<<EL NUEVO CHAFARDERO INDOMABLE
NÚMERO 195 ANNO IX>>
PRIMERA PLANA
SSF son las siglas de Swedish Sex Federation, organizadora del primer Campeonato Europeo de Sexo, o European Sex Championship, al estar considerado un deporte en el país nórdico
Los aspirantes a proclamarse campeones deberán superar la siguientes dieciséis pruebas:
Seducción. En esta prueba se valorará la facilidad de palabra y de mentir al contrincante, por lo que resulta ideal para políticos en activo.
Masajes en zonas no eróticas del participante durante un tiempo estipulado. Actividad muy recomendable para eliminar los callos de los pies.
Masajes en zonas eróticas del participante durante un tiempo estipulado. En esta prueba se valorará especialmente inclinaciones fetichistas de los concursantes como chupar los pies.
Juegos previos. En esta prueba se valorará la eficacia con que un concursante logra satisfacer a otro con sus maniobras peor intencionadas.
Sexo oral. En esta prueba se valorará la estimulación alcanzada por los participantes durante la lectura de destacados textos eróticos de autores como el divino marqués o Restif de la Bretonne.
Penetración. En esta prueba se valorará la firmeza, empuje y resistencia del concursante durante un tiempo estipulado, mientras maneja un martillo neumático y el público le jalea entusiasmado.
Liberación. En esta prueba se valorará la capacidad de un concursante para realizar sin inhibiciones cualquier petición sexual de su contrincante, sobre todo las consideradas ilegales o condenadas por la iglesia de turno.
Apariencia y órganos de los polos. En esta prueba se valorará la apariencia física general y genital en particular del concursante. Las bases no especifican si dicha valoración se realizará en estado de reposo o de turgencia, sequedad o humedad, con la vista o con las manos.
Desempeño artístico de pose. En esta prueba cada concursante deberá permanecer desnudo durante dos horas con la misma pierna en alto, mientras un juez le acaricia la planta del pie elevado con una pluma de faisán y un escultor talla su figura a tamaño natural.
Creatividad en el cambio de pose. En esta prueba, se permitirá al concursante anterior cambiar de pie, mientras el juez cambia de pluma y el escultor de cincel.
Resistencia y número de orgasmos durante un tiempo determinado. En esta prueba, amén del aguante del concursante y calidad del clímax alcanzado, también se valorará la belleza o fealdad de la pareja.
Ejecución artística de diferentes parejas competidoras y alternancia de pose. En esta prueba se valorará la compenetración entre las parejas de concursantes, la variedad postural que sean capaces de realizar y su sincronización durante los movimientos necesarios para superar esta fase.
Elevar la presión arterial y el ritmo cardíaco a través de las acciones de un compañero. En esta prueba se valorará la capacidad de un concursante para provocar un infarto fulminante de miocardio a otro u otra.
El Kama Sutra más hermoso y complicado. En esta prueba se valorará la calidad de la edición, caligrafía e imágenes incluidas en el ejemplar del milenario texto hindú que presentará cada uno de los participantes, requisito inexcusable para poder optar al primer premio del campeonato.
La cópula más artística según jurado y público. En esta prueba sólo podrán participar los concursantes que hayan superado las anteriores. Dado que se exige una representación artística del ayuntamiento, se premiarán las experiencias teatrales de los participantes.
En la última prueba sólo podrán participar la pareja más compenetrada, la más artística según el Kama Sutra y la más popular según el jurado y el público. La ganadora será la nueva campeona europea. Esta prueba es la más indicada para realizar alguna postura inusual y para invitar al público a participar en una orgía final con todos los concursantes. La pareja triunfadora recibirá una puntuación extra por su buena predisposición hacia un deporte tan saludable.
Las inscripciones ya están abiertas, así que... ¡anímense!
NOTA FINAL: Salvo los comentarios inapropiados del irresponsable que redacta este pseudoperiódico, la noticia es completamente real.
¿QUÉ SUCEDIÓ EN ESTOS DÍAS?
- Detienen a un joven en Sagunto por asaltar la casa de su expareja para agredirle y robarle el perro.
- El PP aprueba una ley de Bildu en el Parlamento vasco tras exigir su ilegalización.
- La asociación "Hablamos Español" denuncia que un libro de primaria de Ciencias Sociales del País Vasco prioriza a sus pescadores frente a los Reyes Católicos.
