<<EL NUEVO CHAFARDERO INDOMABLE
NÚMERO 192 ANNO IX>>
PRIMERA PLANA
En campaña electoral los políticos vuelven a su esencia: vender. Con esta excusa, llenan el país de ofertas y promesas maravillosas cual lámpara de Aladino que solucionarán todos los problemas que padece la población; muchos creados artificialmente por decisiones políticas interesadas, es decir, partidistas. Luego, cuando gobiernen, si lo consiguen, ya saben lo que sucederá.
Por ejemplo, el candidato Feijóo, que en doce años de gobierno en Galicia construyó tres mil viviendas de protección oficial, afirma ahora que la solución al problema de la falta de vivienda es construir a destajo siguiendo la estela de su antecesor Aznar que creó la mayor burbuja inmobiliaria que se recuerda. Para redondear la promoción añade una ayuda única de mil euros para que se independicen hijos e hijas y le aplauden. El resto del dinero necesario para conseguirlo que se lo busquen donde puedan. El Estado no está para dispendios, aunque hablemos de un grupo de población que debe ser el futuro del país y necesite, a nuestro entender, las mejores condiciones para desarrollarse.
El señor presidente promete más de cien mil viviendas para alquiler social -la mayor parte saldrán de ese engendro llamado Sareb o banco malo que surgió para asumir los innumerables pisos vacíos en manos de entidades bancarias que debieron quedarse con ellos por el impago de sus hipotecas tras la citada burbuja inmobiliaria que provocó la política del gran Aznar y la crisis económica de 2008-. Casi todos aplaudimos el anuncio, menos la presidenta capitalina, más cercana al casero que al alquilado, sus colegas de las autonomías controladas por el partido popular y los grandes propietarios de viviendas como los fondos buitre a los que sus antecesores Aguirre y González vendieron varias promociones de pisos sociales y la exalcadesa Ana “relaxing cup of café con leche” Botella, casualmente señora de Aznar, el gran promotor, a otro fondo buitre donde trabajaba por entonces uno de sus hijos, ¡oh, casualidad!. Más tarde, la ministra portavoz matizó que el plan presentado por el presidente era “un proyecto ambicioso a veinte años”. Entretanto, ¿qué? Parece que la vivienda es un problema más presente que futuro.
Vox propone eliminar la M-50 y aprovechar su trazado para que circule un tren-bala. Además presenta un programa electoral idéntico para todo el país bajo el lema “Cuida lo tuyo” al que añade el nombre de cada localidad; dándose casos curiosos como que en Talavera de la Reina o en Almería prometa “ampliar, mejorar su frecuencia y crear a nuevos intercambiadores del metro” por más que dichas ciudades carezcan de dicho medio de transporte o “proteger las playas de Madrid”. Al no especificar el destinatario de su mensaje, puede entenderse que hará lo mismo en todas las localidades del país.
El alcalde capitalino promete soterrar el tramo de la Castellana entre Sinesio Delgado y el Hospital de la Paz, proyecto existente desde 2018.
Ciudadanos desaparece lentamente entre abandonos de la política activa y trasvases a otros partidos.
Podemos anda más preocupado en demostrar quién manda que en promocionar su programa electoral, lo que puede provocar una huida de sus votantes hacia otras opciones o... la abstención.
El alcalde de Orense, líder de Democracia Ourensana a la sazón, reserva diez millones del presupuesto municipal -ya sabemos que el dinero público pertenece en exclusiva a aquellos que lo gestionan temporalmente- para repartirlos entre los vecinos de la ciudad a razón de 100 € por barba para comprar lo que quieran en los comercios de la citada que soliciten su adhesión a su programa electoral. Parece la típica maniobra de compra de votos, lo que resulta inapropiado para el líder de un partido llamado Democracia.
El alcalde socialista de Vigo, el luminoso Abel Caballero, construirá un ascensor doble -el Halo- para unir dos calles céntricas de la ciudad bajo el eslogan “Un pequeño paso para el hombre, un gran Halo para la ciudad”. ¿Cómo lograban los ovetenses trasladarse de una calle a otra antes de tan magna obra?
