Mijail Puschnikov, héroe nacional. Desde entonces, mi vida se reparte entre ensayos y aclamaciones, estrenos y aplausos, premios y visitas al tapicero para que repare la chaise-longue. 
¡Por fin, había alcanzado la gloria!
Con los músculos fortalecidos y el ánimo templado, decidí probar mi resistencia y encargué a mi fiel Félix Soteiro que me infiltrase en…



LITERALIA II



CAPÍTULO VIII


Adalberto Rabazas era un hombre metropolitano (1).

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NOTAS:
1) Todos los días laborables coge el metro en la estación de Iglesia y se apea en Tirso de Molina, pues la sucursal bancaria donde trabaja está en la calle de la Colegiata (2).
2) La estación de Iglesia toma su nombre del cercano templo de santa Teresa y santa Isabel construido en 1842; aunque el neoclásico actual es una reconstrucción tras arruinarse durante la guerra civil. Las malas lenguas afirman que está desnivelado. Como siempre llega tarde a trabajar, Adalberto Rabazas nunca tiene tiempo de fijarse en ese detalle (3)
3) La siguiente estación es Bilbao, sobre la glorieta  homónima donde antaño se almacenaba la nieve de la sierra para enfriar los sorbetes, limonadas y leches merengadas tan queridas por las clases pudientes de la ciudad.
También se ubica en ella el Café Comercial, despacho de tantos ilustres escritores desconocidos para el gran público. Muchas han sido las ocasiones en que Adalberto Rabazas ha traspasado sus puertas giratorias para tomar el vermú junto a su amigo Indalecio Gandarias (4).
4) Tribunal es la siguiente estación. Toma su nombre del edificio del Tribunal de Cuentas. Frente a él, entre la calle de Fuencarral y la plaza de Barceló, se encuentra el Museo de Historia de Madrid, antiguo Museo Municipal, de admirada fachada churrigueresca o barroco madrileño,  donde los dos amigos citados en la nota anterior se han detenido numerosas veces para intentar descifrar el sentido de una escultura,   ya desaparecida, en forma de tetraedro metálico denominada “La rectitud de las cosas”; sin que hayan  logrado descubrir ninguna rectitud ni ninguna cosa (5).
5) Gran Vía es la siguiente parada. Construida tras el derribo de numerosas viviendas y uniendo varias calles preexistentes, durante la Segunda República se denominó Avenida de la CNT y Avenida de Rusia; aunque más popularmente era conocida durante la contienda civil como Avenida de los Obuses. También se la conoció como el Broadway madrileño por la gran cantidad de cines abiertos entre la Plaza de España y la Plaza del Callao en los que varias generaciones disfrutaron el mejor cine -norteamericano en su mayoría- del momento; mientras se ocultaban de la linterna del acomodador 6).
6) Sol venía después. El centro neurálgico de la ciudad, la plaza que nunca descansa y está vacía, hogar del oso y el madroño, emblemas de la ciudad -aunque algunas fuentes hablan de una osa-; cuando estos animales habitaban los bosques que  rodeaban la ciudad. Algunos días de primavera y verano, cuando aún no hace mucho calor, Adalberto Rabazas se apea en esta estación para contemplar la elegante estatua de la Mariblanca, representación de Venus, Diana o la Fe según a quien se pregunte, que coronó siglos atrás una fuente monumental existente en la plaza. Con melancolía, también contempla la sobria fachada del edificio de la Real Casa de Correos, antigua sede de la Dirección General de Seguridad, en cuyos calabozos penaron y sufrieron algunos amigos del barrio demasiado idealistas para la época. 
Sin embargo, la parte más famosa del edificio es la bola de su reloj que baja todas las Noches Viejas para anunciar el comienzo de un nuevo año, el momento más triste para Adalberto Rabazas (7).
7) Fin del trayecto: Tirso de Molina, alias de fray Gabriel Téllez, mercedario, poeta y dramaturgo barroco. Algún munícipe ocurrente la rebautizó  como  plaza del Progreso, suceso que nunca llegó hasta allí.
Algunos días Adalberto Rabazas permanece  solo unos instantes en el andén, entre tren y tren,  a la espera de comprobar el rumor que corre sobre el lugar, según el cual pueden escucharse los alaridos de los monjes -quizá los del propio Tirso de Molina- del antiguo convento de la Merced, situado en la zona; cuyos huesos fueron arrojados a los andenes y cubiertos por azulejos tras descubrirse los restos del edificio durante las obras de construcción del túnel.
En la superficie, suele tomar un café con leche en un bar que hace esquina con Mesón de Paredes con la intención de encontrarse por casualidad con el director de la sucursal para que le invite. El susodicho, don Restituto Casto, vive en el número doce de la calle citada junto a su señora, doña Marianita Samper. Se conocieron en una sala de fiestas que existió en la plaza llamada “La Espléndida”. Tienen seis hijos. Durante sus vacaciones, realizan visitas guiadas a los principales templos religiosos del país (8).
8) Adalberto Rabazas aligera el paso hacia el banco. No quisiera encontrarse con el Rosario de la Aurora, que pasaba por la calle de la Colegiata, donde está la sucursal,  y la plaza de Tirso de Molina, y que terminó a farolazos en cierta ocasión, cuando se encontró en una calle estrecha con otra procesión y ninguna de las dos quiso cederse el paso.




CRÓNICA DE SOCIEDAD (urbi et orbi)
- Los sampietrini son un cuerpo hereditario de trabajadores que inspeccionan y reparan continuamente la  basílica de san Pedro.
- En la llamada “Biblia de los maltratadores”, traducción del reverendo inglés Edmund Becke, puede leerse el siguiente párrafo de la Primera Epístola de Pedro: “Hay que tomarla (a la esposa) como una ayudante necesaria y no como una esclava o sierva. Y si ella no es obediente y sana hasta donde debe, se anima a golpear la furia de Dios en ella para que así pueda ser obligada a aprender su deber y hacerlo”.
- En la llamada “Biblia de los adúlteros” (Inglaterra 1631), puede leerse el siguiente mandamiento: “Cometerás adulterio”. Parece ser que el traductor de la Vulgata olvidó añadir el preceptivo “no” al comienzo de la frase.
- En un párrafo del Deuteronomio del anterior volumen, puede leerse: “El Señor nuestro Dios nos ha mostrado la gloria de su gran culazo”. En este caso, se cambió “great-asse” por “greatness”, grandeza; aunque parece que no se trata de un error involuntario por parte del amanuense anónimo.










FRASELOGIA
-  Puesto que no habían conseguido cambiar la sociedad,  habían cambiado ellos.- (Andrea Camilleri).
- Lo contrario a cada verdad es igual de auténtico.- (Hermann Hesse).
- No miente sólo aquel que habla contra lo que sabe, sino también quien habla contra lo que no sabe.- (Friedrich Nietzsche).
- El camino del infierno está asfaltado de buenas intenciones.- (" " ").
- Ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.- (" " ").
- La política es el campo de trabajo para ciertos cerebros mediocres.- (" " ").
- La madurez del hombre es haber vuelto a sentir la seriedad con que jugaba de niño.- (" " ").
- La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.- (" " ").
- La edad de casarse llega antes que la de quererse.- (" " ").
- “Señoras y señores, tengo que serles franco:  estoy hasta los cojones de todos nosotros”.- (Estanislao Figueras, Presidente de la Iª República).




CONTRAPORTADA



Mirando las puertas de Tannhäuser

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