- Botan una chalupa de mil quinientos kilos de chocolate y 8x2 metros en la ría de Pasajes (Pasaia), Guipúzcoa.
- "Juan de Ibiza" es concejal por Vox en L'Alcudia (Mallorca). A veces, una imagen vale más que mil palabras.
- Vetan la Biblia por "pornográfica" en Utah.
- La Generalitat requisará banderas nacionales durante el Premio de Fórmula I en Montmeló, porque "entorpecen la visibilidad".
- Se alquila un cuarto piso sin ascensor que se califica como "cardiosaludable".
- Tras una denuncia del Partido Socialista, la Junta Electoral de Ciudad Rodrigo ordena repetir las elecciones municipales en Puerto Seguro, 59 habitantes, después de que el alcalde sacase la urna del colegio electoral durante veinte minutos para que votasen algunos vecinos que no podían acudir al colegio.
- El Consejero castellano-leonés de Agricultura y Ganadería, perteneciente a Vox, afirma, para defender la disminución de controles a la tuberculosis bovina, que "llevamos muy al extremo la salud pública". Esperamos que ahora comprendan las razones de su militancia en el partido aludido.
OLDIES
Daniel Castro es un músico californiano residente en Tijuana. Como presentación: "I'll play blues for you".
LITERALIA
OBITUARIO
<<The same old fears...
Desde que leí en el periódico dominical que el celebérrimo jugador Mauricio “Ace Diamond” Sopena, mi viejo camarada, bribón entre los bribones, había fallecido en extrañas circunstancias en un lupanar de una recóndita localidad costera, no he podido dejar de recordar nuestro último encuentro; no he podido evitar vernos tal y como éramos en nuestra juventud, cuando compartíamos mujeres y alcohol, descubrimientos y miedos, hasta que conocimos a ... Elisa y empezamos a distanciarnos por lo que supusimos amor y fue, en realidad, deseo brutal.
¡Ah, querida Elisa, grácil meretriz de prostíbulo barato! ¿Dónde quedó tu hermoso cuerpo capaz de provocar riñas entre los más valientes? ¿Dónde se marchitaron tus rotundos senos, cálido refugio para mi temor ante una vida insustancial y sin aventuras?
Cuando le comunicamos que nos casábamos poco después y que yo entraría como aprendiz en el estudio del famoso arquitecto don Esteban Cantalapiedra, Mauricio nos miró de hito en hito, musitó en voz baja frases ininteligibles y escupió al suelo con mueca de asco. Después, giró sobre sus talones y se perdió en la noche.
¡Ah, mi bienamada Elisa, su sombra se ha interpuesto siempre entre nosotros, impidiendo entregarnos plenamente! Merced a mi buena predisposición y a un fingido interés por la hija del jefe -¡un auténtico feto malayo!-, ascendí en el trabajo y pude retirar a Elisa de su actividad y adquirir un coqueto chalecito; donde nos instalamos una radiante primavera. Con gusto y sin prisas, fuimos decorando nuestro nido de amor; en el que siempre había preparada una habitación para Mauricio por si decidía volver algún día. Habíamos nacido para estar juntos los tres y, sin embargo, la vida nos había separado. Yo añoraba su altanería y Elisa, su protección. Aunque nuestra pareja funcionaba bastante bien, no podíamos superar nuestros más íntimos miedos, cierta invalidez.
A los tres años de matrimonio, nació Bepo, nuestro primogénito. Construimos una nueva habitación por si aparecía nuestro viejo camarada y proseguimos nuestra cotidianidad ufanos y satisfechos. Socio más joven del estudio, ¡había triunfado plenamente a los treinta y pocos años! Si no sucedía ninguna malhadada catástrofe, tenía el futuro asegurado, una mujer preciosa que me esperaba todas las noches en mi propia vivienda y un niño retozón alegraba mis escasas horas de ocio. Mas... ¿por qué no conseguía olvidar los años pasados junto a Mauricio, junto a Elisa, con ambos? ¿Por qué presentía que, a pesar de todo, mi vida seguía incompleta?