Para no ser menos, el independiente alcalde de Tenguise en Lanzarote, promete tatuajes gratis para todos los vecinos siempre que incluyan el topónimo de la ciudad. ¡Todo tiene un precio en esta vida, amigos!
O como dijo el gran Mariano Rajoy: “Haré todo lo que pueda y un poco más de lo que pueda, si es posible. Y haré todo lo posible e incluso lo imposible, si también lo imposible es posible”.
- La televisión gallega dará cobertura electoral a Vox, aunque no tiene ningún concejal en la Comunidad por "ser un grupo político significativo".
¿QUÉ SUCEDIÓ EN ESTOS DÍAS?
- Un tren atropella a una vaca en la India. Como consecuencia, un trozo del animal vuela treinta metros y cae sobre un hombre que orinaba frente a las vías, matándolo en el acto.
- Un matrimonio hindú y sus dos hijos mueren decapitados durante un ritual de sacrificio humano.
- La ciudad de Girona saca con descargas eléctricas los peces del río Onyar para salvarlos por su bajo caudal.
- El alcalde popular de Santander, que gobierna en coalición con Vox, concede la medalla de oro de la ciudad a Cruz Roja tras retirarle una subvención para atender a refugiados por presiones de su socio.
- El Tribunal Superior de Justicia de Murcia sentencia que beber tres litros de cerveza durante la jornada laboral no es motivo de despido. ¡Hip, hip, hurra!
- El diputado de Ciudadanos, señor Cambronero, tránsfuga de su partido y votante a favor de Tamames, pregunta al gobierno "si está manipulando el clima mediante fumigación de productos químicos".
- La talla conocida como "Cristo de Lepanto" no es negra como se creía; sólo estaba sucia.
- Un turista demanda a su hotel tras descubrir un cadáver bajo su cama.
OLDIES
“The day the blues came to call”, Teresa James & The Rythm Tramps. Blueswoman usamericana radicada en Los Ángeles.
LITERALIA
EL DÍA DE LOS ENAMORADOS
- Señora Laudesman, soy reportero del “CHICAGO TRIBUNE” y quisiera hacerle algunas preguntas. Estamos preparando una edición especial en la que deseamos incluir sus palabras. Su portera me ha dicho que usted presenció todos los hechos.
- No sé si mi marido...
- Hable con él. No creo que tenga inconveniente en que nos cuente lo que ha visto.
- Ahora no está en casa. Ha salido a comprar unos pasteles.
- No puedo esperar a que vuelva. Necesitan mi artículo para cerrar la edición.
- El caso es que no he visto gran cosa. Mientras planchaba en la cocina, me sorprendió el hecho de que tardará tanto en salir a la calle el camión que permanecía en marcha.
- ¿Por qué?
- Porque, con el motor encendido y sin ventilación, podían asfixiarse los hombres que estaban dentro.
- ¿No escuchó gritos?
- ¿Con el ruido del camión?... Bajé las escaleras hasta la calle y vi partir a gran velocidad un coche de la policía. Me detuve ante la puerta del garaje, pero no me atreví a entrar... ¡Sabe Dios qué podía encontrarme!
- ¡Muy razonable, señora! – añadí conciliador.
- Se acercó un peatón y le dije: “Algo espantoso ha debido suceder ahí dentro, porque huele intensamente a pólvora y la policía acaba de marcharse muy deprisa”. El viandante entró en el local y echó un vistazo al interior. Cuando salió, estaba pálido como un difunto. “¿Qué ha visto?”, le pregunté. “¡Muertos, están todos muertos!”, respondió. “Hay siete hombres tirados de espaldas, acribillados a balazos, y un perro atado a un camión aullando lastimeramente. Toda la pared está teñida de rojo y presenta agujeros tan grandes como puños... ¡Es horrible!... Deberíamos avisar a la policía”, añadió. “Pero si le he dicho que termina de irse”, le grité. “Habrá ido en busca de refuerzos”, señaló ausente.
- ¿Cómo se llamaba ese hombre? – pregunté excitado.
- No lo sé. Pregúntele al policía que le interrogó.
- ¡No tengo tanto tiempo, maldita sea!
- Poco a poco, se fueron agrupando más curiosos que no cesaban de preguntar por lo sucedido; aunque no dejé que entrara ninguno al garaje hasta que llegaron varios coches-patrulla y se encargaron de la situación. Mientras un agente me tomaba declaración, otros compañeros suyos dispersaban a los reunidos. Supongo que, entonces, los detectives comenzarían a buscar posibles pruebas en el interior del local y el forense examinaría los cadáveres; aunque corrían rumores de que alguno seguía con vida.
- Sí, Frank Gusenberg; pero murió en la ambulancia que le transportaba hacia el hospital. Su cuerpo tenía veinte impactos de bala y había perdido mucha sangre.
- ¡Qué horror!... ¿Ya se sabe quiénes son los responsables de esta matanza?
- Aún no, señora. La policía trabaja con diferentes hipótesis y confía en resolver rápidamente un asunto tan desagradable. Todo señala hacia un ajuste de cuentas entre bandas rivales.
- ¡Estos italianos no se conforman con invadirnos, sino que, además, nos matan!
- Según los datos que he recogido, los fallecidos son los hermanos Gusenberg, Frank y Peter; Jim Clark, cuyo verdadero nombre es Albert Kachellek; Adam Hyers, John May, Alfred Weinshank y un óptico, el doctor Reinhart H. Schwimmer.
- ¿Qué hicieron para tener una muerte tan horrible? – insistió la señora Laudesman.
- Parece ser que pertenecían a la pandilla de George “Bugs” Moran, lugarteniente del finado Dean O’Bannion, el que saludaba con una mano y disparaba con la otra.
- ¿No era ése el de las flores?
- Sí, señora. Se llamaba Charles Dion O’Bannion y se crió en el Little Hell1, al norte de la ciudad, muy cerca del Death Corner2; donde han asesinado a más de ciento sesenta hombres.
- ¡Dios mío, qué barbaridad!
- ¿No vio entrar o salir a nadie?
- Vi a los ocupantes del coche: dos policías que se llevaban detenidos a dos hombres de paisano.
- ¿No reconoció a ninguno?
- ¿Por qué iba a conocerles? No me muevo en esos ambientes.
- ¡Claro, claro, señora!... ¿Qué más vio?
- Los agentes portaban dos aparatosas ametralladoras.
- ¿Tenían alguna pieza redonda?
- Sí.
- ¡Ametralladoras Thompson! En el tambor redondo, guardan cien balas del 45 recubiertas de acero. Se vacía en un minuto y se recarga en quince segundos. ¡Es un arma mortífera! – concluí, satisfecho de mi erudición.
- ¡Qué criminales! – añadió la mujer.
- ¿Iban armados los hombres de paisano?
- Salieron andando con las manos en alto y los agentes les introdujeron en el coche de un empujón. ¡Cómo no las llevasen escondidas!
- Según la policía, se utilizaron dos tipos de armas: ametralladoras y retacos.
- ¿Retacos?
- Escopetas con los cañones recortados para que el disparo tenga más ángulo de dispersión, aunque sólo son efectivas en distancias cortas. Cada uno de los fallecidos recibió entre dieciocho y veinte impactos de bala y alguno debió morir antes de llegar al suelo.
- ¡Asesinos, salvajes, malnacidos!
- Parece ser que los alinearon de cara a la pared y que, como creyeron siempre que se trataba de un registro rutinario, no ofrecieron ninguna resistencia. ¡Cuánto me gustaría conocer los pensamientos que rondaron sus cerebros, cuando sintieron cargar las armas!... ¡Ganaría el Pulitzer con ese reportaje!