Una mañana, al llegar al despacho, noté un gran revuelo entre los demás compañeros. Ante mis preguntas, Mariló, mi secretaria, me tendió el periódico como única respuesta. Con sorpresa, leí en la primera página: “El día quince del corriente se celebrará la partida del siglo en el céntrico hotel <<HILTON>>. Se enfrentarán Luis “QUICKFINGERS” Gracián, representante de unos benefactores anónimos, y Mauricio “ACE DIAMOND” Sopena, conocido tahúr del respetado “gang” Bortolomi, el más siniestro de la ciudad. El juego no tendrá límite y el perdedor deberá abandonar la metrópoli, así como todos sus pingües negocios, que incluyen apuestas deportivas, drogas y prostitución, blanqueo de dinero y préstamo con usura; aunque nunca han podido demostrarse dichas actividades”.
El pasado volvía a nuestro encuentro, y, sin más dilaciones, decidí acudir junto a Elisa al enfrentamiento. Completaríamos nuevamente nuestro triángulo, el único perfecto. La información del diario terminaba con: “Los interesados en presenciar in situ tan magnífico evento pueden recoger sus entradas en la Sociedad Recreativa <<LA DIDÁCTICA>>, sita en el Callejón de los Desamparados. Patrocina Heraclio Fournier, el primer cartero del país”.
Sin perdida de tiempo, telefoneé a Elisa y le comuniqué la buena nueva. Ante mi total asombro, no compartió mi entusiasmo. Me habló de que “las gentes cambian” y de que “no podemos recuperar el tiempo perdido por mucho que se empeñara alguien llamado Prus”. ¿A quién se refería? Sólo soy un vulgar delineante incapaz de resolver acertijos a las nueve de la mañana.
El día señalado para la partida contratamos una preciosa “canguro” para que se ocupara de Bepo, y, bajo una fenomenal tormenta que no presagiaba nada bueno, conduje el automóvil hasta el hotel <<HILTON>>; donde entregué las llaves y una suculenta propina a un avispado joven vestido de botones o de pífano de una banda militar de entreguerras. Semejante ambigüedad me intranquilizó bastante. Mostré nuestras invitaciones a un imponente portero y, tras su permiso, accedimos al “SALÓN ROSA”, según propias palabras.
Tras acomodarnos en primera fila, Elisa se levantó y se dirigió al lavabo para retocarse el maquillaje; aunque, según me confesó poco después, en realidad preguntó al recepcionista el piso y el número de la habitación que ocupaba Mauricio –“Quisiera saludar a un viejo amigo, ¿comprende?- y se reunió con él en sus aposentos. Mi viejo camarada la recibió, sorprendido, en batín de seda. Con rictus satisfecho, una mujer desnuda yacía en la cama. Mauricio le preguntó el motivo de su visita. Entre sollozos –“¡Ingrato, más que ingrato!”-, Elisa le confesó que le seguía queriendo, que se había equivocado al elegir, que su vida era tediosa y banal, que añoraba las noches de sexo y alcohol que habíamos compartido los tres, que siempre había una habitación libre para él en nuestro domicilio –le entregó mi tarjeta, que guardó con exquisita amabilidad-, que necesitaba su protección y seguridad, que no sabía –ni quería- madurar, que la existencia era una perra indecente, que siempre cortándonos las alas, cuando mejor lo estábamos pasando. Mauricio, extrañamente temeroso –“No deben vernos juntos”-, le despidió con buenas palabras y mejores deseos; no sin recordarle antes que le esperaba una partida muy reñida y que debía concentrarse en el juego. Tras prometerle reunirse con nosotros al término de la misma, le señaló la salida con un desganado gesto manual.
Cuando Elisa regresó junto a mí, yo estaba sorprendido por la dificultad de un maquillaje aparentemente tan sencillo como el que lucía mi mujer aquella noche. ¡Si hubiese sido, al menos, uno de los que solía llevar en sus tiempos de chica de alterne! Como nunca he dudado de ella, acepté con agrado su explicación; aunque, dada su tardanza, imaginé un servicio femenino que me recordó la inolvidable escena del camarote de la no menos inmortal película de los Hermanos Marx, abarrotado de señoras preocupadas por el perfecto estado de sus afeites.
Una voz invisible se dirigió a los presentes, mientras se apagaban las luces de la sala. “¡Muy buenas noches, señoras y señores, distinguido público. Estamos reunidos en este marco incomparable para presenciar la apasionante partida de póquer entre los dos mejores jugadores del país; quizá, del mundo. A la derecha de la mesa –un foco le rescató de las tinieblas-, Mauricio “ACE DIAMOND” Sopena, ataviado con un impecable esmoquin negro y un carnoso clavel rojo en la solapa. Frente a él –otro foco le iluminó el semblante-, con traje gris perla cruzado y pañuelo blanco primorosamente doblado en el bolsillo pectoral, Luis “QUICKFINGERS” Gracián. Actuará como crupier el célebre Augusto Ponderoso, que lleva varios lustros impartiendo cátedra en el gran <<CASINO ROYAL>>. La voz invisible amplió sus cualidades, tornándose muda.
La organización había instalado un circuito cerrado de televisión por el que pudimos seguir los más mínimos detalles de la contienda. Durante las primeras manos, mi viejo camarada Mauricio apostó y perdió grandes cantidades de dinero, maniobra que formaba parte de su táctica habitual; aunque, en todo caso, parecía preocupado por algo. ¡Cuánto odié la sonrisa ratonil de ese malnacido apodado <<QUICKFINGERS>>!
En las siguientes jugadas, Mauricio pareció recuperar su nivel y arrolló a su contrincante con precisos envites. Desapareció el sudor frío que perlaba su frente y su respiración se tornó más acompasada. Dirigió su mirada hacia nosotros y nos guiñó un ojo. Levantamos las manos en señal de ánimo. ¡Volvíamos a estar juntos!
Tras un breve receso para tomar una frugal colación e intercambiar opiniones con sus mecenas e inversores, Mauricio siguió apostando fuerte, desoyendo las recomendaciones de sus socios capitalistas, que veían peligrar su dinero. La Fortuna le había elegido como perdedor; pero, como también estaba en juego su reputación, efectuó una última y desesperada apuesta que, dada su mala racha, todos dimos por perdida de antemano. Después, elegante, ofreció la mano a su rival, se levantó solemnemente y abandonó la sala en medio de un silencio sepulcral. Estrechamente abrazados, caminamos hasta el automóvil y, también vencidos, nos dirigimos hacia casa sin intercambiar palabra alguna. La preciosa canguro ya había acostado a Bepo, que sonreía entre sueños, y nos esperaba viendo una lacrimógena historia de amor en la televisión. Tras abonarle sus servicios y acompañarle hasta la puerta, me reuní con Elisa, que había preparado sendos whiskys dobles, en el sofá del salón. Chocamos nuestros vasos con profunda tristeza. Nos preguntábamos qué habría sido de nuestro viejo camarada Mauricio, cuando sonó el timbre. ¿Quién sería a esas horas.
El triángulo pareció completarse nuevamente, cuando reconocí la figura de Mauricio en el umbral. Nos abrazamos levemente y, tras mirar a su alrededor, entró en la casa. Elisa le preparó otra copa y se acomodó entre nosotros dos.
Tengo poco tiempo, queridos amigos. Mis socios se consideran traicionados; porque, al perder la partida, les he chafado la operación de blanqueo de dinero que se ocultaba tras la misma y han jurado matarme. Han ofrecido una buena recompensa por mi cabeza y ...
Pero, entonces, se gastarán más dinero – argumenté.
Nadie ha dicho que los criminales sean coherentes –cortó con sequedad, para añadir-. Debo abandonar la ciudad lo antes posible. Desde que me separé de vosotros, os he llevado en la memoria. Cuanto más me degradaba y me hundía en la escoria humana, más pensaba en vosotros dos, en vuestra felicidad, en vuestra existencia estable y segura. Elegí esta ciudad para celebrar el enfrentamiento, porque sabía que vivíais en ella y que vendríais a verme jugar. ¡Queridos amigos, os digo que no he vuelto a ser tan feliz como cuando estábamos juntos!
A nosotros nos ha sucedido lo mismo – reconoció Elisa.
Por mi cama han pasado muchas mujeres, pero ninguna me quería y a todas ignoraba; pues no podía olvidarme de ti, querida mía. Mas había decidido separarme de vosotros para que fuerais dichosos y no podía volverme atrás.
¡Todo será como antes, Mauricio! Venceremos los viejos miedos de siempre, las arteras conveniencias que nos retienen en esta sociedad injusta y cruel y volveremos a reír y gozar como antaño, protagonistas de una segunda e interminable juventud – exclamé plenamente convencido.
Querido e ingenuo Ramoncín, ¡no es posible! Somos seres adultos con obligaciones y compromisos que no podemos abandonar por las buenas, so pena de admitir el dedo que nos acusará de “traición”. Viejo amigo, no somos libres, jamás lo hemos sido –ni siquiera cuando éramos jóvenes y creíamos poder comernos el mundo-. Nunca podremos hacer lo que queramos, sino lo que nos permitan. ¿Quiénes?, te preguntas. Las creencias, los intereses propios y ajenos, mis socios capitalistas, los poderes públicos y privados, los gobiernos legalmente constituidos, nuestros amores, nuestros seres más queridos, nosotros mismos. ¡Todo son límites, condicionamientos!