Alguien abrió la puerta de la calle y llamó a la mujer por su nombre.
- ¡Estamos aquí, querido! – respondió ella.
El señor Laudesman se reunió con nosotros y, tras besar a su esposa, le entregó un regalo. Luego, añadió:
- ¡Felicidades, mi amor!
- ¡Te has acordado!
- ¿Cómo olvidar la fecha más importante de nuestras vidas?
- ¿Qué día es hoy? – pregunté intrigado.
- ¿Quién es este hombre? – inquirió el señor Laudesman.
- Un periodista del “Chicago Herald” que...
- Del “Chicago Tribune”, señora.
- ¡Qué más da! Ha venido a entrevistarme por los sucesos del garaje.
- ¡Qué desgracia tan terrible! – musitó su marido.
- ¡Hoy es el día de los enamorados, joven! –respondió la mujer a mi anterior pregunta-. ¿Acaso no tiene novia?
- No tengo tiempo para eso... ¡Ya sé cómo titularé mi artículo: “La matanza del Día de San Valentín”!
Aunque nunca se identificó a los autores materiales de la masacre, las sospechas señalaron al mafioso Al(phonse) “Scarface”3 Capone como auténtico instigador del hecho; pero la policía no pudo probarlo nunca.
NOTAS:
1. Pequeño Infierno
2. Esquina de la Muerte
3. Cara cortada
CRÓNICA DE SOCIEDAD (urbi et orbi)
- La pera de la angustia o veneciana o vaginal fue un instrumento de tortura muy empleado por nuestra Santa y Muy Noble Inquisición para arrancar la confesión de sus pecados, reales o imaginarios, de los numerosos réprobos que asolaban nuestro católico país. Consistía en una pieza metálica en forma de pera, como cabía esperar, que se introducía en la boca, ano o vagina del hereje y después se abría en su interior mediante una llave inocente, provocándole tales desgarros que algunos o algunas morían antes de poder hablar.
- La flauta de la vergüenza, también llamada del alborotador, es originaria de Italia. En sus inicios, la emplearon los verdugos venecianos de los siglos XVII y XVIII contra los desertores de la guerra contra los otomanos. Luego fue ampliando su espectro de actuación a blasfemos, conflictivos, alborotadores ante las iglesias durante la misa y todo aquél o aquella que profería insultos en la vía publica. También se utilizó contra los músicos poco dotados. El collar se cerraba por la parte trasera del cuello y los dedos del condenado se introducían entre las barras(ver foto) que los verdugos podían apretar hasta producir aplastamiento de huesos y articulaciones.
- El aplastacabezas fue un tormento medieval para reventar cráneos. Se colocaba la barbilla de la víctima en la barra inferior (Foto) y el casco dentado descendía empujado por el movimiento del tornillo situado sobre él. La consecuencia era la muerte del torturado por rotura del cráneo y destrucción de su contenido como puede suponerse. Fue empleado por primera vez en el siglo XV por los tribunales alemanes contra los enemigos de los príncipes electores del Sacro Imperio Romano Germánico. Suponemos que algún médico o barbero y/o un fraile supervisarían la operación para confirmar la defunción del infortunado.
- Algunos son auténticas obras maestras de la orfebrería y la mecánica, pero todos son piezas deseadas por ávidos coleccionistas. Durante finales del siglo XVIII y principios del XIX fueron objetos que señalaban la distinción de sus poseedores. Esperamos que estos dos ejemplos les causen sorpresa, envidia o admiración; sobre todo el segundo ya que las dos figuras son autómatas.
- Fernando de la Cerda y Carvajal fue duque de Parcent y Ayuda de Cámara de Isabel II. También ostentó el titulo de conde de Contamina. Hubiera sido un magnífico ministro de Medio ambiente.
FRASE DEL DÍA (sea el que sea)
El que no puede razonar es tonto; el que no quiere, fanático; el que no se atreve, un esclavo.- (Andrew Carnegie, filántropo usamericano).
CONTRAPORTADA
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