Pero, Mauricio –intervino Elisa-, querer es poder y nosotros queremos volver a sentirnos vivos y dichosos.
Para lograrlo, ¿abandonaréis a vuestro hijo Bepo? ¿Dejarás tu buen empleo, Ramoncín? ¿Volverás al prostíbulo, Elisa, con tal de sentirte plena y embriagada por eso que llamamos... felicidad? –insistió nuestro amigo-. ¡Creo que no!... Ahora debo dejaros. Habrán empezado a buscarme y no quiero que conozcan vuestra existencia; por eso me mostré tan frío en el hotel. Tarde o temprano me encontrarán y, entonces...
No volvimos a saber nada de Mauricio. Nuestra vida prosiguió metódica y gris; aunque me convertí en el principal socio del estudio y nuestra familia se vio aumentada con los nacimientos de Cata y Melinda.
No volvimos a saber nada de él hasta que leí en el periódico dominical que “el famoso jugador Mauricio “ACEDIAMOND” Sopena había fallecido en extrañas circunstancias en un lupanar de una recóndita localidad costera, acribillado a balazos, descalzo y sin identificación alguna; salvo un as de diamantes roto sobre su pecho ensangrentado”. Le habían descubierto y no le habían perdonado su traición, la merma económica que les había producido. Querido Mauricio, tenías razón: no somos libres. Cuanto más subimos, cuanto más poseemos, más esclavos somos de nuestras propiedades, de los demás, de nuestros viejos miedos de siempre. ¡Ah, mi viejo camarada, bribón entre los bribones!, ¿decidiste perder tu partida más importante como única escapatoria posible a lo que te pareció una vida desaprovechada, cuando viste a Elisa en tu habitación? ¿Quisiste ser libre, romper la baraja, intentar un regreso imposible a los viejos tiempos, juntos los tres; aunque supieras que tú, más que nosotros, ya no podías desandar el camino?
... wish you were here>>.- (Pink Floyd)
CRÓNICA DE SOCIEDAD (urbi et orbi)
- En la Antigua Roma la orina era un producto muy apreciado por su contenido en amoniaco, empleado para lavar y teñir la ropa o cepillarse los dientes. Para recogerla, existían grandes tinajas de barro en la puerta de las lavanderías donde los viandantes podían orinar tranquilamente. Dada su importancia, los emperadores Nerón y Vespasiano en el siglo I d.C la gravaron con un impuesto llamado “Peculia non olet” o “El dinero no apesta”.
- Llamado speculum oris fue un instrumento muy empleado durante los siglos XVIII y XIX en los barcos negreros. Se utilizaba para alimentar forzosamente a los esclavos que se negaban a comer y evitar, de ese modo, que perdieran peso -y por tanto valor- durante la travesía hasta el mercado donde los venderían en Norteamérica y las islas del Caribe.
- El Tullianum es un sótano abovedado de época etrusca construido durante el siglo V a.C sobre el que se edificó el Carcer Tulianus o Cárcel Mamertina, situado cerca del arco de Septimio Severo en el extremo norte del Foro romano. En su interior, oscuro y maloliente por carecer de ventilación y luz naturales, estuvieron prisioneros el rey Yugurta de Numidia y el líder galo Vercingentórix -donde también fueron estrangulados- y los nobles seguidores de la conjura de Catilina. La tradición cristiana incluye como presos a san Pedro y san Pablo. En la actualidad está ocupada por dos iglesias superpuestas: san Giuseppe dei Falegnami y san Pietro in Carcere, cuya capilla inferior tiene un altar con una cruz invertida en recuerdo del método de tormento que sufrió el apóstol Pedro.
- Este asiento de madera era muy común en los pubs escoceses. Dejamos a la imaginación de lectores y lectoras la función del rebaje central, mientras visualizan a los graves caballeros escoceses vestidos con sus tradicionales kilts.
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FRASE DEL DÍA (sea el que sea)
Si no desarrollas toda tu inteligencia, siempre te queda la opción de hacerte político.- (Gilbert Keith Chesterton, escritor inglés).
CONTRAPORTADA
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